12

1.4K 111 22
                                    


Jaehyun salió del bar con Taeyong aún en brazos. Su conductor abrió la puerta trasera del auto. Dejó a Taeyong sentado y se acomodó a su lado. En el camino se dedicó a observar a Taeyong, sus hermosas facciones.

Suspiró y dejó que el mayor recostara su cabeza en su hombro. Tomó la mano del gatito y se distrajo jugando con sus dedos. Para finalizar entrelazó sus manos y por fin se sintió completo. Como regresar a casa después de un viaje extenso.

— Espero que no te asustes.

No pasó mucho tiempo antes de que llegaran a la dirección que Sicheng le había dado. Jaehyun cargó a Taeyong nuevamente y tocó la puerta de la casa. Tocó varias veces antes de que alguien abriera. Jaehyun le sonrió al chico con cara adormilada.

— Creo que Taeyong vive aquí...

— ¡Oh, Dios mío! ¿Esta ebrio? Por favor entra —dijo olvidándose del sueño.

Jaehyun entró a la casa y con gentileza dejó a Taeyong en el sofá de la sala.

— Gracias por traerlo a casa —el chico dijo con una sonrisa.

— Sí, bueno... —se rascó la cabeza.

— Tu eres de quién él ha estado hablando ¿No? —preguntó, lo que hizó que el más alto frunciera el ceño— ¿El qué le dió el collar?

Lentamente asintió.

— Lo siento.

— Creo que Taeyong merece algo más que yo —dijo y le extendió la mano a Jaehyun—. Soy Ten, su amigo. Él chico que está en la escalera es Johnny, mi novio. ¿Tu eres...?

— Soy Jaehyun. Un gusto en concerlos —tomó su mano, aceptando el saludo. También observó al chico en el pie de la escalera, quién sonrió un poco.

— El placer es nuestro. ¿Quieres algo de té mientras esperas que Taeyong despierte?

— No, gracias. Creo que mejor me iré.

— Ah, okay. Déjame llevarte a la puerta.

Ambos caminaron a la entrada. Jaehyun salió a la interperie y se despidió de Ten.

— Te veré después, Ten —dijo antes de girarse.

— Espera —se detuvo—. Sé que lo que le hiciste a Taeyong no fue intencional,  pero el llegó aquí muy molesto. Cada noche, llora hasta el amanecer. Y siento mucha pena por él. Sale con chicos distintos cada noche, regresa solo para correr a la ducha y tiene muchas heridas. Apuesto a que se siente disgustado con el toque de cada chico. Siempre se arrepiente pero vuelve a hacerlo porque quiere olvidarte. No sé que es lo que vió en ti pero te ama.

Jaehyun se sintió muy culpable con cada palabra que Ten dijo. Cargó con la culpa todo el camino a casa. Suspiró y se sentó en el sofá. Cerró sus ojos y masajeó sus sienes.

— Jaehyun eres un estúpido. Un bastardo absoluto.

La mañana llegó y Taeyong se despertó con un incesante dolor de cabeza. Gimió mientras se incorporaba. Miró a su alrededor y se sorprendió al descubrir que estaba en casa de Ten. Al levantarse fue cuando pudo percatarse de que aún vestía la ropa de la noche anterior. Caminó a la cocina y se preparó algo de café.

Escuchó su teléfono sonar. Frunció el ceño porque su jaqueca solo empeoraba con el ruido. Lo ignoró y  eventualmente paró. El vapor salía de su taza y sus hombros saltaron cuando el teléfono sonó de nuevo.

— ¿Puedes parar? —gritó con molestia. Como si el aparato pudiera escuchar y obedecer.

Taeyong lo ignoró otra vez y tomó su café pacíficamente. Masajeó su cabeza y sintió el efecto de la cafeína. Se lamentó de haber tomado tanto ayer. De pronto el teléfono volvió a sonar.

Aún más enojado tomó el teléfono de la mesita a un lado del sofá y aceptó la llamada con el entrecejo fruncido.

— ¿Quién demonios habla en la mañana?

— ¿Taeyong?

La voz al otro lado de la línea lo hizo callar. No sabía a que parte del mundo había volado su enojo. Su corazón latió con fuerza contra su pecho y mordió su labio inferior. Con nerviosismo aclaró su garganta.

— U-Umh, ¿Quién es?

— Soy Jaehyun. ¿Te moleste?

— No, no, no realmente. ¿Para que llamas?

— ¿Podemos hablar?

— Creo que ya lo estamos haciendo.

— Me refiero... Personalmente. Quiero verte.

Taeyong apretó los labios en una línea.

— ¿De qué vamos a hablar?

— De todo.

Se quedó sin palabras por un segundo.

— Nosotros... Nosotros no necesitamos hablar. Lo hecho hecho está, Jaehyun.

— Lo sé. De que no volverás pero por favor ¿Podrías escucharme? Será la última vez, lo prometo.

Lo que le dijo lo enojó. Eventualmente le dijo que sí, se verían en un café por la tarde. Taeyong ni quería, pero también necesitaba una explicación. Se prometió a si mismo que si eso estaba hecho, todo estaba hecho. No se merecía a Jaehyun, nunca lo haría.

Bebió todos café antes de llamar a Ten. Esperaba que el menor no estuviera ocupado. Unos cuantos tonos pasaron antes que su llamada fuera aceptada.

— ¿Hola? ¿Taeyong?

— Hey, ¿Esta ocupado?

— No, ¿Por? ¿Está todo bien?

— Sí...bueno, no, ¡Nada está bien!

— ¿A qué te refieres?

— Él me llamó.

— ¡Oh! ¿Qué fue lo que dijo? ¿Algo sobre anoche?

— ¿Qué sobre anoche?

— Nada, ¿Qué fue lo que dijo, Tae?

— Quiere hablarme sobre todo. Voy a encontrarme con él en esta tarde. ¿Qué es lo que haré? También dijo que ésta sería la última vez.

— ¿Aún lo amas?

— ¿Qué clase de pr--

— Taeyong, ¿Aún lo amas?

— Claro. Después de todo lo que pasó, aún lo amo.

— Si estás tan asustado de dejarlo ir, entonces dile todo. No pierdes nada ¿Verdad? Quizá tú ego, pero no dolerá tanto. Estoy seguro, lo intenté muchos años atrás y mírame ahora, viviendo con el hombre de mis sueños.

— Lo tuyo es diferente, Ten.

— ¡estaba en tus zapatos, Taeyong! Dormía con otros chicos por Johnny llegó. Me le confesé y el comenzó a intentar a amarme, porque en ese tiempo no lo hacía realmente. Pero ahora estamos aquí después de tres años y contando. Se que toma mucho coraje hacerlo, no dolerá.

— Lo intentaré. Deseame suerte, Ten.

— Okay, buena suerte.

— Gracias, Ten.

— Ni lo digas. Siempre, Tae.















Kitty •Traducción• JaeYongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora