Louis y Harry se conocen, se enamoran y en un ataque de locura se casan rápidamente. A los pocos meses empiezan los problemas en su matrimonio y entonces deciden ir a un consejero matrimonial, para que los ayude.
Louis tops
Harry bottoms
(Junio 2018)
Tanto Louis como Harry, se encontraban muy incómodos contándole sus intimidades a un extraño aunque fuese su consejero matrimonial.
De hecho les costó mucho empezar a hablar pues Niall fue en un principio el que habló todo.
...—Bien señores Stylinson, estamos aquí para encontrar la raíz de su desacuerdo y solucionarlo. A la vista queda claro que se aman y que desean volver a tener, lo que había al principio de su relación, sino no estarían aquí. Necesito que se sinceren y hablen con total libertad, tranquilos esto no saldrá de estas cuatro paredes y deben tener claro que yo estoy aquí para ayudarles, no soy su enemigo, ni ustedes lo son. Bueno quien de los dos quiere empezar.
Louis entonces asintió y empezó a hablar.
—Bueno pues como le dije por teléfono, Harry y yo llevamos casi un año casados pero hace varios meses que acarreamos problemas.
De repente Harry carraspeó interrumpiendo a su marido.
—¿Harry desea usted decir algo?—dijo Horan animando al rizado a participar.
Harry entonces los miró y negó con la cabeza, mientras hacía una mueca con la boca.
Louis iba a continuar pero de repente el ojiverde decidió hablar.
—¿Qué acarreamos problemas?—preguntó irónico mirando a su marido, el cual estaba sentado a su lado. —Que yo sepa él de los problemas y los celos patológicos eres tú. Yo estaba perfectamente bien y feliz mientras no has empezado a acribillarme a preguntas y a registarme como si fueras un policía de aduanas cada vez que regresaba a casa— añadió molesto Harry.
—¿Cómo no iba a mirarte la ropa o hacerte preguntas?. En ese lugar donde trabajas todos se te restriegan como hienas en celo. Cientos de notas con dedicatorias y teléfonos he encontrado en tus pantalones y en tu bolsa de la ropa sucia. —Louis hablo muy dolido.
—Te he dicho millones de veces que yo no les hago caso. Me da igual lo que hagan, yo solo hago mi trabajo.—habló entonces más molesto el rizado.
Horan decidió detener la batalla pues amenazaba con salirsele de las manos.
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—Por favor, evitemos los ataques. Podemos hablar con tranquilidad y exponiendo nuestros miedos y preocupaciones. Vamos muy bien y poco a poco van saliendo cosas.
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