joie de vivre - sekai

SIDE B - TRACK 16

Sehun no se considera demasiado familiarizado con cómo se supone que se deben celebrar los cumpleaños. La imagen en su cabeza es la de un pastel tradicional y una vela, tal vez globos, kazoos, sombreros de fiesta y manos cubiertas con glaseado - pero esa imagen pertenece tanto al pasado, bajo capas y capas de papel de neón y en silencio después de la medianoche, que no le parece una celebración lo suficientemente adecuada para alguien de la edad de Jongin.

El primer problema es que eso lo deja atascado, completamente sin un plan y totalmente despistado, y cree que podría tildarse de peor compañero de cuarto, peor amigo, peor novio en forma de hierro caliente presionado contra su antebrazo izquierdo.

No se sentirá muy diferente, piensa, que el pánico que siente cuando el 14 de enero se cierne sobre ellos demasiado rápido para su gusto.

Sin embargo, compra un pastel y lo mete en el mini refrigerador de la sala común hasta las once de la noche del día 13, cuando apenas logra escabullirse del dormitorio con una excusa a medias ante un Jongin descaradamente desconcertado. Es pequeño y delicado, con glaseado de chocolate y una textura esponjosa de vainilla, y tiene mucho cuidado de balancearlo en sus manos mientras abre la puerta de un puntapié y la trae, con la vela que encendió con un encendedor que había recogido de la mesa de café.

Jongin está sentado en su cama con una media sonrisa, sin molestarse en pararse y ayudarlo con la puerta - y el pastel, oh querido señor, el pastel se va a caer, y observa con leve diversión como Sehun apenas logra llegar a uno de los escritorios, una mano instintivamente subiendo para proteger la luz de las velas.

"Estoy conmovido, Sehun-ah".

Sehun lo mira. "Sí, definitivamente lo pareces", murmura, dando a la expresión un tanto somnolienta de Jongin una iguál.

Jongin realmente suena conmovido; solo que hay menos deleite genuino allí y más de otra cosa. Algo que hace temblar los huesos de Sehun y lo hace sentir un poco más frío de lo que debería hacerlo cuando la ventana cerrada.

Sin embargo, no tiene tiempo para pensar en ello: detrás de Jongin, el reloj digital parpadea 11:56. "Date prisa, quedan menos de cinco minutos".

"Se supone que debemos hacer esto después de la medianoche", se queja Jongin - pero sigue con lo pedido de todos modos. Más cerca del pastel, más cerca de Sehun. "¿Por qué nos estamos apurando?"

"Tienes trabajo mañana. Necesitas dormir lo suficiente".

La sonrisa de Jongin de repente se ve un poco insulsa - Sehun lo deja pasar como un truco de luz a la luz de las velas. "Pero necesitamos pasar más tiempo juntos. Es mi cumpleaños".

"Tenemos tiempo." Sehun le frunce el ceño por encima de la vela, trata de hacer que su expresión parezca de no te preocupes, tengo planes mañana. "Date prisa. Desea".

"¿Deseo?"

"La vela, Jongin".

Jongin suspira, mirando la vela como si estuviera examinando un bicho recién descubierto, sus ojos entrecerrados y renuencia. Él mira a Sehun, y por un momento, parece que está suplicándole - para qué, no está realmente seguro. Pero parpadea, y se va tan rápido como el fuego cuando Jongin finalmente se inclina para apagarlo.

Sehun aplaude, bastante torpe. Mira fijamente la cara de Jongin, trata de captar lo que implica su expresión: se parece un poco a la decepción, o, si se atreve a mirar un poco más cerca, tal vez angustia.

Todavía tiene frío. Está oscuro en la habitación y tiene frío.

"¿Qué- qué deseaste?"

Jongin parece que no había esperado que le preguntaran, y parpadea en ligera confusión durante unos segundos antes de que sus ojos muestren entendimiento. Sin embargo, su rostro no se aclara, y la media sonrisa regresa en una réplica descolorida de la sonrisa que le había dado a Sehun meses atrás. Se ve un poco más grande de repente, más vulnerable, y una parte de Sehun todavía tiene la suficiente negación para convencerse a sí mismo de que es solo un truco de luz y que está oscuro, eso es todo.