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Joel sonrió arrogantemente.—Ansioso. Me gusta.

Erick se retorció debajo de su mirada y Joel sabía que debía de estar rodeado por un aura de dominante.

—Otra cosa que debes de corroborar es si hicieron la tarea. Por ejemplo, ¿Has hecho tu tarea, Erick? —preguntó para luego chasquear su lengua y negar con desaprobación. —Yo creo que no. Debiste haberte quitado la ropa y no lo has hecho...

Erick apretó sus piernas fuertemente y una de ellas parecía temblar un poco. Joel sintió orgullo burbujear dentro de él por ser capaz de lograr eso en un chico de 22 años.

—Fuiste un mal alumno —dijo con seguridad y contundencia. Su vista estaba nublándose de a poco y su mano se comenzó a apresurar torpemente por la tosquedad de su mano. —Hay de esos, ¿sabes? Alumnos malos, que puedes enviar a detención. —Joel sentía a su cuerpo arder por el calor que sentía, lo estaba consumiendo desde adentro. No iba a revelar más de lo que ya estaba diciendo, pero le fue imposible dejar ésta parte de él fuera de lo que estaba a punto de pasar.

Joel sabía muy bien que debía de usar contratos y mucho papeleo, explicar sus tratos brutos pero no se trataba de eso ahora. Ahora solamente iba a ser sexo, solamente iban a ser ellos, sus cuerpos. Por lo que podía dejar sus fetiches, cuarto de juego y juguetes, fuera de esto.

Joel finalmente se acercó a él y con su pulgar acarició su mejilla, para luego pasarlo por su labio inferior, sin dejar de tocarse en ningún momento. —Pero para ti tengo un castigo diferente.

Erick finalmente hizo algo al respecto, levantándose rápidamente y desajustando sus pantalones antes de caer de rodillas frente a Joel. Estaba casi correctamente en posición, bastante cerca a como a Joel le gustaría tenerlo en su casa. Y por esa misma razón sintió como su corazón aceleraba su ritmo, golpeando su pecho con fuerza.

Joel bajó sus pantalones, haciendo que cayeran alrededor de sus tobillos, segundos después los bóxers cayeron también, revelando sus piernas con fuertes y firmes muslos. Tenía su puño alrededor de su muy dura y grande polla, la cual estaba completamente erecta y con la cabeza brillante e hinchada. Erick se encontraba totalmente concentrada en ella, viéndola como si fuera extremadamente apetecible, por lo que lamió sus labios una vez más.

Joel seguía con la camisa puesta, sin embargo. El borde de ésta llegaba encima de su entrepierna y se doblaba un poco hacia arriba, no estorbando en lo absoluto.

Las manos de Erick temblaban en sus propios muslos donde estaban apoyadas, y Joel no sabía si era por querer tocarlo a él o a sí mismo.

La punta de la polla de Joel brillaba por las gotas de presemen en ella y parecía lista para disparar.

—Abre —demandó y Erick lo hizo al instante. Tan hermosamente obediente que Joel jadeó.

Se enterró dentro y profundamente, haciendo que Erick cerrara sus labios alrededor, como si quisiera mantenerlo allí por siempre. La mano derecha de Joel viajó al cabello de Erick y apretó en un puño las hebras entre sus dedos, haciendo que el moreno gimiera, soltando el aire por las fosas nasales y haciendo revolotear a sus pestañas mientras que sus ojos giraban hacia atrás en su cabeza.

La lengua de Erick se movía expertamente alrededor de su ancho y largo, succionando con entusiasmo. El pecho de Joel vibraba con los gemidos que intentaba retener porque era algo consciente de que estaban en la escuela y que podrían escuchar. Afirmó su agarré en Erick, y empujó sus caderas hacia adelante, haciendo que Erick se detuviera para sólo dejarse hacer.  Joel se quedó unos segundos enterrado a fondo, sintiendo la punta de la perfecta nariz de Erick contra su pelvis y la pequeña picazón de la barba de Erick al rededor.

Erick lo estaba mirando, respirando con esfuerzo por la nariz para no ahogarse, Joel se sentía latir dentro de su garganta, una muestra de que a su polla le gustaba lo que estaba sucediendo y de que no iba a aguantar mucho luego de tanto manoseo propio.

Pequeñas lágrimas aparecieron en la esquina de los ojos de Erick y vio como su mandíbula parecía querer ceder, de seguro ya doliendo un poco. Joel se alejó lento, tan lentamente, para luego volver a embestir con fuerza. No tenía un papel donde dijera que Erick estaba a favor de esto, a favor de que Joel lo use y lo deje adolorido un poco, pero si Erick no quería, siempre podría alejarse, y el menor no lo hacía.

Él seguía aceptando lo que Joel le daba y su alma dominante estaba desesperada por empujar sus límites y ser capaz de ver hasta dónde podía llegar pero sabía que no podía hacerlo, no sin mínimamente tener su consentimiento al saber qué era lo que Erick estaba probando en él, al saber que Joel estaba probando si podía ser buen sumiso.

Erick parecía serlo, sin duda.

The Teacher [Joerick] Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora