Cuarto regalo.

479 81 7
                                    

El desayuno pareció más una comida de un mes, los dos chicos estaban llenos pero sobretodo satisfechos. Cuando acabaron y JaeMin pagó la cuantiosa cantidad, el moreno le dio una leída a la carta que le habían proporcionado hace unos minutos:

Ven a mi casa, tengo algo para ti.

Hubiera sido una carta tan simple si abajo de la frase no hubiera un sin fin de calcomanias de animales acuáticos, parecía hecha por un niño de preescolar. Por lo de la casa, Donghyuck dedujo que se trataba de ChenLe ya que era el único que tenía "casa propia", la que sus padres le compraron especialmente para cuando tuviese tiempo libre.

El moreno se despidió de JaeMin dejando atrás un chico sin ni un billete en la cartera aunque no se arrepentía. Eso sí, no podía quitarse de la cabeza la gran sonrisa brillante de su amigo, creyó que debía recompensarlo bien en el día de su cumpleaños.

Nadie había visitado el hogar de Zhong ChenLe y cuando Donghyuck creyó ser el primer afortunado en utilizar todos esos videojuegos que el menor siempre presumía, se topó al chino en frente de un gran edificio.

-Oye, ¿no me vas a dejar pasar mocoso?

En seguida se puso a reír con esa energía característica de ChenLe, que al parecer jamás nadie podía encontrar el botón de apagado para que el chico se tranquilizara o que por lo menos bajara el volumen de sus carcajadas.

-No, no pienso prestarte mis consolas.

-Mira eres un niño egoísta.

-Si lo fuera, no te estaría regalando esto.

Le pasó una bolsita con la marca de Apple y en seguida la revisó, tenía unos airpods de último modelo color negro perlado. Donghyuck dio un brinco de la emoción, dado que sus últimos audífonos se estropearon desde hace meses y no había logrado conseguir unos nuevos, por lo que no había escuchado música a gusto cuando viajaban o se trasladaban y eso era tortuoso para el moreno. Si fuera un regalo de otra persona, le dolería el alma el recibirlos porque a pesar del salario que reciben, comprar uno de esos les cuesta trabajo, sobretodo a ellos que son menores. Pero como se trata de ChenLe no reprimió la emoción.

-Debías ser el presidente de China.

Le dijo con la cara adolorida por la gran sonrisa y seguidamente abrazó al menor.

-Sí pero no los vayas a romper porque si no jamás volveré a darte nada como esto.

ChenLe le devolvió el abrazo y duraron unidos unos cuantos segundos, Donghyuck acarició el cabello del chico y lo despeinó juguetonamente. El de nacionalidad China se quejó y todo terminó con un pequeño chasquido, proveniente del contacto de los labios de ChenLe con la mejilla izquierda de Donghyuck.

-¿Tú también me besaste?

Se puso la mano en donde había ocurrido el contacto, tanto como por la sorpresa como para mantener esa sensación, sentía que con la mano puesta, el beso se quedaría allí por mas tiempo.

-Así es, pero al rato me lavo bien la boca.

-Niño sin vergüenza.

-Es tu día y nos toca a nosotros darte amor.

La voz de ChenLe estaba en proceso de madurar así que esta última línea sonó extrañamente adorable por el tono que empleó, la que seguramente salió con timidez.

-Pero mira que debes invitarnos todos a tu casa, tengo demasiadas ganas de probar tu PlayStation.

-Pues te vas a seguir quedando con las ganas.

Donghyuck alzó su puño fingiendo un golpe que terminó siendo un piedra, papel o tijeras que ChenLe ganó.

-Maldición.

Suspiró el más grande de los dos y tuvo que soportar la sonora risotada del chino. Por más estridente que fuera, nunca cambiaría eso en el niño y le entró una nostalgia al verlo, recordando su infancia. ChenLe ya estaba mas alto a cómo lo había conocido, sus facciones se estaban volviendo firmes y varoniles. Se dio cuenta que realmente estaba viendo crecer a todos sus amigos, tanto físicamente, como emocionalmente y gracias a eso, tenían un lazo tan poderoso que a pesar de ser tan distintos congeniaban de la mejor manera. Donghyuck se puso sentimental y le salió una pequeña lágrima desde el rabillo del ojo.

-No llores solo por un videojuego, ya eres un adulto por dios.

En esta ocasión Donghyuck si le proporcionó un leve puñetazo en el hombro del chico por interrumpir su momento emotivo.

-Debes irte, alguien más te está esperando.

ChenLe apuntó a la bolsa ya que en su interior se encontraba otra pista de su siguiente paradero. Luego de sacarla, alzó la mirada y su amigo ya estaba dentro de su edificio despidiéndose con su mano para luego hacer ademanes con sus dedos haciendo corazones por todas partes. ChenLe era un niño amoroso a su manera y Donghyuck lo quiere demasiado.



Nota: cada vez se torna mas obvia la pareja, creo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nota: cada vez se torna mas obvia la pareja, creo...

Happy FullSun Day// NCT DREAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora