Me mataban sus labios cuando jugaban por toda mi cara antes de que hiciera su presentación, pues este juego siginificaban un “Te amo” y un "Deseame suerte" antes de subir al escenario y empezar el concierto.
Era una muestra sutil de amor que significaba el mundo entero. No hacían falta palabras, o gestos más llamativos para mostrar aquel cariño que nos sentíamos.
Esto siempre terminaba en un beso como respuesta de mi parte, ese beso que es dado antes de subir al escenario.