Un amor real

Capitulo 19

rompí en carcajadas hasta que el pobre chico salio de la habitación y me quede pensando en que esta era la tarde más perfecta de toda mi existencia y no queria que llegara a su fin, despues de unos cuantos minutos Enrique llego con un bote de helado de vainilla, se acomodo a mi lado en el mullido sofá y se cruzó de piernas en posición india para comenzar a degustar el delicioso helado, ignorando por completo que ese era mi helado favorito... Ignorando por completo mi existencia en esta tierra

-egoísta - dije entrecerrando los ojos y cruzandome de brazos como niña enfurruñada

Con mis ojos cristalizados y deseando que se atragantara con el helado trate de prestar atención a la película intentando ignorar el hecho de que ya llevaba más de la mitad del bote e intentando no saltar encima de él para terminar su vida con una almohada, pero alguien interrumpió mis hermosos y pacíficos pensamientos

Enrique me miro de reojo y rompió en carcajadas y me acerco la cuchara llena de helado hasta mi boca, lo mire y despues entrecerre los ojos en su dirección tratando de descifrarel truco pero finalmente abrí mi boca y comí el delicioso helado de vainilla y Enrique de nuevo lleno la cuchara y la acercó de nuevo a mis labios, cuando abrí la boca para comerme el helado Enrique se la llevo justo a sus labios y me dejo ahi con la boca abierta viendo de nuevo como se comia el helado que era "supuestamente" era para mi

De nuevo comenzó a reír a carcajadas como si mi sufrimiento fuera suficientemente bueno como para divertirlo, después de su ataque de risa se acercó lentamente a mi rostro y depósito en mi mejilla un tierno beso, sus labios aún tenían helado así que en un gesto maduro de su parte pasó su lengua por mi mejilla provocando que mi piel se erizara

Tome la cuchara y después de comer un poco de helado deje la fría sustancia sobre mis labios y deposite pequeños besos desde su pómulo hasta su barbilla y rei inocentemente

Sus ojos atraparon los míos y me sentí pequeña a su lado, sus labios estaban rojos y entreabiertos y me parecieron la cosa más deseable que pudiera existir en el planeta, después de unos segundos Enrique coloco su mano en mi nuca y me atrajo lentamente a él y me beso suavemente, sus labios tocaban con lentitud y parsimonia los míos, su lengua acariciaba de vez en cuando mi labio inferior y con su mano acariciaba mi mejilla y yo presa del anhelo me dejaba llevar por el momento tan perfecto que ahora estábamos experimentando, el sabor del helado se fundía entre nuestros labios y me di cuenta que era imposible apartarme de el, de sus labios, de su tacto.
Simplemente me rehusaba a hacerlo

Enrique dejo el helado en la mesita de noche que estaba al lado de la cama sin dejar de besarme y después sus manos se posicionaron a los lados de mi cintura y en un movimiento ágil ahora yo estaba a horcajadas de el

Sus manos acariciaban lentamente mi espalda y yo coloqué mis brazos detrás de su cuello para atraerlo más ami, el beso se hizo cada vez más profundo, más cargado de deseo, su lengua entraba a mi boca y saboreaba cada parte de ella, mis dientes jalaba con suavidad su labio inferior y pequeños jadeos se nos escapaban sin que pudiéramos evitarlo

Con lentitud quito sus manos de mi cintura y comenzó a desabotonarme la camisa, cuando terminó de quitar todos y cada uno de los botenes arrojo la prenda al otro lado de la habitación y me recostó suaveme sobre la cama, me miro por unos segundos y se quitó su camisa por encima de sus brazos y la arrojo junto a la mía para después acostarse sobre mi y continuar besandome

sus labios buscaban de nuevo los mios, su lengua recorria el contorno de estos y despues se adentraba lentamente y tocaba mi lengua suavemente y me arrancaba pequeños jadeos que yo desconocia que podía emitir

Despues de unos minutos senti que un bulto crecia en medio de sus piernas y tocaba mi pierna derecha mientras que Enrique depositaba besos apasionados en mi cuello y comenzó a bajar y a besar mi clavicula, despues sus besos bajaron a por en medio de mi brassier