DOS

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¿1998?

Desperté con un hielo en la parte anterior de mi cabeza y con una luz directa en mis ojos. Intenté levantarme pero no me lo permitieron.

-No, no, no, sin levantarse.- Dijo la que parecía la enfermera, una mujer de unos treinta años, morena de ojos pardos, de rostro dulce.- Te diste fuerte en la cabeza.

-Sí, si hasta llegue a soñar puras leseras.- Reí.

-Sí me contaron, ¿Tu eres la niñita que anda preguntando el año?

-Mmm...Sí.- La vergüenza me posee. Espera de nuevo, ¿Entonces no fue que sólo me pegué en la cabeza? 

Miré hacia la pared y ahí estaba un calendario 1998 se leía como titulo de este abajo de una foto de dos perritos.

- No.- Susurré en forma de maldición.

 -Ah.- Era de esos "Ah" que se les dice a los loquitos, y como si fuera uno de ellos me miró.-¿Te duele?

-¿Qué?

-¿Qué él no te quiera?

-Todos los días.

No, no fue así la conversación pero hubiese sido chistoso. 

-¿Te duele?

-¿La cabeza? No, ya no.

-Igual tienes que quedarte aquí por mientras, hasta que sea la hora de salir.- Volvió a su asiento y yo seguía mirando el techo. Así que no me había pegado en la cabeza y todo había sido un sueño. Rayos ¿Ahora qué hago? ¿Cómo voy a volver? Si quiera ¿Cómo llegué aquí? Aunque...igual siempre quise viajar en el tiempo. 

- ¿Estás bien, Cordelia?- Dijo mirándome por encima de sus gafas. Ah, ya estaba pensando en voz alta.

-Sí, estoy...¡¿Como sabe mi nombre?!- Justo ahí sonó el timbre. ¿Pero cómo sabía mi nombre? Si se supone que es 1998 y ni si quiera he nacido, por lo que ni si quiera estoy registrada en el colegio.

-Vamos, vamos, que tengo que almorzar. Toma tu certificado de accidente escolar.- Dijo pasándome un papelito verde y quitándome la bolsa de hielo de la cabeza, yo no reaccionaba a levantarme.- Ya, ya.- Dijo con su tono de voz dulce, apurándome. 

Salí de la enfermería con el papel en la mano y muy confundida, lo guardé en mi bolsillo, para encontrarme con mi celular, ya no era el bloque que le había mostrado a esas niñas, volvía a ser el mismo smartphone del 2018. 

¿Qué mierda está pasando? ¿Porqué llegué aquí?  Bueno, eso hay que averiguar,  además de aprovechar, por que no todos los días viajas 20 años atrás. ¿Cuánto iré durar aquí?  Espero que no muy poco ni tanto.

 Salí del colegio ¿Hacia donde? Ni idea, já que irónico, como la película noventera. 

 La calle era completamente distinta, donde estaban los negocios y las casas frente el colegio eran simples potreros.  ¿Ahora qué? ¿Dónde ir?  ¿Con mis papás? No voy a llegar y les voy a decir "Hola mamá, hola papá, soy su futura hija"  O tal vez si...

¿Pero cómo? 

-Oye, gringa.- Escuche que alguien decía riendo atrás mío, me dí la vuelta y me encontré con uno de los tipos a los que les había preguntado en la que creía que era mi sala. 

-¿Qué?- Dije molesta.

-No te decía a voh, rara.- Dijo riéndose acompañado de dos amigos.

-No seaí pesado, Nacho.- Le dijo uno de sus secuaces dándole un empujoncito en el hombro. Era rubio y tenía toda la pinta de creerse Leonardo Dicaprio (de cuando era un referente juvenil, obvio), pero se veía más simpático que sus amigos.

-¡Ay! Si estoy webeando no más. ¿Y tú de donde saliste? - Preguntó hacia a mí, eso mismo quiero saber.-No te había visto nunca en el colegio.

-Es que...soy nueva, además que soy super tímida.-Intenté mentir lo mejor posible. Me miraron pensativos, como cuando sabes que alguien esta mintiendo, pero no sabes donde está la mentira.- Ya, me tengo que ir.- Dije algo nerviosa, pero de todos modos salí de ahí casi corriendo.

Ahora, lo que nunca he hecho en mi vida; pensar.

¿Dónde voy a ir? ¿Al centro? Necesito conseguirme ropa, porque no puedo ir por ahí con el uniforme, además de que no creo volver al colegio, sí en todo caso no soy alumna de ahí, aún. ¿Y de dónde saco dinero par ropa? Ni tengo del 2018, menos voy a tener del 98'. 

Y como por arte de magia, en ese instante pisé algo, era un sobre con mi nombre. 

Cordelia Cárdenas del 2018. 

¿Qué?

Lo abrí con cuidado, estaba lleno de billetes de todos los colores, algunos que alcancé a tener alguna vez y otros que sólo había escuchado a la gente hablar.

Puta que ofertón. 

¿Cuánto sería? No lo sabía, pero esperaba que me sirviera para comprar todo lo necesario. Chaqueta, pantalón, zapatos, poleras, etcetera. Genial, ahora iba a aprovechar por todo lo alto e iba a ser la más lolein, por que creo que así dicen en esta época ¿No? de todas formas. 

Caminé varias cuadras, muchas, hasta pasé por la casa de mi abuelita. Obviamente no la iba a pasar a saludar. Sí la iba a encontrar, necesitaba prepararme mucho para eso, por que conllevaría conocer por primera vez a mi abuelo. 

Mi abuelo murió un año antes de que yo naciera y siempre he pensado en como habría sido conocerlo ¿Hubiese sido amoroso? Probablemente sí ¿Hubiese sido más cercano que mi otro abuelo? Probablemente sí

Había mucho en que pensar, y tal vez poco tiempo

Cuando pasé por donde mi abuelita, traté de mantener la postura, ya que ella estaba en el pórtico de la casa que en 20 años no existirá, barriendo. Había que evitar emocionarse y que se me escapase un "Hola abuelita, ¿Como está?", por lo que mantuve mi cabeza gacha, pero aún así mi instinto de nieta tiró más fuerte.

-Buenas tardes.- Dije lo más neutral que pude mientras seguía mirando al piso y oprimiendo la emoción de ver un rostro familiar en una época desconocida.

-Buenas tardes.- Respondió ella con cortesía y siguió barriendo. 

Uff, primera prueba superada ¿Si quiera tengo pruebas que superar? No se veía muy distinta a 20 años en el futuro, lo que sí es que tenía su cabello teñido de color castaño y con la permanente.

Seguí mi camino, pero cinco pasos después se me alteró el ritmo cardíaco.

-¡Tita! Ven a ver tele.- Una niña le dijo. Paré en seco, lo más disimulado que pude e intenté voltear de la misma manera sin que se dieran cuenta. 

Era mi hermana mayor de pequeña.

Atrapada en los 90'sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora