SOMBRAS

PARTE 6

-Estoy segura que salió perfecta- retrocedí asustada al escucharla, por suerte sostuve con fuerza mi cámara-

Había decidido salir un momento de mi habitación, pero por supuesto que no lo había hecho porque sabía que ella estaría aquí a esta hora... ese no era el caso.

-Idiota...- susurré alejándome en dirección contraria-

-¿Sabes que pude escucharte?- preguntó, pero la ignoré sentándome en una de las bancas empezando a revisar las fotos de mi cámara- ¿Estás ignorándome pequeña?-

-Te dije que dejes de llamarme así- sabía que no tenía que responderle, pero ella sabía como lograr que mi humor cambie solo con escucharla... no la soportaba-

-Pensé que no ibas a hablarme-

-Quisiera hacerlo, pero eres muy molesta y no soporto escuchar tu voz, ¿No tienes a alguién más a quién molestar?-

-Nop- respondió con una sonrisa cuando resoplé malhumorada- ¿Cómo sigue tu mano?- preguntó cuando volví a prestar atención a mi cámara-

-No te interesa-

-¿Puedo revisarlo?- ¿Es que hablaba en otro idioma?-

-No... ya te dije que no te interesa-

-Está haciendo demasiado frío, puede que tu mano esté helada y si es así, eso ocasionará que te duela más-

-¿No me digas?- respondí con ironía-

-¿Dejarás que eche un vistazo?-

-No...- ¿Qué tenía que hacer para que me deje en paz?- yo ya lo hago todos los días, no necesito que nadie más lo revise-

-¿Pero ya está mejor? Porque parece que está algo hinchada-

-Mi mano está bien, es la venda que hace parecer lo contrario- ¿Por qué estaba dándole explicaciones?- Ahora si ya terminaste de preguntar, puedes irte Rosé, porque estás haciendo que pierda la paciencia-

-Recuerdas mi nombre- sonrió haciendo que la mire con sorpresa-

-¿Qué?-

-Me llamaste por mi nombre, suena lindo cuando lo dices- jugó con sus dedos nerviosa como una niña- pensé que no te acordarías-

-Largo...- exclamé molesta al darme cuenta que la había llamado por su nombre, se supone que no tenía que recordar nada sobre ella-

-¿También puedes darme tu nombre?- preguntó con una sonrisa adornando todo su rostro, seguro dándose cuenta de mi reacción-

-No- desvié mi mirada cuando la escuché reír, y también porque el viento jugaba con su cabello favoreciendo en su aspecto, hoy estaba... diferente-

-¿Qué tengo que hacer para que lo hagas?-

-Dejarme en paz-

-Entonces espero que te guste que te llame "pequeña"-

-No, no me gusta-

-¿Entonces como te gustaría que te diga?-

-¿Ahora puedo elegir contigo?- pregunté con molestia en mi voz- Porque desde que me hablaste quiero que dejes de hacerlo y no me haces caso-

-¿Quieres que deje de hablarte?-

-¿Tengo que repetirlo?-

-Bien... entonces no te hablaré a partir de ahora- pensé en serio que iba a hacerme caso, pero tuve que imaginarme que no sería tan fácil-