2- Jonh

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Cuando despierta siente que se ha ido, lo que sea que tenia era un llamado, así lo sentía ella, y ya no está, se fue, pero iba a volver , de eso estaba segura, lo hacia últimamente. Lo raro de la situación es que ella no sabia exactamente qué venia, o qué la llamaba, era algo que no podía explicar, pero de lo que estaba segura. Se levanta y de inmediato ve a la señora Presco recogiendo unas pastillas de la repisa que está al frente, en esa momento se da cuenta de que está en la enfermería , intenta levantarse, pero siente un agudo dolor que le presiona el pecho. Sin querer emite un quejido que hace que la enfermera se voltee y le sonría ampliamente.

-Hola cielo, ¿como te sientes? - le dice mientras la ayuda a sentarse.

- Estoy bien- le responde, tratando de ponerse de pie. No le gusta estar allí y menos con una persona que no conoce y que la mira fijamente.

-Tuviste un ataque de pánico, eso es algo común en los adolescente que están bajo presión. Dime, ¿te preocupa mucho algo? ¿tienes problemas en casa? O ¿algún novio?- pregunta la señora Presco, mirándola a los ojos, como para descubrir si miente, o que le está ocultando. En ese momento abren las puertas de la enfermería salvándola de dar respuesta a algo de lo que ni ella misma está segura.

John entra muy molesto, se nota que no lo dejaban pasar y ha tenido que discutir con la señorita Belinda (es la suplente de enfermería) para que lo dejara pasar. Eslie y John se conocen desde pequeños, probablemente desde que la adoptaron, la madre de él y de ella son amigas desde la universidad, por lo tanto son muy unidas y por ende ellos también. El era el único con el que se sentía completamente a gusto y podía ser ella misma. El único que la entendía y apoyaba , y no podía imaginar lo asustado que estaría cuando se enteró que ella estaba inconsciente.

- Eslie, no me dejaban pasar. Yo... lo siento, no debí dejar que me separaran de ti en ningún momento - dice John con la voz quebrada, mientras le agarra la mano y acaricia los nudillo con el pulgar.

- Hey, tranquilo, no importa, estoy bien.- respondió tratando de tranquilizarlo, sino se calmaba el próximo que necesitaría ayuda seria el.

- Es que no entiendes estoy hablando con Jaime del partido del viernes cuando escucho los gritos de Karen, y en eso te veo, estabas horrible, no como en otras oportunidades, esta vez parecía que en serio te ibas a morir. Me Asusté muchísimo, y lo peor de todo fue que al traerte no me dejaran pasar contigo, a pesar de que fui yo quien te trajo - dice ahora más calmado.

- Y todavía no puede estar aquí, por lo tanto será mejor que haga silencio mientras yo termino con la señorita Rosse - interviene lo señora Presco. Escribe algo en una hoja y me la pone en las manos - Es el numero del señor Duarte, él es el psicólogo de la escuela, me gustaría que pasaras por su oficina cuando termines tus clases y conversaras con él. Si algo te preocupa y necesitas hablar, el es el indicado. Ya te puedes retirar, tomate el día libre hoy y descansa, mañana sera otro día. Yo me encargo de las materias en las que tengas evaluación hoy -dice con una sonrisa en su rostro.

Ella es de unos 30 años, aproximadamente, cabello rubio por los hombros, ojos azules y lindo cuerpo, en realidad es muy linda. Pero tiene algo que la hace sentir incomoda, puede ser la manera en que mira o ese extraño tic que tiene de mover los dedos aunque no esté haciendo nada con las manos. Le recuerda a la anciana horrible de blanca nieve, que trata de ganar tu confianza para luego asesinarte de la peor manera. Cuando se da cuenta que Eslie la está mirando por mucho tiempo  sin decir nada, la levanta ella misma y como si estuviera desesperada por estar sola, los saca de allí.

                                                              ★★★★★★★★★★★

- ¿No deberías estar yendo a clases en este momento? No quiero que te la Saltes por estar conmigo, yo ya estoy bien - le dice Eslie a su amigo, mientras caminan hacia su casa..

-Para nada, yo te voy a acompañar. Además , no todo es por ti. No quiero entrar a la clase del señor Johnson, no soporto la biología y mirar su enorme pansa que se mueve mientras camina cuando explica, no es precisamente lo que me apetece en este momento. - dice en tono de burla.

Así van todo el camino, riéndose de boberías y haciendo bromas. Cuando llegan a la casa de Eslie, se dan cuenta de que su mamá no está en casa y deciden ver una película, la cual ella no prestó a tensión porque no eran de las que le gustaba, ésta se trataba de súper héroes y villanos horribles, nunca se sintió atraída hacia esa clase de películas, ella era más del tipo de acción donde secuestran a alguien y probablemente el protagonista se pase las dos hora que dura la trama buscándola y peleando con medio mundo para encontrarla.
Pasan toda la tarde comiendo galletas y viendo diferentes películas.
Ella reconocía que lo que más extrañaría cuando se fuera sería a John, a su facilidad con la que la hacia reír, y lo mucho que la apoyaba. Estaba conciente de que cuando él se enterara probablemente se iba a molestar mucho porque no le haya contado lo que pensaba hacer, pero ella sabía que si lo hacía él no la dejaría irse, no sin él. Y ella lo quería demasiado como para hacerle eso, separarlo de su familia; además su madre últimamente estaba muy enferma de los riñones y necesitaba que él lo ayudara en la casa, ya que era el mayor.
Solo disfrutaría de su compañía hasta que sea el momento de irse.

CHIMAURI: en busca de la heredera Donde viven las historias. Descúbrelo ahora