Morket (4)

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Aqui la cuarta parte del relato, espero que o guste y ya saéis VOTOS Y COMENTARIOS.

Espero que os guste ^-^

Morket 4

Jenna se tomó su tiempo para creer lo que veía. Desde luego si lo eran, eran preciosas, unas mujeres realmente bonitas. Sus cabellos eran finos, y parecían suaves y lisos, de todos los colores imaginables, una de ellas, que nadaba tranquilamente a unos metros de la piedra en la que Jenna estaba sentada, tenía el cabello de un color rojizo, o naranja, pero muy, muy brillante. Jenna se preguntó como eso era posible, tanto, que llegó a pensar que solo era un sueño. Aún con la boca abierta cerró los ojos y se dio un pellizco en el hombro, pero al abrirlos de nuevo seguía allí. 

La muchacha no se levantó, siguió sentada mirando atónita a su alrededor, y preguntándose una y otra vez como había llegado hasta ahí.

Entonces empezó a juntar las piezas. Recordó, que no hacía mucho (por lo que ella entendía del tiempo que había pasado), se encontraba en el muelle del lago, con su linterna, también recordó haber entrado al lago, y después… después todo era borroso. No recordaba nada después del momento en el que algo la obligó a adentrarse en el lago. Jenna sacudió la cabeza al notar una mano sobre su hombro, el contacto de aquella piel fría, y a la vez cálida, brusca y a la vez tan suave como la seda, la hizo estremecerse, y al girarse, con miedo de lo que podría encontrarse, no pudo evitar soltar un suspiro de alivio sin saber siquiera el por qué.

Tras ella se encontraba una de las muchas chicas que nadaban en aquel pequeño y precioso pantano. Ella tenía una larga cabellera rubia, que terminaba en un degradado azul celeste. La chica sonrió lentamente y apartó la mano del hombro de la niña, que no le quitaba los ojos de encima. 

La chica aleteó al lado de Jenna hasta acabar sentada a su lado.

- Hola, pequeña – la voz de la chica era tan suave y melodiosa que por un momento Jenna olvidó el poco miedo que sentía, y no pudo evitar sonreír.

- ¿Qué es esto? ¿Dónde estoy? – inquirió ella intentando sonar firme y decidida, lo que hizo sonreír a la Morket.

- Esta es mi casa, la casa de todas las Morket, supongo que ya sabrás quienes somos.

Jenna asintió desconfiada y bajó un poco la cabeza, recordando lo que su abuelo le advirtió, no debía acercarse al lago, y aún así, ella había desobedecido.

Pero no era eso lo que más le importaba entonces. Volvió a mirar a la chica, esperando que continuase hablando.

- Oh, yo soy Phoebe. 

- Es muy… es muy bonito – balbuceó Jenna mirando a la chica, que sonrió.

- ¿Cómo te llamas tú?

- Jenna. 

- También es muy bonito – la chica sonrió, también mirando a Jenna.

La niña sonrió y se encogió de hombros, volvió la vista al pantano, que seguía tan vivo como antes, y se preguntó por qué la habían llevado allí. Se convenció a ella misma de lo que haría, y miró de nuevo a Phoebe.

- ¿Por qué estoy aquí?

- Estás aquí por muchas razones, Jenna. Pero, ¿qué tal si antes de contártelas te enseño este sitio? Estoy segurísima de que te encantará.

Jenna dudó un segundo antes de contestar, pero asintió levemente mirando a Phoebe, que sonrió y se lanzó al agua, aleteando con su preciosa y brillante cola, después sacó la cabeza a la superficie y miró a Jenna.

- Yo… no sé nadar… - confesó ella cuando vio que Phoebe la miraba.

- Lo sé, pero aquí no necesitas saber nadar. Solo debes quererlo.

- ¿Qué? – Jenna estaba confusa, al fin y al cabo, era tan solo una niña, no tenía la capacidad de comprensión de una persona adulta, y a pesar de eso, era muy inteligente.

- Este lugar es mágico Jenna, solo necesitas pensar y creer para que se cumpla lo que tú quieras.

Ella suspiró mirando el agua, ¿y si se ahogaba? 

Aún así algo le decía que debía hacer caso a su nueva amiga, o eso creía que era. Así que sin pensarlo dos veces, se deslizó por la piedra cayendo al agua, que para su sorpresa, no estaba helada, como ella pensaba.

Empezó a patalear y mover los brazos desesperadamente hasta que vio que no se hundía. Era como si sus pies estuviesen apoyados sobre algo, que la mantenía flotando en el agua, y soltó una carcajada cuando empezó a nadar sin problemas.

Phoebe la miraba sonriendo, esperando pacientemente a que la muchacha se acostumbrase, y cuando Jenna la miró de nuevo, ella empezó a nadar tranquilamente por el pantano.

Phoebe le enseñó todo aquello, desde presentarle a otras Morket, hasta mostrarle las curiosas casas donde vivían, enseñarle qué comían (cosa que a Jenna le asustó al principio), y mil otros lugares que parecía imposible que estuviesen todos en un mismo lugar.

Después de aquello, Jenna se sentó de nuevo sobre la piedra, y Phoebe a su lado.

- ¿Qué te parece? – preguntó la chica a Jenna.

- ¡Me encanta! ¡Es increíble!

Phoebe sonrió, miró de nuevo el pantano, mientras Jenna se ponía de nuevo seria al caer en un pequeño pero importante detalle, que le pareció que debía solucionar.

- Pero… ¿por qué, entonces, hablan tan mal las leyendas de vosotras?

La chica miró a Jenna, esta vez sin sonreír, y dirigió de nuevo la vista al pantano, en total tranquilidad por aquellas horas.

- Verás Jenna… todas las leyendas son ciertas, incluso las más espeluznantes que conozcas, todas ellas tienen su realidad, pero, a la par, todas ellas tienen su mentira. Las Morket hemos vivido escondidas durante miles de años, y aunque nuestra historia también tiene su punto terrorífico, algunos insensatos se han atrevido a intentar darnos caza. Por eso… la historia ha tenido que cambiar. Para mantenernos protegidas hemos tenido que hacer cosas horribles. Por supuesto, no comemos humanos, ni los matamos, nada de eso. Solo son historias que inventamos, para mantenernos lejos de vosotros. De algunos de vosotros. 

- ¿Por qué queréis hacer eso? – inquirió, curiosa Jenna.

- Por que los humanos… algunos de ellos, son crueles. Hablan de leyendas, de seres que definen como asesinos despiadados, pero en realidad, el único monstruo que hay ahí fuera, es el hombre. Jenna, te diré algo que quiero que recuerdes… 

A veces, las criaturas más hermosas, no desean llamar la atención.

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⏰ Última actualización: Jul 07, 2014 ⏰

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