Introducción
Es verdad que nuestra santa joven jamás se propuso escribir de mística; pero al escribir las misteriosas operaciones de la gracia en su alma y los sentimientos más profundos de su corazón por necesidad hubo de ser escritora mística.
Nada digamos de los casos, por otra parte muy frecuentes, en que escribía al dictado de su Ángel de la Guarda, o en que arrebatada en éxtasis con la pluma entre los dedos proseguía escribiendo lo que con tan felices momentos le hacía gustar el Señor.
Si a esto se añade que entre los escritos de Gema figuran los coloquios pronunciados durante los éxtasis, en gran parte recogidos taquigráficamente por Doña Cecilia y la señorita Eufemia, aparecerá bien claro que poseemos como escritos de Gema un tesoro místico de valor incalculable.
La serie de escritos coleccionados hasta el presente es la siguiente:
- La Autobiografía o "Libro de los pecados", como lo tituló la sierva de Dios, escrito por orden del Padre Germán, y que consta de unas 100 páginas.
- El Diario (que puedes leer a continuación), o sea la descripción de toda su vida espiritual, desde el 19 de julio hasta el 3 de septiembre, compuesto por mandato del mismo Padre Germán. Consta de 119 páginas.
- 83 cartas de conciencia al confesor ordinario, monseñor Volpi.
- 156 cartas al director extraordinario, Padre Germán de San Estanislao, Pasionista.
- 10 cartas a la Madre Josefa, religiosa Pasionista del monasterio de Cornete.
- 26 cartas a diversas personas.
- Escritos diversos, abarcando unas 85 páginas.
- El número de éxtasis recogidos es de unos ciento cincuenta.
En cuanto al móvil de los escritos de Gema dejamos ya apuntado que fue la obediencia debida a sus directores espirituales o a las órdenes expresas del cielo.
El asunto de los mismos es todo cuanto dice relación con la dirección espiritual; y como nuestra santa joven no quería moverse sino a impulsos de la obediencia, viene a serlo toda su vida.
Quien desee conocer a fondo la celestial hermosura del alma de Gema debe acudir como a primera fuente a sus escritos. En ellos verá cual en espejo ternísimo toda la ingenuidad y delicadeza de su espíritu, el afán que ponía por mortificarse, la humildad con que se acusa de involuntarios defectos presentándolos como pecados gravísimos, su extremado empeño por no salirse fuera del sendero trazado por la obediencia, el fervor de su oración y comuniones, los sentimientos de gratitud hacia cuantas personas en algo la favorecían, el ardiente amor a Jesucristo en que se abrasaba, las ansias de padecer que la consumían, el hastío que le producía la tierra y las ansias con que suspiraba por el cielo.
También se refleja en semejantes escritos cuanto de grandioso e inefable entraña la vida mística. Con la sencillez característica de lo sublime, escribe esta niña de conversaciones con el cielo y sentimientos ultraterrenos, torturas de mil muertes y deliquios inefables, embriagueces divinas e incendios de caridad, tiernas caricias de ángeles y brutales torturas de demonios, apariciones celestiales y revelaciones de las conciencias, sacrificios heroicos y vocación al apostolado de la sangre. Lo sobrenatural aparece en la pluma de Gema lo más natural del mundo y lo ordinario cede habitualmente su puesto a lo extraordinario.
Después de cuanto llevamos dicho sobre estas materias parece superfluo detenernos aquí a declarar la exactitud y precisión con que se explica nuestra santa joven, y sólo nos permitimos preguntar: ¿Es posible que una joven, sin más cultura que la elemental, describa todos los grados de la unión del alma con Dios y muestre en sí todos los variadísimos sentimientos y fenómenos preternaturales que los acompañan, sin haberles experimentado? Evidentemente que no.
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Diario de Santa Gema Galgani
SpiritualDebido a la dificultad de obtener con una traducción relativamente clara y fácil de leer el tesoro espiritual que supone el Diario de Santa Gemma Galgani, en el Oratorio Carmelitano hemos creído conveniente realizar una revisión exhaustiva y complet...