Receta de amor en diez pasos. [LawLuWeek2018]

Día nueve: Solo/Juntos.

Al final habían podido vencer a Kaido, la lejana despedida estaba a la vuelta de la esquina, esas semanas se convirtieron en eternos días juntos, negándose a la idea que cada día en que veían más cerca la victoria más cerca estaba el alejamiento.

La fiesta de celebración era tan grande y ruidosa como sólo los sombrero de paja podían hacerlo, y al parecer los nakamas de Law se habían contagiado de esa aura relajada, acompañándoles bebiendo y comiendo sin moderación.

Trafalgar —como en todas las ocasiones— se había apartado en una esquina de la cubierta a beber y comer del gran festín. Estaba reflexionando de todo lo que había ocurrido desde el momento en que le salvó la vida al chico del sombrero de paja hasta ahora, en que podía saborear la victoria contra el ser más temido del planeta.

—¡Torao! —Canturreó Luffy vivaracho colgándose de su cuello sin el más mínimo tacto—. Ven a celebrar con nosotros.

—Así estoy bien, Mugiwara-ya —contestó calmo.

Monkey no insistió más —muy raro en él— pero comprendía un poco la actitud de Law, él estaba pasando por lo mismo. Decidió sentarse a un lado de él y reposar su cabeza en el hombro del chico, miró el limpio firmamento y expiró.

—¿Hoy es la última noche, verdad? —Inquirió afligido. Miró de nuevo las relajadas facciones de Trafalgar, quién le veía directo a los ojos.

—Parecía que nunca llegaría. ¿No? —Terminó por imitar al monito, recostando su cabeza en la del otro capitán—. A partir de mañana no estaremos juntos.

Sin quererlo en realidad, ambos capitanes miraron el cielo despejado hasta caer dormidos en esa posición, juntos, sin ser interrumpidos, sin que nadie les quitara esa última noche al lado del contrario. Sus respiraciones se acompasaron hasta respirar a la misma frecuencia. Un par de manos —producidas por la habilidad de Robin— le cubrieron con el largo abrigo del mayor de los morenos, haciéndoles acurrucarse más en uno al otro, disfrutando de una última vez juntos.