Enamorarse De Lo Prohibido (Ziam)

Capitulo 11

El sol apenas se empezaba a alzar sobre aquel helado cielo de la ciudad. El frío del ambiente no se disipaba con los aun débiles rayos del sol, la neblina se adueñó de las calles de los suburbios, invadiendo todas las casas con frío incluyendo la 465, perteneciente a la familia Payne. 

Un castaño dormía plácidamente, el frío no era inconveniente para el, cosa extraña pues era una persona mas que sensible a las temperaturas bajas. 
¡BAN! ¡BAN! ¡BAN!- el despertador pito de una manera fuerte para luego detenerse. 
El sonido fue suficiente para despertar a Liam. Oyó el reloj a la perfección pero aun así no abrió los ojos, la pereza era grande y el día anterior no habla sido si quiera bueno para tener las ganas de empezar otro día. La noche anterior había llovido fuerte, Liam estaba seguro que el frío estaría acogido hasta en sus huesos en cuanto se terminara de despertar, espero unos segundos pero esto no ocurrió. Se sorprendió al sentir como su cuerpo estaba tibio y recibía una sensación caliente en su mejilla derecha. Los bellos de su nuca se erizaron al sentir una respiración en su cuello e inmediatamente sus ojos se abrieron por inercia, encontrando una piel morena. Zayn lo abrazaba con fuerza y su cara reposaba en el fuerte pecho del pelinegro, el cual se durmió mirando hacia abajo y su respiración chocaba contra el cuello de Liam. Liam estaba mas que confundido, después de que todo saliera a la luz y que ambos se enteraran que de la traición del castaño nacería un bebe, el pelinegro aun se preocupaba por el y lo abrazaba pues sabia que su novio era sensible al frío. Intento moverse pero la fuerza que aplicaba Zayn al abrazarle no se lo hacia sencillo. Intento moverse de nuevo pero no pudo, así que se rindió, de todas maneras el calor que le proporcionaba el pelinegro era agradable. Enseguida pensó que debería aprovechar este momento, pues no estaba seguro si volvería a sentir ese calor proveniente de su novio, si podría tener la dicha en el futuro de poder dormir sobre ese tatuado cuerpo, si obtendría de nuevo la preocupación de ese moreno y esos detalles que solo Zayn tenía con el.

Había cometido un error, un error que significaba despreció y aberración por tu pareja, pero Liam sabía que era imposible sentir esas dos cosas por Zayn, el amaba al pelinegro. Amaba todo de el, la manera en que lo celaba de todos y como a veces era sobre protector con el, amaba como le recitaba cosas bonitas al oído cada vez que podía y amaba que le tomara la mano cuando sentía desvanecer haciéndole sentir que estaría con el para siempre. El sabía que cualquier persona normal después de una infidelidad lo abandonaría y se estaba preparando mentalmente para que Zayn lo hiciera, aun estando al tanto de que sin ese hermoso chico estaba muerto. El solo pensar que el ojimiel lo dejaría hizo que su pecho se oprimiera y su respiración se acelerara, en cualquier momento lloraría, el aire pasaba por su garganta apenas, su cuerpo parecía rechazarlo, sus oídos zumbaban y su corazón latía como loco, entro en calor, la desesperación se apodero de el, parecía que le hubieran dado un puñetazo en el centro de su estomago. Entonces pasó, las lágrimas brotaron de esos castaños ojos, empezaron a resbalar por sus mejillas cayendo al pecho desnudo de Zayn.

Las pocas lagrimas se convirtieron en demasiadas, y lo que trataba de callar se convirtieron en fuertes sollozos. Era culpable del sufrimiento de Danielle, del sufrimiento que sus padres y los de Danielle sentirían al enterarse del creciente bebe en el vientre de la rizada, y de su enorme sufrimiento, pero todo eso le valía mierda ante Zayn, era el causante que ese bello pelinegro de ojos miel sufriera, culpable de que ese sincero corazón estuviera convaleciente, de que estuviera quebrado en miles de pedazos.

Siguió llorando, llorando y sollozando, sin siquiera notar que unos ojos miel lo miraban con dolor.

¿Liam?- murmuro una voz sacando al castaño de su llanto.

Za…Zayn- dijo sorprendido Liam levantando la mirada.

¿Por qué lloras leoncito?- pregunto Zayn quitando las lagrimas que soltaba el castaño.