Capitulo 3- Dame la mano

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Agosto 2003

Un año de conocer a Mark, resultaba ser de mis mejores amigos estábamos juntos en la mayoría de las fiestas y en la escuela ni se diga, pero eso le causaba molestias a Nicolás mi novio.

-Ira Mark a la fiesta?.-pregunto mientras manejaba su viejo Cadillac 

-Claro, es cumpleaños de Claudio, por que faltaría?.-pregunte mirándolo extraña, Nico solo negó y suprimió su respuesta, mi novio era alto y de piel blanca, ojos oscuros pero si les llegaba el brillo del sol se veían mas claros, cabello negro y ondulado, con pecas en la cara, debo decir que eso me encantaba y su voz tan ronca; Nico era mas grande que yo, apenas cumpliría 17 años y el ya tenia 18, cursaba primer año de universidad.

-Me siento incomodo.-susurro tomando mi mano izquierda mientras se paraba en el semáforo.

-Por que?, solo son mis amigos.- sonreí de lado Nico no parecía ser de esos chicos celosos enfermizos, pero solo llevábamos medio año de relación, no lo conocía realmente, con el paso de los años, la relación se volvió extraña y toxica.

-Mark no me gusta.- arrugo la nariz y continuo conduciendo al lugar a donde nos dirigíamos.

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Actual 2017 hora el insistente 14:30pm

Narra Mark

Sentí un dolor extraño en mi pecho, que me regreso a la realidad 

-Despejen.-grito la persona que ponía unas placas de metal contra mi pecho.

-NOOO!.-grite de dolor sorprendiendo a todos, para después volver a quedar inconsciente.

-RECUERDO-

Volvía al mismo lugar, esa vieja casa vacía.

-Pensé que vendría por sus cosas.-escuche mi voz a lo lejos y camine por los pasillos para toparme con mi joven Mark y Claudio acompañado de Bruno que comenzaban a entrar a la casa incomodos.

-Bueno querido, no quiere verte,.-entro detrás de ellos Alvina la novia de Bruno sosteniendo a su pequeño hijo Milo.

-Pasen, las cosas no las moví, por que no se exactamente que se llevara.-hable de nuevo, logrando una sonrisa curvada de Alvina 

-Quiere todo.-susurro Claudio, mas serio que los otros dos y con una caja de cartón se encamino a nuestro cuarto.

Seguí a Claudio de cerca, no por que se fuera a robar algo, si no por que no quería que se llevara todas las cosas de Clarissa.

-Eso lo compre yo.-tome una bufanda de Clarissa color verde entre mis manos, al ver que Claudio la metía a la maleta.

-Ok Mark, mejor dinos que nos podemos llevar.- Bruno tocó su frente irritado, pues había sacado varias cosas de las que el metía a la maleta, Claudio sonrió más comprensivo. 

-Pidele que vuelva.-sentencio Claudio, lo mire acusador.- Vamos Mark ella te ama.- golpeo mi hombro derecho.

-Avisame cuando terminen de sacar sus cosas.-susurre y avente la bufanda a la maleta, podía sentir que me quemaba, como si su aroma estuviera ahí.

-Primero mete su ropa interior a la maleta, me causa conflicto tocarla.-hablo Claudio mientras deslizaba el cajón de la ropa interior de Clarissa, lo mire serio y caminé al cajón, tomé varias de sus prendas y las coloque rápidamente en la bolsa, como si me tardará más estallaría una bomba, haciendo eso salí del lugar.

Agosto 2003 

Narra Clarissa

Claudio estaba tan feliz por su cumpleaños número 17, casi toda la generación estaba en la fiesta, todos bailaban o jugaban algún juego de mesa que alguno había llevado. Me divertía a lo grande bailando con Nicolás.

-Y si mejor ya nos vamos.-susurro a mi oído lo note incómodo a Nico no le gustaba mucho convivir con mis amigos y de cierto modo tampoco le gustaba que conviviera con los de el.

-O vamos esto apenas se pone bueno.-hice un puchero y lo mire rodear los ojos molesto.-Vale voy al baño y nos vamos.-dije rendida y él sonrió de lado.

-Te espero afuera.-beso mi frente y se apresuró a salir de la casa, yo por mi parte empecé a despedirme de mis amigos y compañeros, hasta que logré llegar al baño.

-Demasiada gente.-escuche una voz a mis espaldas, voltee de reojo y Mark estaba recargado en un pequeño barandal de madera que daba el inicio del pasillo del segundo piso.

-Ya se, y me urge.-sonrei y volvi a tocar la puerta del baño pero parecía que no querían salir.

-Vamos, hay otro baño.-Mark tomo mi mano y me condujo a lo largo del pasillo, parecía que nos perderíamos, llegamos a la última puerta.

-Es el cuarto de los padres de Claudio.-arrugue la frente.

-Es eso o seguir esperando a que Luciana y Francisco terminen de hacer lo que sea que estén haciendo.-sonrio malicioso, le pegue un manotazo en el hombro derecho y su risa se hizo más fuerte.-Ey, yo aquí te espero.- abrió la puerta del cuarto, lo mire nerviosa pero accedí, el cuarto era grande.-Apurate!.-dijo a mi oído y yo asentí, caminé rápidamente al baño y entre, era un baño muy bonito en el centro había un jacuzzi y del otro lado la regadera, busque la taza y ahí estaba en el rincón escondida, los colores le daban armonía al lugar, parecía un baño de reyes.

-Te debo una.- dije topando me a Mark sentado en la cama con una cerveza.

-a Sido un placer.-levanto la cerveza hacia mi y me la ofreció.

-Debo irme.-me hacerque a él para besarle la mejilla, pero Mark me tomo por la cintura y me abrazo.

-me acaban de dejar por otro tipo.-hablo molesto, me tomo por sorpresa, lo único que pude hacer es enredar mis dedos en su cabello y luego darle un beso en la frente.

-Ey, no era para ti.-sonrei y el me miro tiernamente a los ojos, pero luego su mirada paso a mis labios poniéndome nerviosa.-Bien Nico me espera debo irme.-me solté de su abrazo y el asintió

-Nico es un tipo con suerte.-sonrio más para si mismo que para mí.-Cuidate Lissa.-hablo sin levantarse de la cama, yo solo asentí y salí del lugar, Mark estaba ebrio quizá por eso actuaba como lo hacía y yo solo me sentía confundida.

-Porque tardaste tanto?-hablo Nico cuando me adentre en el auto.

-Habia gente.-sonrei y bese su mejilla.

-Claro, Vi a Mark seguirte cuando me fui.-arrugo la frente mientras ponía en marcha el auto.

-Si, solo se despedía.-dije sin importancia, pero Nico solo bufo y siguió el caminó.

-Quieres ir a comer una pizza?.-pregunto mientras nos alejamos de la casa de Claudio.

-Si tienes hambre si.-conteste sería, nos habíamos ido de la fiesta porque estaba al parecer cansado y ahora quería cenar, no protesté pero era una actitud que me molestaba, constantemente lo hacía y era algo que no me agradaba.

-O hamburguesas, tus favoritas!.-tomo mi mano izquierda y yo asentí con desgana pero no lo noto. 

mi relación con Nico constó de 5 años ni más ni menos, era una relación inestable a partir del año y medio, no nos teníamos confianza y yo era demasiado manipulable Nicolás hacia de las suyas, quiero creer en la palabra de que nunca me engaño pero ciertamente siempre tuve mis dudas, pues encontraba mensajes entre otras cosas que bueno con el paso del tiempo me hicieron darme cuenta que el león creen que todos son de su condición, lo amaba tanto que me dolió cuando me dijo que yo lo había engañado, cuando nunca fue así, mal interpretando las cosas. Nicolás sin duda fue una persona importante, pero no tanto como para acabar con mis esperanzas para volver a enamorarme.










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