Louis y Harry se conocen, se enamoran y en un ataque de locura se casan rápidamente. A los pocos meses empiezan los problemas en su matrimonio y entonces deciden ir a un consejero matrimonial, para que los ayude.
Louis tops
Harry bottoms
(Junio 2018)
Estaba siendo un día como otro cualquiera en la estresante vida de Louis Tomlinson, un atractivo médico de veintinueve años, muy reconocido y el cual apenas contaba con una vida personal, ya que su vocación le mantenía ocupado casi las veinticuatro horas del día.
Su lista de pacientes acostumbraba a ser interminable pero le gustaba tanto su trabajo, que Louis no se iba tranquilo a su casa, mientras no los atendiese a todos.
Incluso muchas veces ni se iba pues dormía unas horas entre turno y turno, en la sala habilitada con un sofá, para que los médicos residentes del hospital general de Los Ángeles, pudiesen echar una cabezada, en los ratos libres, mientras su pobre compañero Jack estaba solo durante horas.
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El doctor estaba disfrutando de un merecido café, cuando su busca sonó junto a los de sus otros compañeros.
Resultó que el aviso era sobre un accidente múltiple, por lo que las ambulancias estaban camino al hospital, trasladando a muchos pacientes a la vez.
El choque en cadena había sido muy aparatoso y había múltiples heridos, así que todos acudieron inmediatamente a la sala de urgencias.
-Buenas tardes.. ¿Harry Styles verdad?-dijo el ojiazul, leyendo la hoja del paciente a examinar, al entrar el box que le había sido asignado.
-Si soy yo, doctor-dijo una ronca y profunda voz que lo hizo estremecerse.
Entonces Louis levantó los ojos del papel y se encontró con un hermoso hombre de veintitrés años con una larga y rizada melena y con unos preciosos y brillantes ojos verdes, aquejado de un fuerte dolor en el pecho.
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-Bien...emm... se-señor Styles, descubra su pecho por favor... Procederé a revisarle.
El ojiverde obedeció y se quitó la camiseta, dejando al médico boquiabierto y con un repentino y abrumador calor, ya que encontraba a su paciente jodidamente sexy.
Louis sentía la jadeante respiración de Harry en su cara mientras lo obscultaba y el corazón sin más, empezó a latirle con más fuerza.
-¿Do-Dónde exactamente es que le d-duele?-dijo nervioso, pasando su mano por el tatuado, fuerte y sexy torso del ojiverde, el cual incesantemente, le provocaba lamerlo y morderlo hasta saciarse.
