Te encontre.

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Sabia que estaba cerca, tan cerca que lastima.
Tan cerca que si te faltara el aire, él te lo daría. No es de esas personas egoístas, de esas que sólo ven lo bueno en ellas mismas; él es real y cada palabra de su boca florece como cual primavera.
Un día ya por fin nos dimos cuenta que para extrañarse era necesario alejarse.
Hace mucho que ya no siento sus besos y su calor, aquella manía de colocar mi cabeza sobre su pecho antes de dormir porque sino, me era imposible. Aquella necesidad de sentir su respiración agitada junto a la mia para perdernos y encontrarnos en un mismo lugar.
Aquella forma de abrazarme en la que sabía que nadie más lo haría, robando esos segundos perfectos que hacian que piense en él nada más.
Y ahora quiero que me hable...
Que me hable y susurre al oido las veces que no ha podido el sueño concretar.
Que vuelva a tomar mi mano y jamás por nada en el mundo, la vuelva a soltar.
No ha sido sensillo caminar sola pero sabía a lo que me enfrentaba porque le ame como a nada en el mundo y ese fue el tema; que para amar se requiere valor y romper los esquemas.
No supe salirme de lo que esta establecido.
No luche, dejé que nos ganará el orgullo que no era ni suyo, ni mío.

Autómata delirante.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora