Uravity

1.5K 102 73
                                    


—Lo sé, mamá... Sí, debí decirte... —Ochaco suspiró— Apenas me enteré anoche... Lo sé, mamá... yo, lo siento —su voz bajó a tan solo un susurro.

Deku podía observar la espalda desnuda de Ochaco desde donde estaba. Ella estaba tensionada, podía ver los músculos de sus hombros firmes. Suspiró, y miró el televisor que había cambiado de canal para darse cuenta que habían colocado las mismas noticias.

No era la primera vez que inventan noticias de cualquier héroe con tal de recibir rating. Incluso, una vez le inventaron un romance con Todoroki porque habían salido juntos una noche.

¿Acaso ya no podías salir con un amigo?

Vio cuando su novia colgó el teléfono y la escuchó suspirar, vio cuando ella miró al televisor.

—A decir verdad —comentó él logrando que Ochaco lo mirara—, los medios ni saben que inventar. Bien podrías tener dolor de estómago y seguiría siendo la misma imagen —aquello le hizo soltar una risita a Ochaco que se acomodó a su lado, colocó las piernas pegadas a su pecho y apoyó su barbilla en sus rodillas.

—La cosa es que esto sí es real —suspiró ella y lo miró. Deku podía sumergirse en sus ojos oscuros y perderse en ellos.

La amaba muchísimo.

—¿Estás bien? —él se acercó y le pasó un brazo por los hombros. Ella tan solo se encogió.

—Tengo que dejar mi puesto por mi estado —comentó ella—. Una heroína embarazada corre peligro. Deku yo... —ella lo miró y se quedó callada.

—¿Tú qué? —Ochaco negó con la cabeza.

—¿Cómo estás tú? —él suspiró.

—¿Ahora que la euforia bajó? Aterrado —Ochaco soltó una risita— ¿Tú qué, Ochaco? Dime —ella suspiró.

—¿Hicimos lo correcto?

—¿Eh?

—¿Estamos preparados para ser padres?

—Nadie nunca está preparado, supongo. Pero yo quiero, en verdad —se acercó y la besó en los labios. Un beso tan suave y delicado que los dejó sin aliento.

Se separaron y soltaron una risita, como si hubiera sido la primera vez que se besaban.

—Prepárate que ahora tendremos que enfrentarnos a mis padres. Y ellos son peores que cualquier villano —le susurró Ochaco. Deku soltó una risita, y aún estaba riendo cuando revisó el mensaje que había recibido.

Ahí su risa se detuvo.

Era de su madre, y no estaba feliz.

.

Los tres padres estaban sentados en la sala de los Uraraka. Su madre había abierto una videollamada con su padre, y éste, a pesar de estar en otro país, también estaba enterado de la situación y le lanzaba una mirada fría.

—¡Yo lo siento tanto, señores Uraraka! —exclamó Deku de forma imprevista sobresaltando a todos. Ochaco se lo quedó mirando, tal vez él estaba creyendo que sus padres lo odiaban por haber embarazado a su niña cuando ellos estaban en verdad molestos porque se habían enterado por televisión que por sus hijos.

Los padres de Ochaco adoraban a Deku, lo mismo los padres de Deku adoraban a Ochaco.

—No te tienes que disculpar, joven —comentó su padre. Ochaco se dio cuenta que él estaba tirando su labio para arriba, tratando de contener una sonrisa. Rodó los ojos y quiso irse flotando y llevarse a Deku con ella.

La heroínaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora