Querida Emma [Editando]

~40~

Lo primero que hice al llegar a mi casa fue tomar mi teléfono y escribirte.
Demoraste un poco en contestar pero finalmente lo hiciste, dijiste de encontrarnos en el parque mas a la tarde, claramente, eran apenas las 8 de la mañana.

Dado que no habia dormido nada en la noche decidí acostarme y tomar una pequeña siesta.

Cuando abrí mis ojos al despertar miré por la ventana noté que estaba obscuro, me levanté y vi que era de noche.
Rápidamente salí de mi casa en mi bicicleta y de camino compré un pequeño ramo de flores.

Llegué y comencé a golpear la puerta hasta que tu madre me abrió.

Al princpio te excusó diciendo que estabas dormida, le expliqué lo sucedido y le rogue mil veces que me dejara entrar hasta que sedio.

Al entrar a tu habitación me disculpe una y mil veces y te di el ramo de flores, me las arrojaste diciendome que odias las flores, y diciendome que no querias que nunca vuelva a intentarlo por que no funcionaria, me pediste que me fuera sin siquiera dejarme explicarte nada.

No se cuando mis ojos se cristalizaron pero los tuyos igual, con el alma dolida no solo por mi sino mas bien por ti, sali de tu habitación y luego de tu casa diciendole gracias a tu madre y despidiendome con un buenas noches.

Me fui verdaderamente muy lento ya que no sentia tanta rabia como para ir muy rápido, y sabía que si lo hacia terminaria mal.

Al llegar a mi casa y mi madre ver en el estado que me encontraba me abrazo fuertemente obligándome a que le contara lo sucedido, creo que ya no le caes tan bien.

Al ir a mi habitación me tiré en la cama tapando mi rostro, mi teléfono sono con tu tono y lo agarré rápidamente.

Me pediste disculpas por lo que habías hecho ya que tú madre te habia contado lo sucedio pero igualmente lo que me habías dicho era cierto y que querias que lo cumpliera.

Claro me resigne una y mil veces y luego decidi dejar esa conversación ya que sabia que no lo soportaría.