Capítulo 8: Entrega...

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Quizás no haya sido la más grande batalla que se vivió en Equestria, pero jamás se volvió a hablar de una batalla similar a lo que ocurrió cuando Discord comenzó el combate con Toneri y Tirek.

Por supuesto, el dúo al ver quien era su oponente, se confiaron enseguida e incluso intentaron intimidarlo.

- No debiste regresar, draconequus- Dijo Tirek, mientras sus enormes cascos pateaban el suelo, haciendo temblar la tierra- Debiste haber huido, ocultarte en un lugar donde jamás pudieras salir nuevamente. Solo así tal vez, habrías quedado a salvo de mí.

- Ya conocemos tus habilidades- Le anunció Toneri, poniéndose en guardia- No volverás a engañarnos con tus trucos.

No hubo respuesta, Discord simplemente amplió su sonrisa autosuficiente y chasqueó los dedos varias veces, asegurándose de que lo vean hacerlo. Al principio parecía que el Señor del Caos no hizo nada, pero ni Toneri ni Tirek eran tan ingenuos. Se podía decir que esperaban un ataque, pero no esperaban lo que vino después:

Fue como si el Equestria, o el mundo entero, alrededor del Centauro y el Ototsuki les hubiera declarado la guerra y ahora los golpeaba con toda su fuerza.

El suelo comenzó a temblar en un terremoto tan intenso que resquebrajó la tierra alrededor de ambos y los tomó tan de sorpresa que perdieron su equilibrio por un instante, pisando en terreno que se resquebrajaba y hundía o cayendo al no tener suelo donde pararse. Pero no paró ahí. Un viento huracanado con el rugido de una tormenta se levantó al mismo tiempo formando la base de un tornado en cuyo centro se encontraban ambos enemigos. Tirek era pesado, y mucho más grande con toda la magia que había absorbido, por lo que pudo mantenerse en el suelo, pero Toneri fue levantado por el gran vendaval como si fuera solo una hoja en el medio de un huracán. El agua, suciedad y ruido que volaban con él lo dejaban ciego, y el viento mismo lo arrojaba de un lado a otro sin darle a tiempo a hacer nada.

Instintivamente desapareció y trató de salir de aquel caótico estado. Pero apenas apareció fuera del tornado, Discord se transportó detrás suyo; apenas le dio tiempo para mirarlo a la cara sobre su hombro cuando el draconequus lo golpeó con un giro de su cola, arrojándolo nuevamente dentro del torbellino. En ese momento, aunque solo haya sido un microsegundo, las miradas de ambos se cruzaron y Toneri pudo ver la expresión del draconequus; no era risa, no era arrogancia, no había ni una pizca de optimismo o burla en los ojos del Señor del Caos. Solo una seriedad y un enojo que recordaba a una criatura salvaje lista para dejar caer las mandíbulas sobre una presa largamente ansiada.

Una vez que Toneri entró nuevamente al tornado, Discord resopló; no estaba acostumbrado a dejarse llevar de esa manera. Tal vez habría sido conveniente que mostrara ese lado de él en su anterior batalla con esos dos, pero no habría podido luchar de esa manera si tenía a Naruto a su lado. De haberlo hecho, podría haberlo matado junto a sus oponentes.

Pese a todo eso sabía que, con la magia que Tirek portaba, este podría escapar de un momento a otro. Si pudo sobrevivir a un ataque de energía como el de Naruto, Discord supuso que esa forma de atacarlo no le haría demasiado, por destructivo que sea. Juntó su garra y zarpa en una posición de rezo mientras cerraba los ojos, concentrándose; un aura amarilla circular apareció alrededor de estas.

Tal y como predijo el draconequus, Tirek no tardó demasiado en deshacerse de todo esa caótica sucesión de desastres: El centauro cruzó los brazos delante suyo como si fuera a cubrirse y un escudo se formó alrededor suyo. Acto seguido, liberó con toda su fuerza los brazos haciendo que el escudo creciera como una onda expansiva. Al crecer, su escudo destruyó el tornado y el suelo bajo sus pies, haciendo que él quedara en medio de un gran cráter pero en suelo firme y sin una brisa de viento a su alrededor. Toneri aun volaba por los aires, pero al detenerse el tornado se precipitó al suelo solo para desaparecer en el aire y aparecer al lado de su ''aliado'', mareado, pero sin un rasguño.

My Little Shinobi Segunda Parte: ReencuentrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora