¡Imaginas 1D & 5SOS!

Michael Clifford: "Everything I didn't say"

Vía yo. Créditos: Yo.

N/A: Este imagina fue editado. Incialmente fue con Luke pero unas chicas me empezaron a decir cosas acerca de que todo era de Luke. Estaba dedicado y espero que a esa persona no le moleste que lo haya cambiado. De todas formas quitaré la dedicación. 

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"Everything I didn't say"

Dos meses. Dos meses sin verla. ¿Por qué? Por idiota en realidad.

Estaba en frente de su puerta, tomé aire, no sabía la forma en que podía recibirme luego de nuestra pelea y en realidad esperara que fuera una buena forma. Revisé que trajera todo lo necesario.

- Flores.

- Chocolates favoritos.

- Peluche que me había pedido cuando cumplimos 5 meses de novios pero que nunca le dí.

- Carta cursi que escribí mientras estaba de tour y que nunca le entregué.

Bien todo estaba en ordén. Extendí mi brazo con algo de dificultad pues este era ocupado por mil y un cosas, toqué el timbre y en ese mismo momento ella abrió la puerta. Tan perfecta como siempre. ¿Cómo fue que nunca le dije lo hermosa que lucía?

Un nudo me apretó el estomago y pude jurar que mi piel era más blanca de lo normal, estaba nervioso y sentía que en cualquier momento el suelo podría partirse en dos.

- Mi-Mike - habló nerviosamente. Había extrañado tanto su voz - ¿Qué haces aquí?

- Yo... - ¿Qué iba a decir? - Yo... Solo venía a...

- Espera - interrumpió - ¿Estás bien? Te ves algo... pálido. ¿Quieres pasar?

Asentí con la cabeza pues me era imposible hablar. Se hizo a un lado y me dejo pasar, llegué a la sala de su departamento y me dejé caer en el sofá. Bendito sofá. Dejé los regalos en el piso cerca a mi, los cuales al parecer habían sido ignorados por ella.

- Te traje agua - dijo ella sacándome de mis pensamientos, tomé el vaso que sujetaba en sus manos y pude sentir esa corriente que sentí la primera vez que rocé su piel.

- Gracias - articulé forzosamente, tomé un sorbo de agua y dejé el vaso en la mesa de café. Era ahora o nunca.

- ¿Me vas a decir a qué venías?

- Si... yo... - suspiré. ¿Por qué era tan difícil?

- Tu... - presionó ella para que continuara.

- Quiero pedirte perdón y... sé que es difícil porque no te traté cómo merecías - en cuanto iba a hablar la interrumpí - No, espera, déjame terminar - tomé aire - Tengo tus chocolates favoritos, esos que viste en Italia y te gustaron, los pedí por encargo hace unos días para dartelos hoy. Tengo tus flores favoritas y ese peluche por el cual me estuviste molestando dos semanas enteras y aún así nunca te lo dí. Tengo... - hice una pausa para ver sus ojos, sus hermosos ojos que ahora estaban algo humedecidos - Tengo una carta que nunca te entregué - oí cómo ella ahogaba un gemido de sorpresa - Nunca fuí romántico, cursi o sentimental y lo sabes, joder, lo sabes más que nadie. Te amo y lamento haberme dado cuenta tan tarde, haberme dado cuenta de que te mereces todas la cursilerías del mundo y mucho más porque eres perfecta y nunca te lo había dicho. Necesito otra oportunidad porque ahora sé cómo hacer las cosas y quiero que me beses ahora para callarme porque no sé que más decir.

Una sonrisa se asomó por sus labios al igual que en los mios y en menos de un minuto nuestros cuerpos estaban siendo conectados por nuestros labios. Un beso dulce, tranquilos, lento y cargado de amor. De ese amor que siempre pensé darle pero nunca lo hice, un beso de reconciliación acompañado por todas esas cosas que nunca dije.

- Gracias - dijo sonriente luego de habernos separado -no del todo-. Empecé a rozar nuestras narices haciendo que ella soltara pequeñas risas - Gracias por hacer todo esto, por decir todo eso. Enserio lo necesitaba y... Te amo Michael Clifford.

- Yo mucho más Srita. Clifford - sonreí - ¿Quieres ser mi novia de nuevo?

- Si. Espero que no debas volver a hacerme esa pregunta.

- No será así porque no volverá a pasar esto.

- Gracias por los regalos - sonrió. Amaba esa sonrisa y se lo hice saber al besarla nuevamente - Ahora si me permites quiero leer esa carta cursi que escribiste.

Retiró la carta de mis manos antes de que pudiera evitarlo y salió corriendo para después yo perseguirla. Así es cómo debían ser las cosas. Nunca debieron terminar pero eso es lo que me enseñó a decir “Todo lo que nunca dije”. 

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Hermoso, hermoso :'))

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Besos xX