C a p í t u l o Ú n i c o

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La tarde era soleada, podía escuchar los pájaros cantar, había una ligera corriente de aire que era más que suficiente para disfrutar el bello día que tenía delante de mis ojos.

A pesar de tener días fatídicos en la Universidad, siempre me relajaba caminar de vuelta a casa. Opté por el camino más largo, cerca del parque. Y cómo de costumbre mi atención se dirigía a aquel chico.

El era alto, aunque no mucho, de pelo negro y tez blanca.

El chico diario regaba lo que parecían ser crisantemos.

No me cabía en la cabeza cómo ese chico podía cuidar con tanto esmero unas flores, sí fuera yo, ya estuvieran marchitas.

Hoy mi timidez me permitió decirle un "buenos días" pero la había cagado porqué ya eran tardes.
Él soltó una pequeña risita.
—Buenos días -respondió divertido.

Su voz me pareció linda. Su sonrisa se asemejaba a la de un conejo.

Seguí con mi camino disimulando la pequeña sonrisa que se me había formado. Sí, mañana pasaría de nuevo por aquí.

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—¿Son crisantemos? -Pregunté intrigado.

—Si, ¿no son lindas?-Sonrió al verlas.

—Lo son -Le sonreía. En realidad pensaba que el era él lindo.

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—Disculpa el atrevimiento, pero, ¿porque cuidas tanto de estás flores? -nervioso, me atreví a decir.

—Son un regalo de mamá -dijo sonriente.

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Pasaron unos cuántos días desde nuestros pequeños acercamientos.
A todo esto, aún no sé como se llama aquel chico de tez blanca y linda sonrisa. Hoy le preguntaría.

Me encaminé directo a aquel lugar dónde regaba sus flores. Pero el no estaba lo que me pareció extraño.

"Quizás las riegue más tarde"

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Durante días el chico no aparecía y sus crisantemos estaban a punto de marchitar por lo que le pedí a mamá sus herramientas de jardinería cuándo regresé de la universidad.

Ahora me encontraba quitándole, las hojas marchitas.

—Joven -Escuché una voz adulta.

—¿Si? -Me levanté para tener una mejor vista y encontrarme con un anciano. Hice una pequeña reverencia.

—¿Eres amigo de Min? -dijo dudoso.

¿Min era su nombre?.

—¿No me vas a responder? -se veía un poco molesto.

—N-no...Yo.. -Genial, tenía que tartamudear.

—Da igual, parece que esto es para ti -Me tendió un sobre.

¿Estaba mal querer recibirlo?

—No creó que deba...-dije en un susurro, mis manos actuaban por sí solas, recogiendo el sobre.

—Éste muchacho -dijo a regañadientes.

—Oiga-musite mientras observaba el sobre. —¿Qué le sucedió a Min? -pregunté un poco asustado por lo que podría responder.

—¿No lo sabes? -su tono cambió a uno más sobrio.

Negué lentamente con la cabeza.

—Tenía anemia, sufrió daños en el corazón también -lucía abatido —no tenía la solvencia económica para tratarse, la comunidad hizo lo que pudo recaudando algo de dinero-continúo —pero el se negaba a aceptarlo. Supe por su doctor, que ya no se podía hacer nada de todos modos -Me observo por unos segundos. Las lágrimas rodeaban mi rostro —A pesar de todo, el tenía una sonrisa en su rostro. Me dijo que por fin se reuniría con su madre. -sonrió amargamente.

Le devolví la carta.

—Chico, yo sé que es para ti -Tomo mis manos y dejó la carta de nuevo. -El dijo que la carta sería para aquel que viniera a regar sus flores. -Me sonrió.

Poco después el viejo se fue. Proseguí a terminar de regar las flores aún con lágrimas en los ojos y pequeños sollozos.
"¿Porqué él?"

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Una vez que termine de regar me dirigí a casa.

En la tranquilidad de mi habitación abrí la carta.

"Hola, buenos días" -fue lo primero que leí, solté una pequeña sonrisa.

"Seguramente querrás saber mi nombre, puesto que nunca te lo dije, me llamo Sungmin.

¿Sabes? los crisantemos significan larga vida, ¿irónico no es cierto? También simbolizan la alegría, fidelidad y optimismo.

En cuánto te vi por primera vez, supe que tu necesitarías de unas flores así. Pues ese día ibas decaido, con la vista fija en el suelo y una expresión desanimada.

El día que te las presente, divisé tú bonita sonrisa, ¿es la magia de estás flores? me pregunté. Supuse que sí.

Se también que esto es algo loco, con lo poco que nos conocemos, pero ¿podrías cuidar de mis crisantemos?, bueno, una vez que los riegues son tuyos.

No los dejes marchitar y deja que su magia llegue a tú vida."

Sonreí, ¿de nuevo lloraba?

—Claro que lo haré, Min.

Fin

;-;

Gracias por leer :)

Chrysanthemum. - OS [ KyuMin ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora