Cap 2 Empieza la tortura

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Sonó el despertador asustandome, definitivamente, hoy sería el peor día de mi vida, llamaron a la puerta de nuevo y sin que dijera nada entraron mi madre y mi hermano, por la cara,

-¡Felicidades!- dijo mi madre con una bandeja de tostadas quemadas y zumo lleno de pepitas y mantequilla, eso era lo único que parecía estar en condiciones para comer

-Gracias mamá, pero no era necesario- dije mirando a las tostadas con asco

-¡Claro que si!, ¡Es tu cumpleaños!- siguió chillando como una loca

-Mamá deja de chillar- dijo Alan tecleando en el móvil

-Felicita a tu hermana- dijo mi madre con ese típico tono de como no la hagas caso te mata

-Ah... si, felicidades- dijo sin ganas

-Muchas gracias, pero me gustaría estará sola, ya sabes, para poder cambiarme- recalque lo de estar sola

-¿Por qué cariño?, ¿tienes la regla?- dijo mi madre y sin poder evitarlo mi hermano se empezó a reír, y empezó a teclear en el móvil, espero que también pasara del comentario de mi madre y no se lo estuviera diciendo a cualquiera

-¡No!, sólo quiero estar sola- dije desesperada, me levanté y los eché, por fin, pensé que esto se haría eterno, fui hacia la cama, allí estaba lo que mi madre llamaba "desayuno", eso no era un desayuno, me cambié, y me arregle en el tocador que me regalo mi padre al cumplir los 15, estaba decorado con flores, y al lado del espejo una frase escrita a mano

"La vida no tiene que ser perfecta para ser extraordinaria", un mes después de regalarme el tocador le encontraron un bulto cerca del pecho le hicieron muchas pruebas y encontraron más, estaban por todo el cuerpo, tenía cáncer, estuvo luchado dos años más pero el cáncer le mato, el tocador es lo único que tengo de el, una lágrima se deslizó por mi mejilla, le echaba de menos, le quería mucho, me llamaron desde abajo

-¡Demetria!, baja ya, nos vamos- que pesada es mi madre

-Ya voy- dije cogiendo la mochila.

Baje las escaleras y estaban mi hermano con Alex, nos iríamos andando hasta el instituto, me abroche bien las vans negras y me coloque la camisa blanca y el jersey gris, me subí bien los pantalones negros ajustados y salí de casa con las mismas ganas que cuando vas a una cena con tus padres

-Hola Demi, muchas felicidades- dijo Alex

-Gracias- dije sin mirarle

-¿Qué vas a hacer este año hermanita?

-Nada

-Algún deporte haras, ¿no?- dijo entre risas, mi hermano sabía que no era buena en los deportes y todos los años se reía de mi con la misma broma

-Déjame en paz Alan- dije molesta

-Vale, no te enfades fiera- dijo cómico.

Se puso a hablar con Alex de cosas de chicos y yo aproveche y cogí mi libro favorito de la mochila, Bajo La Misma Estrella, ojalá yo pudiera encontrar un Augustus Waters, eso sería estupendo, empece a leer el libro, me lo habría leído un millón de veces, pero me encantaba, ya faltaba poco para llegar a la tortura de cada día, cuando me choque con alguien

-Uy, perdón, no era mi intención- dijo un chico alto, moreno de ojos marrones, era muy guapo, sería uno de esos idiotas que van de chulos por la vida

-No pasa nada- dije sin mirarle a la cara

-¿Tu eres la hermana de Alan Harper?

-No me lo recuerdes por favor

-Jajaja, tan malo no será- dijo mostrando su preciosa sonrisa yo solo me quede callada

-Soy Augustus- levanté la mirada de repente, había dicho Augustus

-Soy nuevo en el instituto, vengo de Londres- yo me quede sin habla

-¿Estas bien?

-Si, sí, eso creo

-Todavía no me has dicho como te llamas

-Me, me, me llamo Demetria

-Muy bonito

-Gracias

-Veo que te gusta leer

-Si

-Me encanta ese libro, es mi favorito- dijo señalado Bajo La Misma Estrella

-¿Lo has leído?

-Si, me dijo que lo leyera una amiga mía, por el nombre del protagonista, ella murió hace poco de la enfermedad de Hazel

-Lo siento

-No pasa nada, cosas de la vida- sonó el timbre señalando la hora de entrada

-Bueno me tengo que ir, encantado de conocerte Demetria, espero volver a verte

-Igualmente- me quede allí quieta unos segundos, paralizada, sin habla, no me podía creer lo que acababa de pasar, a lo mejor el día no iba a ser tan malo, gritaron mi nombre

-¡Demetria!- mire quien era, oh genial, la directora

-¡Demetria!, ¡qué haces que no entras a clase!

-Perdón señora River

-¡Vamos!- dijo enfadada, yo me dirigí a la puerta de entrada y llame a la puerta de mi nueva clase y se oyó

-¡Adelante!- abrí y me asome

-Hola, ¿puedo pasar?

-Llega tarde señorita Harper

-Lo siento

-Coja sitio- entré y cerré la puerta y me senté en el último pupitre libre, sola en la esquina, donde no se escuchaba nada, pase de la clase de presentación, ¿para que?, No creo que hable con ninguno de mis compañeros en todo el año, así que me sumergí en mi libro, pero no podía, sólo pensaba en ese chico nuevo, Augustus, ¿mi deseo se habría hecho realidad?

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