🎍 Día 3 🎍

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Snap out of it

Lawlu

En el cuarto rojo, lleno del humo de cigarros, había un chico que movía sus caderas, seduciendo chicos y chicas, porque lo amaban, porque la sensualidad que tenía en sus hombros y en sus ojos atraía a los imanes pesados y los hacía perderse en el infinito de su cabello, en la sonrisa y el sudor que resplandecían con la luz neón que lo empapaba de pies a cabeza.

Sus manos recorrían su cuerpo de manera lujuriosa y la bebida que tenía en la mano había desaparecido entre los pies de los demás.

Era alcohol y baile, una fiesta para celebrar nada y un lugar ideal para el encuentro de dos chicos menores de 18.

Ojos dorados y negros chocaron al instante, haciendo que uno de ellos sintiera un escalofrío, era como caer en la obscuridad llena de luces al rededor. Era como el inicio de la primavera, una llena de lluvia.

Sí, ese chico lo había seducido y lo había perdido entre la multitud, que lo cubría con sus cuerpos, como si el mundo conspirara para que no volviera a verlo.

Lo siguió, nadó entre aquellos chicos y chicas y cada vez sentía que aquellas manos se iban alejando más rápido, el corazón le rogaba por no dejar ir a aquel chico bajo los efectos del alcohol.

Lo necesitaba.

Necesitaba saber por qué lo estaba anhelando.

¿Qué está pasando en tu mundo?

El celular de trabajo sonó a las 2 de la madrugada y contestó sin problemas, aunque lanzó un bostezo que contagió al llamante.
-Perdona, pero necesito rentarte para mañana a esta misma hora - una voz peculiar habló.
-Será el doble, soy menor de edad y las 2 de la madrugada es - se quedó mirando la ventana, la Luna estaba mirándole, le hizo sonreír y de pronto, un cabellera verde le vino a la mente -... Arriesgado.
-Lo sé, también soy menor de edad, estarás bien, iremos a una antro y no quiero involucrar a mis amigos, además ya he tenido malas experiencias yendo solo a esos lugares.
-¿Usted quiere una niñera? - habló sarcástico, preparando una bala para poder disparar.
-No, sólo necesito que me cuides - no sabía si reír o hecharse a gritos y peladeces a aquel chico, lo desesperaba -.Te daré el triple de paga, no hay problema si es el dinero, tengo para pagarte - la voz en la bocina sonó convincente, demasiado segura de lo que decía, era tentador ir a una fiesta a cuidar a un chico borracho.
-Bien, te enviaré unas cosas, el protocolo.
-No es necesario, ya me sé el reglamento shi shi shi - aquella risa le hizo sentirse impresionado.
-¿Cómo te llamas?
-Luffy.

🌻🌻🌻

•Law•

-¡Hey! Aquí estás - una voz sonó a mi espalda y reconocí aquel sonido sin necesidad de escucharlo a través de una bocina. Volteé a verle y sus ojos grandes me veían brillosos.
-No podía dejar pasar todo ese dinero - le hice reír y me sentí bien con eso.
-Pidamos un taxi, ya se hizo tarde para la fiesta - tecleó un número en su celular y yo esperé a que todo pasara, la brisa de la mañana era fría, fresca y mis poros se ponían inquietos ante la caricia de la noche. Un antro, la música y el alcohol me hacían volver a aquel día que conocí al chico de cuerpo esbelto, de unos ojos perdidos en la nada y su cuerpo siendo la atención de todo, de todos.
-Chico, ya vienen por nosotros - posó su mano en mi hombro y le miré sonriente -, por cierto, ¿cuál era tu nombre?
-Trafalgar Law.
-Torao.

Cuando las historias de amor dejan de serlo {OPW18}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora