Ojos vacíos

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La realidad era que Zayn no sentía mucho, la primera vez que su corazón corrió rápido fue ante una imagen de un joven de veinti tanto de años, entrando al curso que le había tocado. La institución era pública y podías encontrar a cualquier persona con rostro o vestimenta peculiar a toda hora, pero ese muchacho de cabellos castaños casi rubios, tenía una mirada triste y nostálgica. No se veía incómodo para nada, no parecía sentirse fuera de lugar, pero tampoco se lo veía feliz por estar ahí, cursando el último año de sus estudios. Porque sí, solo los de último año estaban ahí, variaban en edad y visual, pero al parecer, todos tenían el mismo nivel de conocimiento.

El lugar era una secundaria rápida, una institución que daba segundas oportunidades, o vidas, a personas que anteriormente y en el momento ideal, no terminaron sus estudios secundarios. En la sociedad actual, el título que te otorgaba terminarlos, te abría puertas a una vida, al menos, sin hambre y decente.

Él terminó allí porque en su adolescencia se creyó un alfa motero genial que se salteaba las clases y gastaba su tiempo en fiestas; por suerte, esos tiempos terminaron cuando cumplió los veinte, y sus padres al ver que seguía estancado en el mismo lugar hace años, lo obligaron a trabajar.

Lo hizo durante tres años, hasta que logró independizarse, se mudó a un departamento que tenía el comedor, la cocina y el dormitorio, en las mismas cuatro paredes. Era cutre, sí, pero solo era algo temporal, hasta que terminase sus correspondientes estudios y encontrara un trabajo más beneficioso. Así que luego de tres años más de arduo trabajo y estudio en su tiempo libre, llegó al último año. A veces precisaba un poco de ayuda de sus padres, pero eso no debía saberlo nadie.

He ahí las razones por las cuales estaba sentado en su banco, intentando comenzar el ciclo lectivo escuchando al profesor. Era una lástima que cierta persona se hubiera sentado delante suyo y pareciera captar toda su atención. Quería acercarse solo para mirar su rostro y no sabía por qué. Se sentía un psicópata con necesidad de terapia y medicina. No podía simplemente interrumpir la clase para acercarse, por supuesto que no.

Pero lo hizo en cuanto sonó el timbre que indicaba el fin de hora.

Se acercó al ver que el joven esperó a que la mayoría de estudiantes saliera, estaba juntando sus cosas cuando Zayn habló.

"Hola."

El desconocido se dio vuelta de una manera tan rápida que creyó que fuera posible que su cuello se fracturase. Sus ojos, (muy azulados), lo analizaron con desinterés.

"Mhm."

Lo volvería a intentar, no tenía idea de qué estaba haciendo, pero no saldría sin conseguir algo.

"No te ví cursando el año anterior, supongo que eres nuevo. Soy Zayn."

Esta vez, los ojos lo miraron de verdad. Como buscando algo, Zayn pudo ver ese atisbo de miedo en ese par de orbes.

"Niall."

Murmuró el (ya no) desconocido. ¿Cómo se suponía que debía seguir? Él no era bueno en esto, la última vez que había socializado la gente moría por hablar con él por más de cinco minutos. Nadie lo miraba como si tuviera algo en la cara, como lo estaba haciendo el tal Niall.

Se imaginó a él mismo en un instituto nuevo, ¿qué precisaría en un momento como ese? Pero claro...

"Si quieres puedo mostrarte el lugar."

Soltó con amabilidad, miró a Niall suspirar disimuladamente y darse vuelta a seguir recogiendo sus cosas. Sintió su misión fallida hasta que se encontró con el muchacho preparado y agarrando su mochila mientras lo miraba expectante.

one shoots »zhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora