rumor, saida.

three

era domingo a las cuatro y veinticuatro de la tarde y se suponía que dahyun llegaría a las cuatro y media, pero ella llegó a las dos... estuve a punto de tirarla al sótano y dejarla allí hasta mañana, lástima que mi madre no iba a dejar que lo hiciera.

—¿puedes si quiera ayudarme?— preguntó desde mi escritorio.

—claro que podría, pero ¿te mereces ayuda, idiota?— dije sentada en mi cama viéndola.

se volteó y siguió escribiendo mientras yo volví a ver mi teléfono. y aunque estaba entretenida hubo un momento en el que me distraje viendo a dahyun, y no era con asco, era más un sentimiento parecido a la culpa, así que me paré y me senté a su lado.

—¿en qué ayudo?— suspiré.

—pues no lo sé, quizás podrías hacer el desgraciado afiche mientras termino esto que es bastante largo, ¿qué opinas?— me miró.

—no seas ignorante y dime qué hacer.

—¿dejarás que te diga qué hacer?, eres más débil de lo que pensaba.

—escucha dahyun, lo único que me dirás será que pare mientras trate de lanzarte por la ventana. ahora pues, haré el afiche.

—vaya, quién diría que la lesbiana asquerosa era amargada, pensé que te divertías con frecuencia, supongo que me equivoqué.— soltó una risita.

—¡DAHYUN CÁLLATE DE UNA BUENA VEZ!— cambió su expresión por una seria.

un silencio un tanto incómodo invadió mi habitación, ¿cómo era posible que tenía que gritarle para que se callara? ella realmente era irritante.

me levanté del escritorio y me senté en el suelo, comencé a a hacer el afiche que quedó bastante bien para ser sincera. no me tomó mucho tiempo, pasé al rededor de quince minutos haciéndolo.

—lo siento.— susurró aún escribiendo.

—¿disculpa?— la miré y ella a mí, bajó su cabeza y apretó sus labios.

—lamento haberte dicho lo que te dije, no te mereces un trato así.

arquee mi ceja mientras sonreía incrédula, es más falsa de lo que creí.

—¿piensas que voy a perdonarte? después del todo el daño que haz causado, no sólo a mí, sino que también a medio colegio, porque crees que así te verás más fuerte cuando en realidad eres una niña estúpida y miedosa.

—lo hecho, hecho está sana, te acabo de pedir perdón.

—¿y qué?

dahyun se acercó hasta que podía oír el golpe de su respiración, no lo noté, por lo que no me moví. así que parpadee y dahyun me había robado un beso.

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