Día sesenta y ocho

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Día sesenta y ocho.

【 Querido diario, mis padres se sorprendieron ante la noticia de que me casaría pero cómo ya dije no refunfuñaron. Siempre soñé con casarme vestida de blanco y que papá me llevara del brazo hacia el altar y ayer por fin ese sueño se hizo realidad.

Solo estuvimos la familia y claro, mis mejores amigos, Emma, Mary y David.
La oarte baja de la casa estuvo adornada con alfombra roja, arreglos de flores, bombillas pequeñas que le daban a la sala un toque de magia.

Mi hermana y mi madre ayudaron a vestirme y maquillarme, ¿me creerías si te dijera que con peluca y maquillaje ya no me veo tan fea y rara? Me veía diferente y mi rostro más iluminado, debe ser por mi sonrisa, sonrisa que solo él probocaba últimamente.

Después de darnos el sí los pocos invitados bailaban mientras yo y mi esposo los mirábamos girar de un lado al otro, era un día maravilloso, pero luego ya tuve que volver a mi realidad. 】

Att. Regina Mills.

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