Mi Sexy Hermanastro 2

C18

No, no me puede estat pasando esto, por favor que sea un sueño.

Noah, por eso mismo te dije, mueve tus piernas y muevete.

Y como la suerte siempre esta de mi lado, tire un florero.

¿Quien esta ahi? --- escuche.

Mierda.

¡Oh! Noah dejalo asi, yo lo limpio --- dijo Melina, la mamá de Morgan.

Ah, es que la verdad yo sali del sanitario y esto ya estaba tirado en el suelo --- menti.

¿Quien seria? --- pregunto.

Y en ese momento Alicia y solo ella salio de la habitacion.

¿Con quien hablaba entonces?

¿Alicia que hacias en el cuarto de mi hermana? --- pregunto.

Es que necesitaba descansar un poco, me duele demasiado la espalda --- mintio.

Bueno, pero al menos podrias decirme para la otra que estaras ahi o simplemente pedirme permiso --- dijo.

Ella asintio.

Listo, ya estan todos --- mencione.

Y en eso entra Daniel con Beth en sus brazos.

¿Que ocurre? --- pregunte.

Alguien hizo popo --- rio.

Puedes usar la habitacion de mi hermana --- dijo Elena.

Gracias Elena --- sonrei.

Y como era de esperar Alicia tenia su cara de amargada.

Me preguntaba por que tardabas tanto...--- dijo Daniel --- pero cuando te vi ahi en el suelo con Elena no habia de que preocuparme.

Amor --- sonrei.

Le di un beso en los labios.

Listo, ten, tu la llevas --- rei.
______

¡es hora de saber que es! --- le grite a Daniel.

De acuerdo, se que estas emocionada pero por favor no me vuelvas a gritar en el oido --- se sobo.

Hola familia, amigos, hermano --- saludo --- veo que todos tienen la intriga de saber que sera, al igual que yo.

Sacaron una caja con la mitad de color rosa y la otra azul.

Bien, a la cuenta de tres --- menciono --- uno...dos...¡tres!

¡Es niño! --- grite.

Todos comenzaron a gritat y reir.

Y de la nada aparecio otra pequeña caja.

La abrieron y esta tambien era de color azul.

¡Gemelos! ¡Seran gemelos! --- rei.

***

Llegamos a casa, Beth dormia placidamente en mis brazos.

Subi a la habitacion y la acoste en su cuna.

Senti los brazos de Daniel rodearme y luego sus labios se posaron en mi cuello.

Asi que, ¿terminamos lo de ayer? --- pregunto Daniel.

Rei. Con eso no se juega.

Nos comenzamos a besar, de una manera dulce, no salvaje.

Sus manos tocaban mis brazos, cuello espalda y trasero.