Después de armar el rompecabezas del milenio yugi acompañado de sus amigos han superado las adversidades durante sus aventuras, siendo capaces de liberar a los espíritus atrapados en tres chicos, yugi, malik y ryo. A medida que pasaba el tiempo los...
Nuestros protagonistas se encontraban navegando a bordo de un barco en dirección al valle de los reyes para completar el ritual y poder mandar las almas de los Yamis (atem, marik y bakura) a su respectiva época.
Durante el día Yugi y Atem preparaban sus barajas para el duelo que definirá el destino de los espíritus. Yugi se encontraba acompañado por Malik y Ryo platicando de cómo se sentirían después del ritual.
-y si me rechaza- decía Yugi a los demás encogiéndose de hombros con su mirada cristalizada.
-vamos Yugi no pienses eso- decía Ryo mientras posaba su mano en el hombro del contrario para darle ánimos.
-además no eres el único que se declarara esta noche- decía Malik con un poco de burla para hacer sentir mejor a su amigo, a lo que logró.
-tienen razón después de todo es nuestra última oportunidad de que sepan nuestros sentimientos- decía Yugi secándose las lágrimas que amenazan con salir y guardando su baraja ya preparada.
¡¡A si se habla!!-pronunciaron ambos chicos con emoción a lo que Yugi sonrió. Como ya era demasiado tarde se despidieron y cada quien se fue a su respectivo cuarto.
A la mañana siguiente todos se adentraron a aquella cueva donde se encontraba la lápida de los artículos del milenio y que atrás de esta se encontraba una puerta decorada con antiguas inscripciones Yugi y Atem se pusieron frente a la lápida y cara a cara empezó el duelo.
Pasaron dos largas horas en las cuales el ambiente se sentía pesado y lleno de sorpresas, como la increíble caída de los tres dioses egipcios, que por lo visto el famoso Seto Kaiba apoyaba a Yugi y que aquella batalla fuera tanto increíble cómo triste. Hasta que llego el final decisivo, en el cual Atem no tenía ningún monstro para protegerse del último ataque de Yugi para ganar.
Yugi la verdad no quería hacerlo, quería que Atem permaneciera a si lado para siempre, pero eso sería muy egoísta de su parte así que con todo el dolor de su corazón lanzo el último ataque llevando los puntos de vida del faraón a cero.
Después de que su mostró desapareció Yugi se desplomo con lágrimas deslizando por sus mejillas e intentando que sus sollozos no se puedan oír para no preocupar a los demás.
-mi pequeño no llores me duele verte así- decía Atem mientras lo levantaba y acariciaba su mejilla, yugi no dijo nada solo mantuvo la mirada en el suelo destrozado, a lo que el faraón tomo con delicadeza el mentón del menor y lo hizo verlo a los ojos- no te preocupes sé que esto es más difícil para ti como para mí pero recuerda, una parte de mí siempre te acompañara- y con esto le dio un pequeño beso en los labios valiéndole la presencia de los demás, que por su parte tea estaba con un pequeño hilo de sangre y sonrojada cual tomate, el abuelo miraba con una sonrisa y joey y kaiba se miraban de reojo. En cuanto a marik y malik, bakura y ryo estaban igual que yugi y atem demostrándose amor por última vez.
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Y este es el principio damas y caballeros!!
dejen en los comentarios si les gusto
me disculpo por mis faltas ortográficas y por hacer el prólogo algo chico y complicado
pd: ando editando la historia porque francamente no me esta gustando como esta quedando y pues espero que les guste el cambio