d o r m i r

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Changbin no sabe en que momento terminó en la puerta de su casa, con Felix a su lado.
El camino fue silencioso y los dos chicos no hacían más que estar en sus pensamientos.

Changbin abrió la puerta principal y Felix entró detrás de él. Todo seguía oscuro, nadie se había dado cuenta de la escapada que se dió el menor de la familia.

Changbin subió a su cuarto y Felix lo siguió, no le molestaba que Felix estuviese a su lado, le incomodaba un poco por qué no sentía que estaba bien estar juntos luego de hecer aquello.
El pelinegro se tiró en su cama, fijó su mirada en Felix, el recién nombrado fue caminando tranquilamente hasta el baño de Changbin adentrándose y saliendo segundos después, con un botiquín de primeros auxilios en sus manos.

Felix no se sentía incómodo ni nada por el estilo, se sentía bien estar al lado de changbin, su corazón no duele tanto estando tranquilamente con Changbin, muy tranquilos para su gusto, todo estaba en silencio, no era uno incómodo, era un silencio en el sentido de nadie querer decir algo para no cagarla, de querer dejar que las cosas pasen sin apuros.

Felix se sentó a un lado del cuerpo de Changbin, este entendió y también se sentó, mostrándole sus brazos a Felix, quien no puedo evitar soltar una maldición al ver más heridas ahí y no eran sólo heridas recientes, hay cicatrices demostrando que eso viene desde antes y que algunas no fueron con sus propias uñas, hay quemaduras de cigarro y cortadas que seguro fueron con navajas, Felix siente tantas ganas de llorar por qué tantos años juntos y no sabía por lo que pasaba el pelinegro, no lo entendía, todo el tiempo estaban juntos, ¿que estaba mal? ¿por qué paso el pelinegro?.

Changbin tampoco sabía por qué lo hacía, tal vez por el estrés, por la frustración, por el enojo, por los recuerdos... por el pasado, por no ser suficiente, por no ser un buen niño.

Tenía traumas, tiene recuerdos dolorosos, tiene un pasado oscuro que nadie sabe, sí, sabe que es depresión la conoce muy bien, pero esos días... no quería admitirlo, por qué odia tanto esa mierda, por qué odia tanto todo lo que tiene que ver con volver a ser malditamente jodido.

Felix entiende, entiende que el pelinegro esta luchando con sus fantasmas de hace ya tiempo, qué está en una batalla que no tiene fin, pero se siente tan mal al no darse cuenta de eso, al no estar verdaderamente al pendiente de su pareja.

Pero Changbin no culpa a Felix por no haber estado en los momentos donde lo necesitaba, no lo culpa por haber estado en su boca cada vez que era bañado con agua congelada o lastimado, no lo culpa por haberlo dejado solo con personas que no hacían más que decirle cosas horribles sobre su persona, Felix no tiene la culpa de no haber estado presente en los momentos malos, por que los buenos momentos que él vivió Felix estuvo presente y eso le hace más que feliz, pero ahora mismo, no sabía que explicación dar, no sabía que hacer o decir, sólo bajó la mirada.

Felix comenzó a limpiar las heridas, la sangre seca, Changbin en ningún momento se quejó y Felix supuso que es por qué el pelinegro esta tan acostumbrado al dolor físico que un minimo dolor más no lo haría llorar.
Besó los brazos lastimado de Changbin, por qué necesitaba que el pelinegro sepa, sepa que por más que tenga cicatrices, traumas, pasados oscuros o sea agresivo con él mismo, felix lo amaría igual, por qué Changbin a los ojos de Felix era la persona más hermosa, angélical y perfecta en la vida.

Changbin formó un puchero con sus labios cuales tiritaban avisando que estaba por largarse a llorar como un niño pequeño, changbin jamás habló con Felix sobre lo que pasó, jamás le dijo a felix que tenía sus brazos marcados de tal manera, jamás le dijo a felix que este por más de no estar a su lado, simplemente nombrarlo le daba fuerzas en esos malditos momentos que ahora siguen en sus recuerdos.

—Quiero saberlo todo, quiero saber por qué jamás me lo has dicho—agarró el labio inferior de changbin, con el cual estaba formado su puchero, con sus dedos para estirarlo.—yo... yo podría haber estado para tí en tus momentos duros, lamento no haberlo hecho—bajó su mirada a sus manos.

—No... no tienes la culpa de nada felix—habló por fin, Changbin.

Felix se acercó más al cuerpo de Changbin y lo abrazó, por qué necesitaba hacerlo, necesitaba sentir el pequeño cuerpo rodeado por sus brazos.

Changbin sin dudarlo también lo abrazó, necesitaba tanto ese abrazo, los abrazos de Felix son sus favoritos siempre, para toda la vida.

—Vivía con mi tío cuando comenzó todo, Felix—estaba dispuesto a contar.—no era feliz con él, me obligaba a hacer cosas que no quería—su voz se entrecorta en algunas palabras.—me da tanto asco con sólo recordarlo.—le dolía volver a sus recuerdos pasados.—cuando hacía algo mal o no le gustaba lo que hacía, él me golpeaba, me dajaba bajo agua helada..—no quiere seguir, pero necesita sacarlo de una vez por todas, abrirse a su pareja de años.—O me desnudaba y comenzaba a n-nalguearme—comenzó a llorar, se sentía aún más débil al volver al pasado.

Felix no sentía nada más que no sea enojó, rabia y ganas de asesinar a ese hombre desconocido para él.

—¿Hace cuanto pasó esto?—pregunta ocultando su molestia.

—Era un niño.—contestó finalmente.—pero los monstruos en mi cabeza...—apunto en su cien.—siguen atormentándome todas las noches.

Felix sentía tanta impotencia por no poder hacer nada por Changbin, no poder hacer qué este se sienta mejor consigo mismo.

—¿Hay algo más que quieras decirme?—preguntó felix.

Seguían abrazados así que Felix hizo que cayeran en el colchón hasta quedarse acostados abrazados, intentando hacer que el pelinegro se sienta seguro en sus brazos.

—Ya no me dejes solo con personas que no conozco.—murmuró.

—¿De que habl...—no terminó la palabra porque lo recordó, cuando dejó a su novio con unos chicos y chicas que conocía, con los cuales era muy unidos.—¿que hicieron?...

—Felix...—no sabía si decirlo pero con la mirada demandante del rubio tuvo qué soltarlo.—ellos prácticamente me echaron, me dijeron que era un asco y que no tenía que estar contigo por que no te merecía, que tú merecías algo mejor.—era duro para Changbin soltar todo este tipo de cosas en esos momentos porque esas palabras eran tanta verdad.

Felix se sentía aún más molesto que antes.

—Cariño...—le habló tiernamente.—todos ellos, la pagarán.

Changbin no sonrió, tampoco dijo nada, soltó el aire que tenía contenido en sus pulmones y terminó por cerrar los ojos, quedandose dormido al instante.

Felix al darse cuenta de que el pelinegro quedó dormido, le dió un beso en su cabeza y terminó por dormirse el también, sin soltar el frágil cuerpo que estaba en sus brazos.

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¿Seducido y engañado?••ChanglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora