Domingo, una fría tarde de invierno un joven de cabello negro y ojos color café, esperaba fuera de la estación del subterráneo, entreteniéndose con su celular.
—¡Kenshí! — se escuchó
El chico sonrío, guardo el aparato electrónico en el bolsillo trasero de su pantalón color gris oscuro y entonces saludo:
— ¡Takato! —Volvió a sonreír
— ¡Lo siento! —se disculpó aquel chico de cabello castaño y ojos azules, vestía una chaqueta negra con detalles rojos, un pantalón Levis azul oscuro, unos tenis del mismo color que la chaqueta y portaba una mochila blanca en el hombro derecho—. ¿Llevas esperando mucho tiempo?
—No mucho—sonrío—. ¿Por qué llegaste tarde?
Aquel chico reacciono recordando el motivo de su llegada minutos después de la hora acordada, busco en la mochila color blanco que portaba y saco una especie de banda color café con un extraño símbolo blanco, Kenshí miraba sorprendido aquel objeto del cual su amigo le hacía entrega
—Es para ti—dijo el
—¿Enserio? —sonrío—. No tenias que hacerlo
—Sé que estas cosas te gustan, por eso demore un poco—sonrío—. Tuve que pelear con una señora para comprarlo—bromeo, Kenshí rio.
Ellos habían sido amigos de la infancia, ahora estaban por cursar su ultimo grado de preparatoria y un año mas adelante emprenderían caminos separados, a Kenshí la idea lo entristecía, Takato había sido el único amigo que había logrado tener en sus diecisiete años, siempre fue victima de burlas y golpes por parte de sus compañeros.
— ¡Te queda perfecta! —Sonrío Takato—. Además combina muy bien con ese chaleco y la camisa blanca de abajo.
—Tienes razón—sonrío—. ¡Bien! es hora de irnos
— ¿A dónde tenemos que ir primero? —Pregunto Takato
—El festival de Tokio es en dos días, tenemos que preparar las cosas para poder ir
—Entiendo—susurro Takato—. ¿Pero que tenemos que preparar?
Kenshí suspiro—. Déjamelo a mí, Takato— este sonrío.
Takato nunca había sido el mas listo de su clase, ni tampoco el mas listo fuera de esta, Kenshí siempre lo ayudaba a estudiar o a resolver sus problemas, cuando este no estaba resolviendo los problemas de Kenshí cuando era agredido por los otros chicos, ambos hacían buen equipo ayudándose mutuamente, Kenshí desconocía que seria de el sin Takato y se preguntaba si el se hacia la misma pregunta. Para Kenshí el estudio ha sido lo más importante en su vida y lo único que sus padres le permiten hacer, estudiar o leer, es por eso que su actitud carece de fuerza y autoestima. Takato por otra parte, ha pasado toda su vida jugando y enfrentando brabucones, tiene una extraña obsesión con los videojuegos y por eso sus notas no son de las más altas, aunque serian las más bajas sin ayuda de Kenshí.
— ¿He? ¿Qué pasa? —Pregunto Kenshí
—Mi celular recibió un mensaje—dijo este mientras tomaba su celular del bolsillo, una extraña aplicación se iniciaba en cuanto este encendió el celular, “Nincaea-Dead Face” era el nombre de la aplicación.
—He, tú también tienes esa aplicación—dijo Kenshí, mientras tomaba su celular y mostraba la misma aplicación.
—Un amigo me la mostro—dijo Takato mientras revisaba sus mensajes, una extraña voz hablo.
—Usted ha recibido un Dead Face de uno de sus amigos—dijo aquella chica vestida de conejita al estilo Playboy, con un traje color morado, ojos del mismo color y cabello castaño, un video comenzó a cargar, Takato observaba anonadado aquello, una extraña explosión envolvía en llamas a una chica de cabello verde y un delicado mechón blanco que caía hacia lado derecho y unos profundos ojos amarillos.
— ¡¿Esa es Eris-san?! —pregunto aterrado Kenshí, Takato seguía pasmado y con la mirada perdida, su cuerpo temblaba, no sabia como reaccionar, Kenshí lo abofeteo—¡Reacciona idiota! —Grito—. ¿¡Esto no puede ser cierto, verdad!? —pregunto tratando de obtener una respuesta positiva, Takato movió la cabeza negando lo que el acaba de decir—. Nincaea…—susurro— hace unos días escuche que a cierto chico le llego el video de cómo su amigo moría y horas después este murió.
