Estoy acostada en la cama con las luces apagadas, siento como el sonido de la música invade todo mi cuerpo desde los oídos hasta la punta del pie, se siente demasiado bien. Cojo el celular y son las 23:57 y ruego a Dios que por favor me permita dormir, todas las noches es lo mismo y lo mismo. Escucho un ruido en la parte de debajo de la casa, y primero me asusta pero luego pienso que puede ser mi mamá o mi hermano.
-¿Así que el insomnio es de familia, eh? Digo para mis adentros.
Me volteo boca arriba y comienzo a mirar el techo blanco mientras siento como la cobija me empieza a picar, hace demasiado calor pero cuando me la quito siento como si estuviera desnuda y me vuelvo a arropar.
-¿Por qué no puedes ser normal y dormirte apenas cierres los ojos?, me repito cada noche que empiezo a creer que se volvió un ritual.
Me siento en el espaldar de la cama mientras cojo el celular, apago la música, me quito los audífonos y el ensordecedor sonido del silencio me intimida. Recuerdo porqué nunca había podido dormir sola y eso me enloquece mas así que cayo mi mente y trato de relajarme.
Contemplo mi pequeño cuarto; un sofá blanco, el closet, la mesa, el espejo, una maleta abierta con ropa y unas cajas. Me da tristeza pensar que en tan solo 2 semanas me iré de aquí.
-Aunque eres pequeño eres muy acogedor y ningún cuarto será como tú. Le digo a mi cuarto.
Veo que por el hueco de la parte de abajo de la puerta, la luz de la sala se prende y la sombra de alguien caminando, escucho como se abre la puerta del cuarto de al lado y de ahí en adelante, todo se empieza a poner mal.
-¡Ayyyyyy, auxiliooooo! ¿Quiénes son ustedes? Grita mi mamá fuertemente.
Se escucha como caen cosas al suelo, vidrios, cuadros, sillas y sobretodo, mi mama peleando con alguien, no soy capaz de moverme, mi cuerpo no responde, solo escucha atentamente lo que ocurre afuera.
-¿Mamá que está pasando? Dice mi hermano mientras abre su puerta pero en esas alguien le pega que él cae inconsciente al suelo. Lo sé porque escucho como su cuerpo impacta con el piso de madera y más nunca vuelve a decir nada
-¡Mi niño, Aléjate de él! ¿Qué es lo que quieren? ¡Si quieren dinero, sáquenlo de mi bolso pero váyanse y déjennos en paz! Chilla mi mamá con una voz muy ronca.
Pienso en que debo hacer, pero ninguna de las opciones me parece correcta, si salgo me lastimaran igual que a mi hermano o peor y si me quedo aquí, vendrán hasta a mí y también me harán daño.
-¡Piensa! Digo mientras golpeo la cama y siento el celular.
-¡Por Dios, que idiota soy! ¡Llama a la policía! Reacciono y cojo temblorosa el celular y mientras empiezo a marcar el número, la sombra se va acercando cada vez a la puerta, necesito más tiempo y corro hasta la mesa y me escondo debajo de ella poniendo la silla también, quedando atrapada entre estas dos. Me pongo el celular en la oreja pero lo apago al saber que la sombra mueve la perilla de la puerta y de esta forma abriéndola.
¡Oigan, aquí hay otro cuarto! Dice la sombra fuertemente.
Es un hombre robusto, no logro verle la cara pero es bastante alto y me atemoriza mucho, siento las manos y las axilas húmedas, estoy muerta del miedo y no sé cuánto tiempo aguantaré aquí hasta que me encuentre.
-Sé que estas aquí. Menciona la sombra.
-¿Sabes cómo sé que estas aquí? Porque la cama esta desecha, hay un cargador conectado y la ventana está cerrada, así que no es posible que hayas salido. Murmulla la sombra con su voz fuerte mientras se sienta en mi cama y baja los hombros, parece bastante tensionado, igual yo.
-Ya me estoy cansando, ¿Por qué no sales y acabamos de una vez? Pregunta.
Estoy paralizada, trago saliva y no soy capaz de pensar con claridad, ¿Es mejor salir ya como dice él o quedarme aquí un rato más? y decido la segunda opción, por ahora.
-Entre más te demores, mas empeoraran las cosas, así que ¡Sal de una vez! Grita fuerte la sombra.
No entiendo por qué no me busca en el cuarto, si él quisiera ya me hubiese podido encontrar, ¿es posible que ya sepa dónde estoy y esté haciendo esto un juego macabro?
-Sino vienes, tu mamá sufrirá las consecuencias. Pronuncia con un tono morboso.
-¡Imbécil! Me sale de lo más profundo del alma cuando me arrepiento al instante haberlo dicho. La sombra me localiza y se para fuertemente de la cama dirigiéndose hacia a mí. No soporto más y yo también salgo de mi escondite y me le abalanzo encima.
-¡Maldito, vete de mi casa! Pronuncio y le aruño la cara.
-¡Estúpida perra! Me escupe en la cara y me da una cachetada, tirándome al suelo.
Este es mi fin, me repito mientras me golpeo en la cabeza con el suelo olvidandome de todo.

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STOCKHOLM SYNDROME HISTORY
Misteri / ThrillerSienna, una chica de 17 años, apunto de irse de su casa cuando es secuestrada. ¿Qué quieren estos tipos de ella? ¿Por qué no la dejan libre? Ella siente odio, temor, asco y mucho sufrimiento pero al conocer al lider de los secuestradores empieza a...