Alex aprendió cosas nuevas gracias a la isla y en ella se sentía fuerte y pensaba que tontos habían sido todos los del barco, porqué todos iban a la felicidad para sentirse bien y el se sentía feliz con su pequeña isla. Así pasaron unos meses y alex aprendió a pescar, a prender fuego y a contemplar la puesta de sol bajo el mar. Pero como todo en la vida las cosas algún día tienen que terminar, los arboles ya estaban quedándose sin frutas y tardarían un buen tiempo en madurar de nuevo así que alex no tuvo mas remedio que entrar dentro del bosque oscuro para recolectar mas alimentos y así lo hizo, se dio cuenta que no era tan oscuro como pensaba y habían frutos mas grandes y variados por ahí, camino un rato y un sonido llamo su atención.
Por un momento le pareció escuchar la voz de un ser humano pero era algo casi imposible ya que en esa pequeña isla nunca había visto a nadie mas desde que llegó. Se acerco por unos arbustos y sus ojos vieron lo inimaginable, había a lo lejos una persona cultivando y al lado se encontraba una casa construida con ramas y cortezas de los mejores arboles de la isla, era evidente que esa persona tenia mas tiempo que alex viviendo en esa hermosa isla y al parecer no quería compartirla porque al rededor de su casa habían palos como lanzas impidiendo el paso para cualquier extraño que se acerque.
Alex comprendió todo en ese momento... Porque aunque se había encariñado tanto con la isla no le pertenecía! Aquella persona cultivaba y hacia florecer a la isla y en correspondencia a ese amor la isla le daba los mejores frutos, en cambio alex no tenía nada que ofrecerle a la isla mas que su compañía pero ella ya tenía una, la isla le dio a alex su lado mas bonito pero la otra persona estaba cerca del corazón de la isla. Alex solo volvió a su mismo lugar y hablo con la isla diciéndole que ya había llegado el momento de despedirse y le dio las gracias x permitirle sobrevivir, curar sus heridas y hacerlo mas fuerte que antes.
A la mañana siguiente alex construyo su propio bote con la corteza del árbol donde dormía y empaco sus provisiones, junto con hojas de las palmeras que tantas veces lo protegían del frió, alex se llevó lo mejor que encontró en su parte de la isla y aunque no quería despegarse de su adorada isla ya no podía depender de ella porque ese no era su lugar y tenia que aceptarlo aunque le duela en el alma.
Si quieres cruzar el océano tienes que tener la valentía de perder de vista la costa y eso es algo que alex lo entendió en ese momento, no sabia que le esperaría ahora que otra vez estaba solo pero eso ya no le afectaba porque se tenía a si mismo para hacerse compañía durante su naufragio y seguiría siempre adelante a donde lo lleve el viento y la brújula de su corazón.
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⛴ EL VIAJE DE ALEX 🏝
AdventureAlex viajaba hacia la felicidad pero en su travesía pasa por una serie de obstáculos que lo hacen descubrir cosas importantes que cambiaran su vida para siempre.