A tiempo.

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El momento llegó.  Esa sensación de alivio, de saber que nada puede ya afectarte y alegrarte porque aquello que era un desafío, hoy es una meta cumplida.
Ese de saber que deseas que todo cambié.
Jamás sabes cuando vas a decir ¡basta, se acabó! Y en ese preciso momento en que lo has dicho, has sentido como se desprenden todos tus apegos más oscuros.
Una mente cansada, un exceso de tiempo indeterminado aguantando consecuencias que ni propias eran.
¿Que pasaría si te dijera que no estas aquí?  Si fueras una proyección de tu pasado y actuaras en tu presente.
Que pasaría si tu futuro no existiera, porque el no existe. No idealices, no fuerces, no esperes, no busques algo que no llegará.

Si tienes que pisar firme sobre algo, hazlo ahora.
No dudes! Ve hacia adelante porque nuestra preocupación no debe ser ¿"Que pasara mañana"?
Posicionate en el hoy porque  nuestro deber no está en el que hacer hoy para que repercuta en mañana.
Reaccionemos! Porque lo que hemos perdido, lo hemos perdido en un hoy por pensar en un mañana.
El ayer se esfuma como una hoja cuando prende en llamas, se termina cuando al abrir los ojos nos encontramos con un nuevo día, con el hoy...

Autómata delirante.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora