Jimin se encontraba en la casa de su amigo Jungkook, el pelirosa se había quedado jugando videojuegos con su amigo hasta tarde y su madre le había permitido quedarse con Kook.
Los ojos de Jimin bailaban cada vez que el padre de Jungkook se paseaba por la sala de estar, no era la primera vez que se quedaba a dormir en casa del señor Min, pero si era verdad que se quedaba hasta tarde con la intención de mirar al guapo hombre.
Jimin mentiría si dijera que no siente una enorme atracción hacia Yoongi, y cada vez que podía se le insinuaba de una manera sutil, pero al parecer no era del interés del señor Min Yoongi, un empresario millonario de 30 años.
Mientras Jungkook yacía plácidamente dormido en un extremo de la cama, Jimin no podía dormir, tenía un leve malestar en su estómago, "talvez sea hambre" pensó el chico de 17 años bajando de la cama para salir de la habitación caminando por las escaleras hasta llegar al primer piso, casi se tropieza cuando notó la presencia de Yoongi, este estaba sentado en el sillón tecleando algo en su ordenador, este subió su mirada para ver al chico de tez bronceada y cabellos rosas desordenados.
-Que pasa Jiminnie?
Jimin despertó de su trance y habló.
-aaam, solo vengo...a la cocina, con su permiso.
Dijo Jimin haciendo una reverencia para dirigirse rápidamente a la cocina, tomó una banana y comenzó a abrirla, se dirigió a la sala de estar, se recargó en el marco de madera de la puerta y metió la fruta a su boca, hasta que casi tocara su garganta y luego la sacó para morder ligeramente la punta y masticar el bocado, todo esto mientras miraba a el señor Min y este lo veía de vuelta, Jimin mordió su labio inferior y volvió a la cocina con su corazón palpitando tan fuerte que lo escuchaba en sus oídos.
Jimin terminó su fruta y tiró la cáscara al bote de basura mientras se sonrojaba al pensar que pasaría frente al padre de su amigo después de haber hecho lo que había hecho, Jimin se volteó y se atragantó al pasar saliva cuando vio la figura del hombre al que tanto deseaba recargado en el marco de la cocina, mirándolo con sus hermosos ojos gatunos, Jimin por instinto, acomodó bien sus boxers que se apretaban a sus piernas para que no se viera tanta de su piel, aunque fue un intento fallido.
Yoongi aclaró levemente su garganta.
-Jimin, Jimin, Jimin.
Dijo Yoongi con su voz grave y rasposa acercándose a Jimin hasta quedar a medio metro de el.
-estoy cansado de tus insinuaciones.
Jimin sentía sus piernas flaquear, Yoongi se acercó más a él y llevó una mano a la mejilla del muchacho.
-estoy cansado de que luzcas terriblemente deseable y peligroso, cansado de que me tientes con tus jueguitos y, muy cansado de contenerme de besar esos carnosos labios de colegial que te cargas- Yoongi hizo una pausa- de evitar imaginar mi polla en tu linda boquita en vez de esa banana que comías.
Yoongi tomó el mentón del menor y puso su pulgar en sus labios para delinearlos suavemente y meterlo en la boca del chico.
Jimin jadeó y Yoongi soltó un suspiro pesado con sus ojos entrecerrados, sacó su dedo de la boca del menor mientras ambos observaban el hilo de saliva que aún los unía.
-lo deseo, Min hyung.
Susurró el chico mientras sentía un cosquilleo en su entrepierna, Jimin se abalanzó suavemente a Yoongi y comenzó a besarlo, Yoongi se quedó inmóvil hasta que sintió como el pelirosa frotaba su reciente erección en el, Yoongi lo tomó de la nuca obligándolo a mirarlo a los ojos, lo empujó hasta que chocaron en la encimera de la cocina para acercar sus labios lentamente y con su experta lengua delinear los gruesos labios de Jimin.
El mayor de los dos llevó su mano desde la cintura del chico hasta sus posaderas, metiendo la mano en sus boxers, apretando un cachete y con la otra mano, estimulaba sus pezones, Jimin se sentía en el paraíso, se sentía venir cuando el señor Min metió su lengua a la boca de Jimin, pegándose más, cuando pudo sentir como el miembro del más grande se rozaba contra el suyo, Jimin se separó del beso y tomo la mano de su hyung para llevarlo a la sala de estar, estando ahí, Jimin se hincó en el sillón y Yoongi quedó frente a él mirándolo desde arriba.
-Puedo? Señor Min?
Dijo Jimin tomando del cinturón de cuero negro que Yoongi llevaba.
-Por favor, dulzura.
Dijo Yoongi con una sonrisa lasciva, Jimin se sintió desfallecer, este último desabrochó hábilmente el cinturón del mayor, desabotono los pantalones de vestir que llevaba y rápidamente los bajó junto a los boxers hasta sus rodillas, respingo al ver lo gruesa y venosa que lucía la masculinidad de Yoongi.
Jimin la miraba con sus ojos bien abiertos, Yoongi no podía con lo dulce que se miraba el pequeño con sus ojos brillando y su boca hinchada ligeramente abierta, pero al ver que el chico no lo tocaba, tomó su erección en su mano y delineó la boca de Jimin con la punta de esta, para después golpear repetidas veces una de sus mejillas regordetas, Jimin velozmente sacó su lengua y con su mano, sacó también su pene de sus apretados boxers rojos para masajearlo, Yoongi seguía pasando suavemente su punta por la rosada lengua del chico mirando como hilos de saliva se formaban, mientras Jimin estaba tembloroso por la excitación que esto le causaba.
-Ahora quiero que lo hagas tú, Jiminnie.
Dijo Yoongi llevando sus manos a sus propias caderas mientras relamia sus labios.
Jimin llevó sus pequeñas manos a la virilidad de Yoongi y comenzó a meterla en su boca de lleno, mientras masajea a la base, saboreando del líquido preseminal que salía de esta.
-nagh, niño, eres tan bueno como te imaginé.
El corazón de Jimin revoloteó, el señor Min había pensado en esto anteriormente.
Jimin se sintió más seguro y comenzó a hacer todo más rápido mientras su boca soltaba sonidos eróticos, con una mano masturbaba a Yoongi y con la otra se masturbaba el solo, ambos movimientos a la misma velocidad.
-Jimin, estoy por llegar.
Soltó Yoongi gruesa y rasposa voz de siempre, solo que esta vez más oscura, ambos estaban experimentando los espasmos de su próximo orgasmo.
Jimin sacó el miembro de su hyung y lo masturbó rápidamente, las piernas de ambos flaqueaban y Jimin tapó la hendidura de su glande evitando correrse.
-ahg, señor Min, le gustaría correrse en mi cara? Hummm.
Jimin le miraba a los ojos haciendo cara de extremo placer y jadeando descaradamente.
Yoongi no podía explicarse como podía ser tan sexy y tan tierno al mismo tiempo, con sus mejillas sonrojadas, sus labios llenos de saliva y los cabellos rosas pegados a su frente.
-ah, Jiminnie-ah, eres un chico demasiado malo.
-Lo-lo soy, señor Min?
Dijo, Jimin gimiendo y Yoongi se vino en su cara, manchando su boca y un poco su ojo, Jimin relamía sus labios y quitó su dedo para masturbarse rápidamente de nuevo manchando las piernas de su hyung.
Yoongi tomo del cabello de Jimin y jaló su cabeza para atrás, besando desesperadamente sus labios.
El niño aún estaba experimentando los espasmos del orgasmo y sus ojos se cerraban, señal de su máximo cansancio.
-Deberías ir a dormir ya.
Jimin hizo un puchero.
-y también deberías venir mañana a jugar con Jungkook, estamos dejando un asunto pendiente.
Dijo Yoongi con una sonrisa clásica de el, Jimin se bajó del sillón y Yoongi le dio una leve nalgada para subirse sus pantalones y ver al chico caminando hasta las escaleras.