Kenshí miraba a un más sorprendido ante aquella historia, todo su cuerpo temblaba. Eris es una ‘conocida’ de la infancia de ambos chicos, pasaron algunos momentos juntos, pero nunca se consideraron ‘amigos’, no hubo esa confianza, pero si un gran aprecio, les aterraba la idea de no verla mas.
— ¡Tengo que ir a ayudarla! —Dijo Takato—. Según el video esta por el distrito Minato.
—Pero, es peligroso, Takato—dijo Kenshí
—Iré
Al decidir aquella acción el celular de Kenshí recibió un mensaje, aterrado, vio su celular.
—Usted ha recibido un Dead Face de uno de sus amigos—dijo aquella chica de nuevo, los ojos de Kenshí se abrieron como platos, dejando caer su celular, en este aparecía la imagen del cuerpo de su amigo ardiendo en llamas. Takato trago un poco de saliva y miro a Kenshí—. Me temo que el festival tendrá que esperar—sonrío—. Tengo que ir
— ¡No! ¡No lo permitiré! —Grito Kenshí
—Entiéndeme—lo interrumpió—- Eris es…
—Yo te acompañare—lo interrumpió—. Si ambos vamos, estoy seguro que lograremos salvarla, Takato asintió y ambos se fueron corriendo de aquel sitio.
No les llevo mucho tiempo llegar al distrito Minato, ambos buscaban entre toda aquella gente, desesperados a Eris.
— ¿La vez? —Preguntaba Kenshí
—Por ningún lado—contesto Takato—. ¿Qué crees que causara la explosión?
—No se ve nada peligroso por aquí—dijo
El parque estaba en su totalidad lleno de niños y padres acompañándolos, un helicóptero sobrevolaba la zona como todos los días por esos lugares, la tienda de globos de gas estaba llena de niños comprando globos de distintos colores, la de peluches, cartas y la zona de videojuegos estaban en las mismas.
— ¡Por haya! —grito Takato
Eris estaba por entrar a la tienda de globos, este pensó que quizá la explosión se debió a una fuga de gas, corría lo mas rápido que pudo con Kenshí siguiéndole los pasos, mientras ambos gritaban con todas sus fuerzas el nombre de Eris.
— ¿Ah? —Giro esta para ver el rostro desesperado de sus amigos—. ¿Pasa algo? —dijo al acercarse a ellos y al mismo tiempo alejarse de la tienda.
Takato la tomo del brazo sin siquiera decir algo, la chica pedía que la soltera, que la estaba lastimado.
— ¡Basta Takato! —grito Kenshí, ya salimos de parque, la respiración de los tres era agitada, Takato le explicaba a Eris lo sucedido y esta escuchaba incrédula lo que este le contaba, Kenshí se dirigió por unas botellas de agua de una maquina expendedora frente a ellos.
— ¿Entonces, iba a morir, si entraba a la tienda? —pregunto Eris
—Eso creo—suspiro Takato
Kenshí se acercaba a los chicos con las botellas de agua en la mano, pero escucho algo raro, el helicóptero de hace rato se escuchaba por la zona, pero… había algo raro en el sonido de este, entonces, Kenshí comprendió lo que sucedía al ver hacia arriba, pude visualizar aquel enorme helicóptero negro ardiendo en llamas y su punto de caída era justo donde ellos se encontraban, la extraña explosión en la que morirían no era en la tienda de globos, era por culpa de helicóptero, este dejo caer las botellas de agua mientras trataba de llamar la atención de sus amigos:
—¡Corran! —gritaba—los chicos lo miraron incrédulos por lo que decía, hasta que sintieron el extraño viento caliente en época de invierno, fue ahí donde notaron al helicóptero caer donde ellos se encontraban, fue demasiado tarde para los tres, la explosión sucedió y ellos murieron…oh eso debió haber sucedido, el celular de los tres chicos mostro una extraña opción:
“¿Deseas morir?”
—Si —No