Armin

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Para el mejor friki , geek y hacker que jamás conocimos.


El autobús vibraba bajo mis pies, impaciente, ya habían pasado cinco minutos desde que había pedido al conductor que esperase, Armin había prometido que me acompañaría, pero aún no llegaba.

Mire una vez más por la ventana, esperando, finalmente me levanté y le hice una seña al conductor para que arrancase, triste, regresé a mi asiento, para al instante ser sobresaltada por unos zapatos golpeando las escaleras, seguidos de varios jadeos; me levanté alerta, una silueta se estrelló contra mi y fui levantada desde la cintura, mientras el desconocido enterraba su rostro en mi cuello, reconocí el gorro violeta y el tacto del joven, era Armin.

-Perdóname, por unos instantes estuve tentado de no venir, pero acabé corriendo por la mitad de la ciudad para llegar hasta aquí.- Esa parte debía ser cierta, podía sentir su corazón martilleando contra  mí y sus respiraciones agitadas, me sujeté de su nuca con una mano y con la otra palmeé su brazo para que me bajara, quería verle a la cara.

Me regresó al suelo y se sentó en una de las barandillas, yo permanecí de pie, demasiado incómoda para sentarme.

-¿Realmente te ibas a ir sin despedirte?

-¡No! Bueno, sí, pero no, yo...- Rascó incómodo su nuca mientras el rubor en sus mejillas tras su pequeña maratón se extendía. -No me gusta despedirme...Mucho menos si los que se van son mis mejores amigos.- Baje la cabeza avergonzada por no haber pensado en lo que él debía estar sintiendo, Nath y Alexy también se marchaban, su amigo y su propio hermano también le dejaban.

Sus dedos sujetaron mis caderas y me atrajeron hacía si mismo, me guio hasta una de las sillas y me sentó en su regazo, con mis piernas entrelazadas a las suyas y una de sus manos aún en mi cadera. -Así está mejor, venga, no te pongas triste por mí, mejor enséñame esa sonrisa tan bonita que tienes, esa que hace que tu rostro reluzca como si estuvieras en alta definición.

La frase era tan absurda que no puede evitar una carcajada mientras golpeaba de forma juguetona su pierna. -Esa frase definitivamente va al top 10 de tus frases raras.- El torció los labios en una sonrisa y besó la punta de mi nariz.

-Igual así de raro me amas, además tu también eres rarita de a momentos, eso hizo que me cayeras bien desde el primer día, eras tan parecida a mi, jamás en mi vida había conocido a una chica que jugara videojuegos.

Tampoco una que se aguantara mis bromas o no me comparase con mi hermano...Una chica que fuese paciente y comprensiva conmigo en general; mis padres solían decir que mis juegos no me llevarían lejos, pero acabaron llevándome directo a los brazos de la chica más perfecta de todas.- Sujeté sus hombros y le apoyé contra la ventana, de forma que quedaba acostado sobre los dos asientos, me ubiqué a horcajadas sobre él y fui besando toda la línea de su mandíbula, adoraba que dijese esa clase cosas cursis, y también el besarle me ayudaba a no echarme a llorar ahí mismo ante la idea de tener que dejarlo.

Sus manos tomaron mis mejillas y me apartaron de su rostro con delicadeza, para que lo viera a los ojos. -Oye, por más que adore tenerte sobre mí dándome besos, quiero despedirme propiamente.- Se enderezó sin quitarme de encima y entrelazó nuestros dedos.

-Tú y Alex son las dos personas en las que más confío en el mundo, por eso quiero que se cuiden el uno al otro y sean felices. Me tranquiliza saber que él estará allí para ti, y se que alguien más también, ve encuéntrale, enamórate de nuevo, vive la vida que mereces, no dejes que te estorbe, sácame de tú inventario para que no te haga peso en lo que está por venir.- 

Por más animado que intentase sonar para alegrarme, ahora ambos estábamos llorando, mientras yo le apretaba los dedos con tanta fuerza que debía estar haciéndole daño, pero el jamás se apartó.

-Odio tener que hacerte llorar, pero supongo que es inevitable en el fin de cualquier relación, hasta aquí llegamos tú y yo, y para cerrar propiamente quiero pedirte perdón por todas y cada una de mis estupideces, en especial por toda la historia con Evan, por dejarte fuera y hacerte sentir como alguien ajena a todo, por asustarte tanto...-

El frenazo del autobús nos tomó por sorpresa, ya estábamos allí, el momento había llegado.

Ambos bajamos en silencio, secando nuestras lágrimas sin soltar la mano del otro, la cálida y bonita tarde casi parecía un insulto a estas alturas, era el tipo de día en el que habría salido  para encontrarme con él, no para dejarle. El sonido de su nariz sorbiendo me hizo regresar de mis pensamientos, tenía los brazos cruzados y expresión huraña mientras miraba mis maletas.

-¿Qué estás esperando? Agárralas y ve, disfruta de algo de aire libre, se que lo disfrutas más que yo.- Agarré su cuello y le hice bajar hasta estampar un beso en sus labios, quería tenerle conmigo una vez más, sentirle fundirse con mi cuerpo, pero algo no se sentía del todo bien con él, como si algo le faltara a su cuerpo, al mirarlo lo noté, estaba poniéndose transparente, como si desapareciese en el aire.

-Ah, conque a eso se referían los de la empresa con "los regresaremos de inmediato", bueno tendré que ser rápido con mi Game Over. Gracias, con eso puedo resumir todo, gracias por tu tolerancia, por tu cariño, tu tiempo, gracias por ser tú, jamás dejes de ser auténtica, es lo mejor de ti.- Sonrió de la manera boba que tanto me gustaba y me abrazó otra vez, mientras sentía como dejaba algo en mi bolsillo.

-Esto es un recuerdo, para que la universidad no te cueste tanto, te amo rarita.

-Yo igual rarito.- Pude escucharle soltar un sonido que era mezcla de risa y sollozo, cuando dejé de sentir del peso de sus brazos sobre mí, temblando mientras me sorbía la nariz, saqué el objeto de mi bolsillo, una consola DS, de un suave color rosa, la tristeza en mi se disipó un poco, la estreché entre mis manos mientras veía a Alexy acercarse a mi con una sonrisa, la misma de Armin, y ahí pensé que no importaba que pasase, cada vez que viese a Alex, podría ver como Armin cambiaba con los años, nunca se iría del todo.


Desde siempre me sentí muy identificada con Armin y su afición por los videojuegos , me va a costar mucho no tenerlo cerca haciendo bromas y soltando referencias , hasta siempre friki , fuiste el único que logro hackearnos el corazón.

Hasta siempre chicos (Tributo a Lys , Nath , Kentin y Armin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora