CAPITULO 12

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Sus piernas entrelazadas, ambos estaban tumbados a lo largo de la cama, sus manos posesivamente encima del cuerpo contrario. Minho se había dormido con ____ , pegada a su cuerpo, la tenía abrazada, una mano descansaba sobre el pecho de la chica, quien trazaba pequeños círculos en el pecho de Minho. La oscuridad cubría la habitación caliente. Le gustaba estar así con él, aunque no estaba seguro de si eso era bueno. Se levantó de la cama, y entró al cuarto de baño, al salir se quedó en la puerta mirando como el pecho de su vecino subía y bajaba tranquilo, relajado. Una sonrisa se curvó en su hermoso rostro. Buscó el armario, y sigilosa se acercó a el, lo abrió y buscó algo, quería algo... corbatas. Eso bastaría. ¿Dónde estaban las malditas corbatas? Si estuvieran en su casa ya tendría solución... Después de moverse en silencio por la habitación al fin dio con ellas, esperaba no romperlas , bueno, en caso de que se rompieran le compraría más.

Se hizo con tres, y en completo silencio y aguantando la euforia, se acercó a la cama, donde Minho dormía. Ató una corbata a cada una de las muñecas de Minho mientras lo hacía notaba como el calor anticipado le recorría el cuerpo. Dios, como iba a disfrutar aquello. Una vez lo hubo atado, se sentó a su lado, no, quería jugar más, decidida fue a inspeccionar. Minho abrió los ojos, cuando algo frío le acarició los labios, al instante sintió los de contra los suyos y los entreabrió dejándose besar, quiso abrazarla, y dando un tirón se descubrió amarrado.

— Pero... -se quejó dando nuevos tirones. -Shh... -siseó ella -No querrás romper tus preciosas corbatas ¿No? ____ -gruñó él mirando los amarres de sus muñecas, si tirara un poco más, quizás la partiera, qué más daba una corbata más, una corbata menos, tenía para dar y regalar

— Suéltame -pidió. La respuesta de ___ llegó con un sonido de spray, algo frío le acarició el pecho y siguió acariciándolo hasta la altura del ombligo, él gimió cuando la lengua de ____ siguió el mismo recorrido que aquella cosa. La oscuridad lo cegaba y no sabía que era.

— Sabes tan bien -jadeó ella. El spray sonó de nuevo, y esta vez sintió aquella esponjosa cosa sobre la parte más caliente de su cuerpo, más caliente y dura; su miembro. Un jadeo de anticipación sonó en la habitación

— Me encanta la nata -dijo ella. Y su lengua recorrió toda la extensión de Minho.

Minho tironeó de sus muñecas, quería tocarla, acariciarla, sentirla, agitó las piernas, pero entonces se sentó sobre ellas, Minho alzó la cabeza, justo en el momento en el que sintió la mano de cerrándose alrededor de su pene. Se inclinó sobre él y sus labios se posaron sobre su pene, los entreabrió, y su cálida lengua cayó sobre la erección de Minho, antes de comenzar a tomarlo con la boca, despacio.

— _____ -. gimió él, alzando un poco la cadera. Ella retiró su cabello y lo echó sobre un hombro, alzó la vista, y agachó la cabeza, tomándolo más, poco a
poco despacio, mientras lo acariciaba con la lengua. Los movimientos continuaban, ella subía y bajaba, mientras Minho luchaba contra aquellas malditas corbatas

— Dios, ___ -gruñó él. Estaba tan cerca... tan cerca...dios. Y entonces se retiró. Mirándolo, ___ se colocó sobre él a horcajadas, su sexo rozaba el miembro de Minho, el cual agarró, se dejó caer un poco sobre él, sintiéndolo más cerca, y luego se acarició de arriba hacía abajo, antes de colocarlo contra su entrada nuevamente. Jadeó.

«Dios, dios, dios» No iba a gritar, aunque no podía evitar el calor que la consumía. Apoyó las manos abiertas en el vientre de Minho y se fue dejando caer sobre él, dejando que la llenara poco a poco, despacio, cerró los ojos, cuando en los últimos instantes se dejó caer sobre él con fuerza. Minho gruñó, ella se mordió el labio. Con los ojos cerrados, y apoyada con las manos sobre Minho, comenzó a moverse, subiendo y bajando sobre su miembro, cada vez más y más rápido. Notó las paredes de su vagina contraerse, y se dejó caer sobre él con fuerza, buscando su liberación. Minho se tensó en su interior, y gritó el nombre de su vecina, mientras tiraba con fuerza de las corbatas luchando por poder tocarla.

