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Era una noche ruidosa y de calles abarrotadas, algo común en Seúl, Taeyong buscaba a alguien con quién jugar. Saboreo la paleta de fresa en su boca mientras se recargaba contra la pared. Observó a todos pasar frente a él, pero nadie lograba llamar su atención. No le tomó mucho tiempo caminar de vuelta a su trabajo. Suspiró e hizo a sus dedos recorrer a través de caminos invisibles entre sus hebras de color marrón. El piercing sonó mientras jugaba con su oreja.

—Hey, Tae. ¿No has encontrado a nadie? —Sicheng saludó tan pronto como Taeyong entró en su lugar de trabajo, un club gay.

Taeyong se sentó en la vieja silla alta y en sus labios se formó un puchero.

—No. ¡Eso apesta!

—Ayer tuviste tres clientes. ¿No crees que es necesario tomar un descanso?  —Sicheng le preguntó mientras acomodaba su cabello, utilizando la pantalla en negro de su teléfono como espejo.

—Nah. Necesito trabajar para poder mantenerme. Tú tienes a alguien, ¿no? ¿Por qué continúas trabajando aquí? —Taeyong preguntó de vuelta y ordenó un trago al bar tender.

Sicheng rio.

—Yuta solo me dijo que no debía acostarme con nadie más, ¿sabes?

—Es por eso que ayudas a los meseros. Yo creo que voy a ser un juguete sexual por siempre —dijo y tomó de golpe el trago.

—Estoy seguro de que conseguirás a alguien.

Taeyong no creía que tendría a alguien que cuidara de él. Había trabajado como juguete sexual en el club gay por muchos años. Él nunca consiguió a alguien atractivo, solo hombres ricos que le pagaban bien por follarselo.

—Hablando de buscar a alguien, ¿no crees que él es muy lindo? —Sicheng dijo y apuntó con su dedo índice al hombre que acababa de entrar al club.

Taeyong miró al hombre y se quedó pasmado al ver su rostro. El desconocido vestía una camisa azul en conjunto con un saco negro, elegante. Lo observó caminar a través del club y sentarse en una mesa para dos.

—Ve por él, gatito —Sicheng lo ánimo.

Taeyong no quería pero Sicheng ya le había dado dos botellas de cerveza y empujado fuera de su silla. El chico acomodó sus falsas orejas de gato antes de dirigirse hacia el extraño. Tomó un profundo respiró antes de sentarse frente al hombre.

El chico se sorprendió ante la presencia de Taeyong. Él sonrió dulcemente.

—Hola, bienvenido al club. ¿Estás solo? —preguntó.

—Lo estoy —respondió. Taeyong pensó en lo guapo que era de cerca.

—Bueno. Como estas solo, yo seré el encargado de servirte esta noche. Puedes llamarme gatito. ¿Tú nombre es?...

—Jaehyun.

Taeyong le ofreció a Jaehyun la otra cerveza. Él pronto bebió un poco.

—¿Por qué estás aquí Jaehyun?, si puedo preguntar.

—Estoy aquí para tener un descanso —Jaehyun respondió mientras daba un trago a su cerveza y se encogía de hombros.

—¿Tienes novia? Si no te molesta que pregunte.

—Rompimos ayer... Tal vez esa es una de las razones por las qué estoy aquí —Jaehyun dijo y Taeyong podía asegurar que aquél guapo chico se encontraba roto.

Taeyong no quería ofrecer su cuerpo y servicios a Jaehyun después de que saber que él acababa de terminar con su relación. Pero intentarlo no era un problema. Era la primera vez que Taeyong deseaba tanto a un chico como Jaehyun.

—Sabes, estoy buscando a alguien con quien jugar hoy. ¿Quieres jugar conmigo, Jaehyun? —Taeyong preguntó mirando con falsa inocencia a Jaehyun.

El chico parecía estarlo considerando. Taeyong juntó sus labios, formando una línea recta.

—Puedes rechazarme. Está bien, no te preocupes —fingió una risa.

Jaehyun de nuevo dio un trago a su cerveza, se puso de pie dejando la botella en la mesa. Taeyong mordió su labio inferior, decepcionado.

—¿No vamos? —Jaehyun preguntó extendiendo su mano hacía Taeyong para ayudarlo a ponerse de pie.

No esperaba esa respuesta.

—¡Ah! ¡Ah!

Taeyong gritó mientras Jaehyun insertaba dos dedos dentro de él. Él hombre empujaba adentro y afuera, haciéndolo gemir audiblemente.

Había una regla que Taeyong dio a conocer antes de tirarse desnudo a la cama; No besos ni chupetones. Taeyong se sentía comprometido con alguien si este lo besaba o dejaba aquellas marcas violetas en su pálida piel.

Jaehyun dejo besos en el cuello del mayor. Taeyong, por su parte, enredó sus brazos en su cuello y sus piernas en su cintura. El chico dejo salir suaves jadeos cuando Jaehyun finalmente encontró su próstata.

—Mierda... Más, justo ahí.

Jaehyun añadió un tercer dedo y así dilató más la rosada entrada de Taeyong. El mayor bajó hasta encontrar los pantalones de Jaehyun. Bajó lentamente la cremallera con su boca y los desabrochó. Quitó los pantalones y el bóxer, descubriendo que Jaehyun no estaba erecto.

Eso definitivamente desilusionó a Taeyong, era un golpe en su ego, pero el haría cualquier cosa para complacer a uno de sus clientes.

Taeyong tomó entra su mano la base, lamió la punta y una de las venas más largas y marcadas. Pronto lo tomó en su boca. Taeyong sintió su propio miembro ponerse más duro, haciéndolo tomarlo y darle un apretón.

Se sorprendió cuando sintió una mano tocar su cabeza. Con gentileza unos dedos se enredaron en el suave y revuelto cabello de Taeyong eso hizo al chico sentirse un poco especial.

Taeyong ladeó la cabeza mientras se masturbaba. Fue cuestión de pocos minutos antes de que Jaehyun lo empujara. El miró al hombre con confusión.

—¿Es contra las reglas follarte? —Jaehyun preguntó.

Taeyong sonrió.

—No. Es por eso que esto aquí, Jae.

Taeyong no esperó por la respuesta de Jaehyun. Consiguió un condón de sus pantalones, que estaban en el piso a un lado de la cama. Abrió el pequeño paquete con sus dientes y sacó el objeto. Puso el condón en el pene de Jaehyun para después ponerse en cuatro. Mostrando su dilatada y deseosa entrada.

Jaehyun alineó su erección en la entrada de Taeyong. Se empujó con lentitud para estar completamente dentro del chico. Taeyong suspiró contra las sábanas, tratando de ajustarse al tamaño de Jaehyun. No tomó mucho tiempo para que menor empezará un vaivén continuo.

Taeyong pensaba que Jaehyun era amable pero genial. Siempre tuvo sexo duro. Ellos lo azotaban, lo mordían y halaban bruscamente del cabello. Él estaba bien con eso, siempre y cuando la paga fuera buena.

—¡Carajo! Eres muy bueno, Jaehyun —Taeyong gimió.

Taeyong jadeó al sentir una mano tomar su dolorosa erección. Sus gemidos aumentaron junto al placer. Realmente trató de no gritar pero Jaehyun de repente encontró su próstata. Cayó hacía adelante, inhalando con pesadez el olor de las sábanas mientras gritaba el nombre de Jaehyun.

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¡Le mando todo mi amor a la autora original por ser tan buena y hermosa persona!

Sí hay algún error o duda no olviden decírmelo en los comentarios ;)

Todos los créditos de la historia a la autora original.

Kitty •Traducción• JaeYongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora