PARTE 9

3.3K 349 129
                                    

Pasó una semana, y puedo decir con toda seguridad que fue los peores días a comparación de todos los años que estuve aquí.

Por una parte estaba tranquila porque Momo ya no me fastidiaba, fue como si yo no existiera para su grupo... aun cuando pasaba por su lado no recibía ni una mirada. Era extraño, pero una pequeña parte de mí creía que Rosé estaba detrás de esto.

Y hablando de ella, después de tanta insistencia al fin me hizo caso... y justo tuvo que hacerlo ahora.

No entendía porqué me molestaba que me ignore si yo misma pedía eso con insistencia. Estaba claro que la extrañaba aunque no quisiera admitirlo en voz alta, en todos estos días que salía de mi habitación esperaba encontrarme con sus bromas sin gracia, su insistencia al hablarme o su sonrisa al encontrarse con mis ojos. Pero nada de eso sucedió, lo único que encontré fue silencio cada vez que pasaba por mi lado, como intentaba a toda costa alejarse de mí cuando coincidíamos en algún lugar, o como esquivaba su mirada cuando coincidía con la mía.

Entré al comedor y me di cuenta que no tenía sentido estar aquí si no tenía apetito, estaba con ganas de regresar a mi habitación y eso era lo que iba a hacer, pero justo cuando iba a realizar esa acción, me sorprendí al ver la escena frente a mí, Rosé se encontraba sentada en la mesa contigua a la de Momo, al parecer eso de cuidarla la aburría demasiado porque su gesto expresaba como estaba sintiéndose ahora mismo.

Inesperadamente mi humor cambió de inmediato, no podía creer que esté justo aquí cuando solo hace segundos estaba pensando en ella, era como si el universo escuchara lo que quería.

Me detuve a observarla un poco antes de que mi cuerpo avanzara sin recibir una orden, fue como un imán, era como si yo no tuviese control de mi propio cuerpo.

Tenía en mente pedirle disculpas por haberme comportado de esa forma y por gritarle todas esas cosas sin sentido, en estos días había pensado mucho acerca de ello y siempre llegaba a la conclusión que había exagerado en mi reacción o quizás solo estaba buscando una excusa para volver a hablar con ella.

Cuando me di cuenta de lo que hacía ya era demasiado tarde, no podía regresar porque Seulgi ya había avisado a las demás de mi presencia.

-¿Quieres más café?- pregunté a Rosé sentándome frente a ella tomándola por sorpresa, miró hacia atrás confusa-

-¿Me hablas a mi?- se apuntó a si misma sin dejar de mirar a todos lados-

-Si... tu vaso está vacío-

-Ah, si claro...- me miró confundida- ¿Se toman turnos para atender aquí?- frunció el ceño esperando que responda- ¿Hoy te tocó a tí?-

-Esto no es un restaurant-

-Si bueno... es que tú...- dio una mirada tras de mi- olvídalo y no es necesario, yo lo haré- la detuve antes de que se levante-

-Yo iré, asi aprovecho en traer el mío- me miró sorprendida, yo tambien lo hubiese estado- No te vayas, necesito decirte algo- Me alejé con una sonrisa al ver como ella asentía con su boca abierta por la sorpresa, inesperadamente lo encontré adorable-

Ya había descubierto en esta semana lo que me sucedía con ella, estuve asustada y confundida al darme cuenta de lo que me pasaba, pero lo tuve que aceptar para poder estar bien.

Jennie y Jisoo me ayudaron mucho, ellas me llamaron hace tres días y pude hablar largo tiempo con ellas sobre este tema, aun teníamos mucho de que hablar, pero me ayudaron a entender como me sentía, no creí que fuera eso lo que me pasaba y aun tenía esa duda hace solo unos momentos, pero apenas la vi todas ellas desaparecieron.

SOMBRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora