5

112 8 8
                                    

Con dos pizzas en una mano y bebidas en la otra, Richie salía de la pizzeria. 

-¡Ey! ¡Tu billetera! - gritaron deteniéndolo.

Volteando se encontró con ella. Una diminuta sonrisa se posó en los labios del guitarrista.

-Debería haberme ido con ella - susurro más para ella que para él, sin embargo, la escucho. 

-¿desde cuándo eres ladrona? - la miró divertido con ojos inquisidores -  ¿qué haces por aquí? - preguntó  viéndola extrañado - ¿me andas siguiendo? - dijo divertido. 

Soltando una carcajada irónica respondió - No, Sambora. No te estoy siguiendo ni nada por el estilo. Me juntaré con Erick. Ahora ten - estiró la billetera a su dueño.

Richie frunció su ceño. 

-Con que Erick se llama el flacucho... - la vio burlesco. Ambos sabían que el chico no era delgado, quizás con un poco menos de "cuerpo" que Richie, pero delgado no era. 

Ignorando su comentario, Claire volvió a estirar la billetera a su dueño. 

-no puedo agarrarla - hizo una mueca. 

 - ¿es mi culpa? 

Blanqueando sus ojos, Richie sonrió - podrías dejarla en el bolsillo de mi jeans, por favor - pidió viéndola, mientras llevaba hacia adelante su pierna izquierda. 

-no lo creo - lo vio divertida.

El guitarrista rió - vamos, Claire. Las pizzas se enfriaran. Los chicos me matarán. Sólo debes dejar la billetera en el bolsillo. 

-No, Richard - lo miró incrédula - ten - la dejó sobre la caja de las pizzas. 

-Me la robaran ahí encima - repuso el moreno haciendo un puchero. 

La castaña lo observo durante algunos segundos, para finalmente suspirar resignada. Tomando la billetera la metió en el bolsillo del guitarrista. 

-¿ves? No era nada de otro mundo - la molesto - no es que fueras a tocar algo que no quisieras - repuso levantando sus cejas. 

Sonrojándose, Claire lo golpeó - eres un idiota - dijo seria. 

Riendo, el guitarrista se acercó a ella - gracias - beso su mejilla - me has salvado de perder todo mi dinero - rió, marchándose del lugar. 

[...]

-¿y las pizzas? - preguntó el vocalista de la banda. 

-¿y las bebidas? - dijo el rubio de rizos. 

Rascando su nuca, Richie sonrió. 

-Las bote al entrar a la casa - respondió encogiendo sus hombros. 

Los chicos lo vieron molesto. 

-Que no fue mi culpa - es excuso - si tan sólo Jon no tuviera aquel perro en casa, todo seria diferente... - respondió con una mueca. 

-Eres un idiota - dijo el baterista mientras jugaba con sus baquetas. 

-entonces la comida... - lo vio el líder de la banda molesto  

-Lo sé, lo sé - levantó sus manos el guitarrista - los invito a comer a la pizzeria. No me arriesgare a que tu pulgoso me vuelva a botar la comida - respondió viéndolo. 

-Yo acepto - dijo el tecladista pasando por su lado. 

-Yo también - se levantó el baterista. 

Jon lo quedó viendo - Esto - golpeo la cabeza del guitarrista - es por botar las pizzas. Y esto - volvió a golpearlo - por llamar a mi perro pulgoso - finalizo saliendo de la sala de estudio.

Una noche, toda una vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora