Cápitulo 4: Palabras, Amores y Secretos.

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Narra Alisson:

Me quedé paralizada, Mcgrow y Linson, eran mis apellidos y… esos señores podrían ser mis padres. No, era imposible, ellos no trabajaban en eso, ¿o sí? No sabía nada por lo tanto era posible. Mis padres muertos y mi hermano igual, ¿tenía familia? ¿Abuelos en el lugar más remoto del universo? Empecé a pensar cosas sin sentido, cosas que quizá ni existieran pero yo me las imaginaba.

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Narra Richard:

Yo seguía alejado de los tres chicos, Kurt estornudó y todos se apartaron hacía los lados por si les descubrían. Por suerte, ellas no se dieron cuenta, estaban demasiado sumergidas en sus propios pensamientos.

Tras este suceso James decidió coger valor y asomarse, ninguna se había girado y visto el agujero, todo seguía como antes pero Ali y Sam ya no estaban.

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Narra Sam:

Había ayudado a subir a Alisson a los conductos del aire. No sabía por qué lo hacía y parecía triste y preocupada pero no me dijo la razón. Una vez dentro de ellos la seguí, no pretendía dejarla sola aunque no supiese lo qué iba a hacer, aunque me llevase a la muerte. Gateando por allí, vimos de todo, desde ratas con sangre en las fauces a insectos que habían muerto recubiertos de pelusas. Alisson iba delante, yo simplemente me dejaba guiar, de pronto se paró y apartó una rejilla bajando por el hueco que dejaba al descubierto. Aparecimos en la habitación de los chicos y estos nos miraron con una mueca de repugnancia en la cara.

-¿Qué pasa? ¿Tenemos monos en la cara o qué?-soltó Alisson según les vio mirándonos de tal forma, estaba más borde de lo normal, ella solía ser una chica dulce y tímida y no decía a menudo ese tipo de cosas.-

Los chicos miraron hacia otro lado y yo me acerqué a Ali.

-Estás llena de manchas de sangre y de polvo, creo que es eso.-le susurre al oído.-

Alisson, al momento, empezó a sacudirse para desprenderse de todo. Poco después de estar limpia se acerco a Richard y le cogió la mano intentando no llorar se alejó con él a un rincón y empezó a hablarle. Yo pensé que debía entretener a los demás y así lo hice. Intente decirles cosas sobre exámenes y eso, no se me daba bien esto.

Narra Alisson:

Menos mal que Sam me ayuda con esto si no, creo que estaría perdida. Intentaré hablar con él sin llorar.-mis pensamientos cada vez eran más profundos.-

-Richard… tengo que hablar contigo de… algo muy personal y creo que ya que tu eres mi mejor amigo podrías ayudarme.-le miré a los ojos conteniendo lágrimas que estaban a punto de caer.-

-Dime, puedes confiar en mí, tranquila.-me cogió las manos mirando mis pupilas, estaban dilatadas, más de lo normal.- ¿Qué ocurre pequeña?

Nunca entendí porque me llamaba pequeña, enana o cosas por el estilo, pero conseguía tranquilizarme.

-Veras, me puse a ojear el libro de naturales y…-baje mi cabeza, no quería que si fuese a llorar él me viera.- en la página de la energía nuclear aparecía una fotografía con un pequeño texto.

-¿Y qué ocurre con eso?-me miró preocupado, él no estaba acostumbrado a verme así.-

-Pues… en negrita aparecían dos nombres junto con sus apellidos, y esas dos personas-trague saliva, no podía continuar sin llorar y no quería hacerlo.- tenían el mismo sobrenombre que yo, supuse que serían mis padres.-por mi mejilla corría una lágrima que relucía con la luz solar.-

Richard tomó con su mano mi barbilla y me levantó la cabeza, después me limpió la gota con su dedo pulgar.

-No tienes por qué preocuparte, quizá solo sea una simple casualidad, nada más.-sonrió para que yo no llorase más o eso pensé yo.-

-Vale, si, a lo mejor solo es eso, tienes razón.-froté mis ojos limpiándome las lágrimas y sonreí.- Bueno nosotras ya nos vamos, solo era eso, adiós.-me acerque a Sam para que me ayudase a subir pero James no nos dejó.-

-Esperar -nos dijo convencido- podéis pasar por aquí y así no ensuciaros más.-destapó el agujero que daba a nuestra habitación.-

-¿Y eso?-lo miré extrañada.-

-Para espiar a las pijas, anda pasar y no preguntéis.-se apartó para que pudiésemos entrar.-

-Gracias, supongo.-dijo Sam, y entró por el hueco sin ninguna preocupación. Después de ella, pasé yo.-

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Ya en la habitación, ella me exigió que le contase todo y así lo hice. Empecé por lo del libro hasta llegar a los apellidos, ella me abrazó.

Narra Sam:

En sus brazos simplemente le susurraba al oído que no llorase y que se tranquilizase. Yo ya sabía que debía hacer, pero no se lo pensaba decir.

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⏰ Última actualización: Jul 06, 2014 ⏰

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16 Sombras de Media Noche.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora