Abro la ventana y corro de vuelta a la cama para taparme con las sábanas hasta las clavículas. Tengo frío. Un frío que comienza en las puntas de las falanges de mis extremidades inferiores y sigue subiendo. Lento, firme y arrastrando todo a su paso; como el tsunami que deriva del terremoto en el mar. Este frío deriva del temblor que provocaste en mis cimientos [eso a lo que llamamos huesos].
El frío continúa apurandose... tibia y peroné... fémur... isquión, pubis y sacro... y comienza a apoderarse del eje vital. Cinco eles, doce tes y tres ces (pasando por las doce costillas, el esternón y bifurcarse por mis miembros superiores), se detiene en seco al llegar a la altura de la C4.
Hola cartílago cricoides. Hola cuerdas vocales paralizadas. El frío se para porque el fuego había conquistado esa zona primero.
Me arde la garganta. Me escuece. Mi respiración se enlentece porque al aire le cuesta pasar a través de ella. Duele. Aguanto la respiración inconscientemente. Parece que la corriente que entra del exterior de mi habitación alivia un poco el ardor; pero solo un poco. Tras varios minutos observando como asciende y desciende mi pecho [irregular y pausadamente], mis ojos se comienzan a humedecer. Y llegan a un punto de no retorno, explota la cañería y comienzan a salir litros y litros de agua a presión.
Y si la falta de oxigeno no me ahogó, tal vez lo hagan las lágrimas.
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Cuaderno de vidácora
AcakCuaderno de vidácora: cuaderno en el que se anotan los incidentes de la vida. Incidente: aquello que se interpone en el transcurso normal de una situación o de un evento. Hay incidentes positivos e incidentes negativos.
