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-¿Qué haces? –Al oírlo, Hongbin minimizó rápidamente la ventana de conversación que tenía con uno de sus amigos, sintió el pánico acelerarle el corazón y giró en la silla de la computadora donde estaba sentado, un poco hacia la izquierda.

-Hyogi. –El mayor suspiró hondo, abrió la ventana que había minimizado y volvió a la conversación.

-¿Qué haces? –Repitió, entrometiéndose con poca delicadeza entre Hongbin y el escritorio donde estaba. -¿Qué es esto? –Sus manos tomaron entonces el ratón de la computadora, sonriendo cuando miró la luz roja que desprendía el aparato por la parte inferior, sintiendo luego cómo el mayor le apartaba el objeto.

-No toques nada. –Rodó los ojos algo fastidiado, dirigió la mirada hacia la puerta de su habitación la cual estaba abierta y miró a Hyuk a los ojos. –Hyogi, la puerta... Cierra la puerta por favor. –Trató de suavizar la voz y se sintió aliviado de que su pequeño vecino de tres años fuera obediente, pero le hartaba que volviera a su lado, entrometiéndose en su escritorio personal y tomara cuanta cosa viera. -¿Dónde está tu mami?

-Trabajando... Mira, Binnie ¿qué es esto? –Y volvió a tomar el ratón de computadora, tentando la poca paciencia del chico de quince.

-Se llama ratón, no lo toques. –Tomó al pequeño entre sus brazos, lo cargó con delicadeza y lo sentó sobre sus piernas. -¿Quieres ver a Daeguni?... ¿Quieres hablar con él?

-Daeguni es g-gr-grosero porque se comió mi sopa. –Aquellas palabras provocaron que Hongbin reventara en risas al recordar que hace una semana aquello había sucedido cuando el nombrado estaba en casa para hacer un proyecto, y sin dudarlo un momento, conectó video-llamada con su amigo. –Mira, mira la pantalla Hyogi... Dile "hola" a Daeguni.

-Hyogi, hola, hola... ¿Cómo estás?

Saludó Taekwoon bastante alegre al ver al pequeño y adorable vecino de su amigo ahí presente, a través de una video-llamada por computadora, lo cual era demasiado normal por la situación familiar que tenía el pequeño, donde sus padres no tenían tiempo para cuidarlo pues trabajaban arduamente día y noche para poder pagar el internado donde estaba la hermana mayor, y única, que tenía Sanghyuk, sumando que estaban atravesando una etapa de divorcio, por lo cual, la madre de Hongbin cedió a que el pequeño podía estar bajo sus cuidados ya que, entre los integrantes de la familia Lee, tenían tiempo para atenderle, volviéndose casi como el hermanito menor de Hongbin.

-Saluda a Daeguni.

-Daeguni, no te comas mi sopa. –Recriminó, inflando sus mejillas y haciendo un pico con los labios a forma de berrinche, provocando que ambos adolescentes rieran, pero sobre todo, que Taekwoon se derritiera en amor por él.

-Prometo ya no comerme tu sopa, Hyogi... ¿Otra vez se quedará en tu casa, Bin?

-Al parecer sí. –Le quitó de las manos, rápidamente, el cuaderno de historia, donde se suponía que estaría haciendo su tarea en vez de conversar con su amigo. -¿Quieres dibujar? –Cuestionó al pequeño al mirarlo intranquilo.

-Mmh... No. Quiero ver Winnie Pooh.

-Veamos Winnie Pooh. –Besó su cabeza antes de abrir una ventana de YouTube, dejándola como un cuadro pequeño en una esquina de la pantalla.

-Hyukkie, Hyukkie~... ¿Quieres un regalo? –Canturreó Taekwoon algo emocionado, sin dejar de ver al niño.

-¿De Winnie Pooh? –Emocionó.

-¿Qué le vas a prometer ahora, Jung? –Hongbin lo miró atento, entrecerrando un poco sus ojos.

-Shh, tú cállate.

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