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Javaad

Pasaba su mano en el abdomen apenas inflamado, siempre que lo hacía se imaginaba a un cachorro con cabello azabache y ojos celestes.

Las voces en su cabeza decían que su mejor decisión había sido llevarselo con él, pero cuando veía lágrimas bajar por su mejilla rogando que le dejara irse, pensaba lo contrario. Quería lo mejor para él y su futuro hijo.

Niall estaba despierto mirandolo con el poco cariño que podía sentir por él, pero ese deje de miedo nunca se iba, Javaad verdaderamente era una caja de sorpresas. "¿Qué crees que será?" El moreno amaba escuchar su voz, siempre callaba las de su cabeza.

"Una niña, ojalá este equivocandome y sea un pequeño con tus ojos." Sus ojos miel siempre expresaban amor, hasta cuando sus voces lo dominaban y marcaba su piel blanca con profundos hematomas.

"En mis sueños veo dos, un niño y una niña."

"Con que alguno sea idéntico a ti, me es suficiente." Y ojalá satisfacer a Javaad fuera tan facil.

"¿Como están tus nudillos, amor?" Niall acarició la áspera mano de el alfa. Agradecía no tener que llamarlo su alfa, en esos once meses que se lo habia llevado, solo se lo había mencionado una vez y sentenciado que eso sucedería cuando el rubio se lo pidiera -y tuvieran la bendición de su hermano-.

"Mejor de lo que merezco, lo siento." Lo había escuchado muchas veces, también lo había visto volver a hacerlo muchas veces. Siempre era la misma excusa. "Es solo que... me descontrolé."

No respondió, era bastante irascible y violento, asique se limitó a callarse si no queria otras constelaciones moradas sobre su cuerpo.

A veces, por ejemplo, cuando el moreno dormía sentía pena por él. Según sus conocimientos obtenidos por su padre que era doctor, Javaad era esquizofrénico; muchas veces lo vio tener ataques de pánico por que según él, las voces le decian cosas feas y horrorosas de su hermano y de Niall.

Cuando dormía quería que se quedara así por siempre, ese era el verdadero Javaad.

"Tendremos visitas en unos días." Avisó el moreno mientras lo rodeaba con sus brazos.

Los ojos de Niall brillaron, hace bastante tiempo no oía nada más que la voz de el alfa, y quizás el Niall de hace unos meses se hubiera alegrado por tener una oportunidad para escapar, pero el de ahora (embarazado de cuatro meses) solo quería paz y cuidar de su hijo/s sin ningún peligro. Claro que Javaad lo era, pero no para el cachorro, sabía que no le tocaría ni un cabello y aunque si así fuera, el omega le protegería como puediese.

"¿Quién vendrá?"

"Mi hermano, Zayn." Javaad estaba tranquilo, Niall también había aprendido que el moreno podría matar o morir por su hermano gemelo.

"Oh... ¿cuándo? Debo lavar camisetas y sudaderas para tapar los moretones." Los moretones eran un tema tan facil de hablar entre ellos que parecía irreal.

"Te ayudaré, vamos."

[...]

Un llanto lo despertó agitado, buscó con su mirada a Javaad y lo encontró en un rincón sosteniendo su cabeza mientras sollozaba y se mecia a sí mismo.

Un ataque de pánico, pesadillas probablemente.

Se acercó, sabía que hacer, apoyó su tersa mano en la espalda desnuda del otro. "Amor, ¿qué pasa? Hablame." Javaad siempre se calmaba un poco cuando hablaba sobre ello.

"No- el bebé..." El alfa mostró su rostro, ojos rojos que soltaban cataratas.

"Esta bien, estamos bien y aquí, contigo. Respira conmigo." Comenzaron una sincronización para lograr que Javaad pudiera respirar mejor.