- Mi sabor es mejor ¿Lo sabías? -se dio la vuelta y besó su boca- ¿Te gusto?
- Sí...
- Pero aún no me tendrás al completo. Lo siento... -dijo __ jugando con él-
- ¿Te gusta ser cruel?- preguntó Brandon sin dejarla escapar- Las tornas van a cambiar después. No sé qué harás. Mmm...
- ¿Me crees capaz de atarte y de dejarte solo? Me refiero en la cama.
Brandon caminó hasta una pared para apoyarse y atrajo a __ hacia sí.
- Te veo capaz de cualquier cosa para serte sincero. Me muero por saber qué hay debajo de esa ropa -deslizó su dedo índice por el escote-
- Quiero comer -comentó ella ladeando la cabeza levemente- ¿Podemos ir a picar algo?
- ¿Aquí no hay fruta? En todas las habitaciones hay.
- ¿Me sueltas? -quitó las manos de Brandon de su cintura- ¿Vienes conmigo? Ya deberíamos estar abajo.
Cuando se reunieron con los demás y __ sacó una chocolatina de la máquina de la cafetería, continuó con su trabajo. Brandon estaba sentado en una silla mientras ella, delante de él pasaba la brocha por su nariz. Brandon agarró una de sus piernas y la pellizco, haciendo que __ diera un respingo. Le echó una mirada asesina y él le devolvió una sonrisa divertida.
Ya pasadas las cuatro de la tarde, __ fue a pedir algo para comer al restaurante que había dentro del hotel y buscó a Brandon con la mirada. Lo había perdido hacía un par de horas y ya no podía pasar sin esos coqueteos. Se sentó en una mesa bastante retirada y esperó a que le sirvieran y cuando hubo acabado subió de nuevo a su habitación pero no sin antes visitar la de Brandon. Llamó a la puerta y recordó que ella tenía la copia de su tarjeta. Todos los de staff tenían una.
- ¿Brandon? ¿Estás ahí? -preguntó con curiosidad- Meza, cielo... vengo a verte -rió- ¿No estás? No estás pues... -metió la mano en su bolsillo y sacó la blackberry, marcó y esperó contestación- Brandon... adivina dónde estoy.
- ¿Dónde guapa?
- En tu habitación.
- ¿Y qué haces ahí? ¿No estarás esperándome no?
- Claro que sí, quiero que vengas ya -se sentó en la cama- la cama es blandita.
- Estoy en la puerta del hotel. ¿Voy?
- Sí... ven ya.
- ¿Y para qué me necesitas?
- Me apetece besarte. Y tal vez no sea solo en la boca.
Brandon sin colgar entró de nuevo en el edificio y buscó el elevador más cercano. Tendría que darse prisa porque en media hora un coche estaría esperándole para llevarle al teatro donde estaría esa noche.
- Desvístete.
- Ya lo he hecho -mintió ella- te espero sentada.
- Ahora nos vemos -colgó sin más-
__ se levantó de la cama y a toda prisa guardó su móvil en el bolsillo. Haría que Brandon se volviera loco buscándola. Planeó todo en unos segundos. Ahora ella se iría y dejaría a Brandon plantado. Cogió la tarjeta que estaba sobre la mesa y cuando salió por la puerta buscó las escaleras. El ascensor seguramente iría ocupado por él. Para su sorpresa, cuando ya había bajado un par de escalones, se encontró a Bradon subiéndolos de dos en dos.
- ¿Qué haces aquí? -preguntó él- ¿No estabas desnuda? -ella negó- ¿Querías engañarme? Vamos dentro -la agarró por la mano-
- ¿Y ahora qué? Solo quería hacerte una broma.