#3

21 6 1
                                    

ㅡHoy tenemos que elegir al representante de la clase, ¿alguna candidatura?

El profesor realmente disfrutaba ver nuestras caras, adornadas con una expresión de susto, y reía al decir la frase ''debemos elegir al...'', era muy extraño. Obviamente nadie quiere tener que representar a una clase frente a los profesores u otras clases, menos aún estando en primer año.

ㅡBueno, si nadie se presenta voluntario tendré que elegir al azar.

ㅡ¡Profesor!

ㅡ¿Sí? ¿Quieres ser tú la representante?

La que había hablado era una de las chicas que había estado molestándome los días anteriores. La miré y suspiré, sabiendo lo que iba a suceder a continuación.

Yo creo que a Blanca le queda ese puesto, ¿usted no?

ㅡ¿A Blanca? Hmm...

El hombre tan imponente se quedó viéndome un rato, pensando en esa posibilidad, para luego denegar con la cabeza.

ㅡBlanca no parece una persona capaz de tener un puesto así. Me refiero a que es muy callada y tal, no piensen cosas extrañas.

ㅡOh, ¿no lo sabe? Ella es muy autosuficiente. Tiene un trabajo por las tardes y vive sola en su casa.

ㅡ¿De verdad? Hm bueno, en ese caso... ¿qué te parece a ti, Blanca? ¿Quieres ser la representante de la clase?

Suspiré, sabiendo que si me negaba volverían a llover críticas hacia mí de parte de todo el mundo. En verdad no quiero, pero ¿cómo decirlo con esta presión?

ㅡSi no hay otra opción...

ㅡBien, pues ¡ya está decidido! Cuando terminen las clases me gustaría hablar contigo de algo, así que antes de irte ven a verme.

Asentí y la clase continuó como siempre.

El resto de las clases tuve que mentalizarme para hablar frente a los demás representantes en reuniones, hablarles a mis compañeros de clase y tratar con los profesores. En verdad todo esto va a ser una gran molestia, pero bueno...

Cuando terminaron las clases fui a ver al profesor. Lo que quería hablar conmigo era algo que no esperaba.

ㅡ¿Estás siendo molestada o acosada?

ㅡ¿Qué...?

ㅡSé que no hablas con tus compañeros de clase, y al haberte recomendado pensé que se estaban riendo de ti, ¿es así? ㅡGuardé silencio mirando al suelo. ㅡOye, cuéntamelo. Puedes confiar en mi.

ㅡNo, lo siento. Yo no puedo confiar en nadie.

Con total seriedad me despedí con esas palabras, dejando a un profesor preocupado atrás.

Cuando llegué a la puerta de entrada me encontré sola. Leo no estaba. Me impresionó el esperar verlo ahí parado, así que sacudí mi cabeza para alejar ese pensamiento y tomé mi camino hacia mi trabajo. Hoy debo hablar con la encargada. Voy a necesitar que me atrase un poco el turno ya que al ser la representante deberé quedarme hasta tarde haciendo alguna tarea o en alguna reunión.

ㅡAsí que es por eso. Bueno, veré a quién cambio contigo. Pronto tendrás noticias.

ㅡMuchas gracias, siento las molestias.

ㅡ¿Podrás llevarlo todo hacia delante? ¿No crees que va a ser demasiado?

ㅡDa igual, de todos modos ya estoy comprometida, así que no hay nada que hacer.

InfinitoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora