MissaSinfonia x ZellenDust (Luissael)

Despedida...

No había palabras para explicar lo que estaba siendo en estos momentos... Lo que iba a hacer el viaje de mi vida terminó volviéndose una experiencia algo extraña... Con sentimientos encontrados quizá con alguien de mi mismo sexo... Problemas que el ya traía y me afectaban de cierta manera... Demasiadas cosas. No estoy diciendo que no me haya divertido pero... Realmente no esperaba nada de lo que sucedió, y el tiempo no ayudó en nada para tratar de despejarme...

Ya ni vale la pena lamentarse, no puedo hacer nada... Un poco desanimado me levanté y comencé a empacar mis cosas, me iba en la tarde... Cómo a las 6 más o menos... Missa me dijo que me veía a las 11 para estar un último momento conmigo... Qué dilema... Sea lo que sea terminé de arreglar mis cosillas y me arreglé, al poco tiempo tocaron la puerta,

—¿Quién sos?

—¡Soy Missa, Luis! Ya llegué.

—Voy.—le abrí y nos dimos un abrazo para saludarnos,

—Ya desnudaste este lugar Luis...

—Algo así... No es como si hubiera traído mi casa y hubiera una una redecoración de la habitación...

—Sé que ésta es una habitación de hotel pero... Ja, siento como si fuera tu cuarto en un departamento y te vas a mudar... Es raro...

—Sí... Creo que ya le había cogido cariño a este lugar pequeñete... Pero no hay de otra...

—Tienes razón...—Missa se sentó en la cama y saltó levemente en ella por un momento, estaba cabizbajo...

—Vamos tío... Todavía hacen falta horas para irme, no se ponga así tan temprano.—me senté a su lado y le di unas palmaditas en la espalda... Missa era la primera persona a la que le hacía eso tan seguido... No sabía si era porque le había cogido mucha confianza o porque me tocó verlo de esa manera varias veces,

—En ese caso si es temprano... Salgamos un rato. Tranquilo, llegaremos a tiempo.

—Vale... ¿A dónde vamos?

—A donde sea... Solo demos el rol.—se levantó,

—¿Dar el rol?

—Jaja, dar un paseo... ¿Ves Luis? No has aprendido lo suficiente... Debes quedarte...—suspiró y yo también después de eso. Me levanté y salimos del hotel... Un pequeño silencio incómodo nos invadió por algunos segundos...—Oye Luis, ¿En qué parte exacta de España vives?

—En Madrid...—Missa silbó de manera peculiar,

—En la mera capital... Chanclas...

—Este... ¿Por qué mencionas un tipo de calzado?

—Es como rayos... Diantres... Joder...

—¡Ya entiendo! Pero... ¿Por qué lo dices?

—Por nada Luis... Por nada...—fue algo extraño... Pero bueno, como sea... Seguimos platicando tranquilamente hasta que por obra divina apareció a quien no quería ver justo en este momento... No cuando estoy con Missa y trato de aclararme la mente... Su novia... Pasamos justo a un lado de ellos... Pero ni él ni ella se hablaron... Es más, la mirada de odio que estaba esperando que me diera se la dio a Missa... ¿Qué pasó que no me enteré? Seguimos caminando y hablando como si nada, y ya cuando estuvimos lejos de ella, decidí aventurarme para preguntarle... No me impresionaría que se hubiera enojado porque estoy con él o por otra miserable bolsa que Missa no pudo comprarle,

—¿Puedo preguntarle algo a vos?

—Claro... ¿Qué sucede Luis?—antes de que pudiera preguntarle, me interrumpió—¿Es por lo que pasó con ella?