____ sonrió y se detuvo, él había alcanzado el orgasmo; le tocaba a ella. Se aferró a los hombros de Minho, y buscó su boca besándolo mientras se movía encima suyo con desesperación. Gimió mientras lo besaba, deteniendo a veces el beso mientras su sexo palpitaba. Dando un grito, se movió por última vez, y se detuvo dejándose caer sobre Minho.

En el silencio de la habitación se oían sus respiraciones irregulares, que luchaban por volver a la normalidad. Los jadeos y suspiros que algunas veces soltaban.

— ______....

— ¿Mmm? -susurró ella soñolienta.

-¿Me desatas? De un salto ella se incorporó, pero volvió a relajarse.

— No se ... -dijo juguetona, aunque en un principio se había olvidado completamente de ese detalle.

— Vamos, cielo. Con una sonrisa ella le quitó los nudos, y le besó las muñecas que tenían la señal de las corbatas.

— Siento mucho que te hayas hecho daño.

— No pasa nada -contestó él.
___ se recostó a su lado y cerró los ojos. El colchón se movió a causa de Minho, ella suspiró contenta y relajada. De pronto unas manos se cerraron en torno a sus muñecas y la presionaron contra el colchón.

— Minho ... -jadeó ella.

— Shh -siseó él imitándola. Buscó su boca y la besó con lentitud, perfilándole los labios con la puntita de la lengua antes de adentrarse en las profundidades de su boca

— No creías que ya habíamos acabado ¿verdad?-. Ella no contestó, no estaba en condiciones, todo pensamiento o explicación desapareció de su mente, en el preciso momento en el que Minho descendió sus labios a lo largo de su cuello, en una leve caricia, un gemido se escapó de sus labios, cuando Minho capturó uno de sus pezones y los mordisqueó antes de lamerlos. La espalda de ___ se curvó y se retorció bajo el colchón. Sus piernas se separaban como por arte de magia, cada vez más, un gritito se escapó de su garganta cuando Minho abarcó su sexo con la palma de la mano, mientras lamía uno de sus erectos pezones. ____ alzó su cadera pisando el colchón, cuando él separó los pliegues de su sexo y se adentró en ella con un par de dedos.

Le costaba respirar con normalidad, y mucho más le costaba pensar con claridad. Sus manos estaban sujetas contra la cama, agarradas por la fuerte mano de Minho, su cuerpo ardiente se movía sin cesar, dándolo todo de si. Sin que ella se diera cuenta, Minho la soltó, dejó una hilera de besos sobre su vientre mientras descendía, y se colocó entre sus piernas.

Ella contuvo el aliento.

Hasta que él separó sus pliegues y pasó la lengua de arriba hacia abajo. Un pequeño gritito resonó en la habitación, seguidos de los gemidos que llegaron cuando él aumentó la presión de su lengua, insistiendo en su clítoris, mientras se adentraba en ella con sus dedos. ______se retorció aferrándose a las sábanas, de vez en cuando se mordía el labio por no gritar, y sus caderas se mecían de arriba hacía abajo inquietas.

Gritó llamándolo, mientras el orgasmo se apoderaba de su cuerpo, sus ojos permanecían cerrados sus caderas se movían empujando la boca de Minho.

Cuando al fin cesó, cayó sobre el colchón y suspiró con fuerza. Minho se arrodilló delante de ella, y le acarició la parte interna de los muslos, ____ aun luchaba contra su respiración, y aún no había conseguido pensar con claridad, él se situó, y antes de que ella pudiera pensar en nada, un grito inundó la habitación en el momento en el que el la penetro. Arremetidas rápidas y profundas, salvajes. El sonido de sus respiraciones aceleradas, jadeos, gemidos, el sonido de sus cuerpos al chocar, sus voces roncas llamándose y suplicando más y más. Las declaraciones y peticiones inentendibles. Él la penetró con fuerza, y ella se aferró a sus hombros, mientras él la embestía una y otra vez, su sexo palpitó abrazándolo, y un grito salió de su garganta cuando un segundo orgasmo se apoderó de ella. Minho la miró a los ojos, y la penetró profundamente un par de veces, hasta alcanzar el clímax y caer sobre el sudoroso cuerpo de su vecina.

______ lo abrazó y respiró
profundamente.

— Dios, Minho -jadeó. -Aún quedan muchas horas antes de amanecer -susurró él, apartándole un mechón de pelo de la frente y besándosela.

Definitivamente... le iba a dar una oportunidad a su vecino.

Mujeriego [MINHO&TU] Stray Kids Donde viven las historias. Descúbrelo ahora