Avengers 4: Endgame

Capítulo 4: Capitana Marvel

Recordad que cada capítulo está escrito con trabajo y sudor, así que espero que lo disfrutéis y no olvidéis dejar un comentario con vuestra opinión y consejos que siempre ayudan!

Sin más preámbulos os dejo el capítulo!

Capítulo 4: Capitana Marvel

—¿Bueno, entonces cual es el plan? —Preguntó Steve mientras todos los vengadores se reunían en un lugar seguro. Los vengadores que faltaban eran Capitán América, Viuda negra, Thor, War Machine, Hulk y Rocket. Okoye y M'baku se quedaron en Wakanda tras la batalla.

—El plan de hecho es muy sencillo. —Dijo Capitana Marvel mientras se sentaba—. Todos los que han desaparecido, no se encuentran muertos sino están atrapados en la gema del alma. Lo único que tenemos que hacer es recuperar la gema y destruirla. —Steve no pudo evitar sobresaltarse.

—¿Destruirla? — Preguntó encogido de hombros—. Eso no tiene sentido.

—Estoy con Steve. Y si la destruimos y todos mueren para siempre. —Contestó Thor alzándose.

—Eso no pasará. —Contestó Capitana Marvel extendiendo las manos.

—¿Ni siquiera sabemos cómo te llamas de verdad y esperas que confiemos en ti sin conocerte? —Contestó Rocket.

—Oh, una ardilla parlante. Interesante. —Respondió Capitana Marvel.

—¿Ardilla, en serio? —Thor no pudo evitar sonreír.

—Me llamo Carol Danvers. Estuvo en la tierra hace muchos años. Aquí fue donde conocí a Nick Furia.

—¿Conoces a Furia? —Preguntó Steve confudido.

—Así es. El me ayudó a conseguir mis poderes. Ambos investigamos durante mucho tiempo las gemas. Y conseguimos muchos resultados en la del alma. Por eso sé que para recuperar a todos los desaparecidos hay que destruirla. —Los vengadores se encontraban mudos.

—¿Como la destruimos? —Preguntó Steve tras su rendición en la pelea absurda. Estaba claro que la mujer controlaba más que ellos de todo.

—Todo mi poder viene de la gema del alma. Cuando conseguí mis poderes fue esa gema la que me los concedió. Por eso con mis poderes puedo destruirla.

—Creo que el problema viene en cómo vamos a conseguir la gema del alma. Os recuerdo que es Thanos quien tiene las gemas. Todas ellas. Es invencible. —Dijo Thor con el ceño fruncido. Sus palabras hicieron a Steve reflexionar durante unos segundos. Aunque estaba claro que razón no le faltaba. Él sabía que Thanos no podía ser detenido tan fácilmente.

—Ahí está el problema de todo. Está claro que vamos a tener que luchar. —Dijo Carol que a pesar de todo seguía teniendo esperanza—. El plan es muy sencillo, atacar a Thanos, matarlo, y destruir la gema del alma.

—¿Y qué pasa con el resto de gemas? —Se levantó Bruce—. Sabemos el poder que tiene cada una de ellas y lo que pueden hacer. No podemos dejar que anden sueltas por ahí.

—¿También puedes destruirlas? —Preguntó Steve girándose hacia Carol.

—Me temo que no. Tan solo puedo destruir la del alma, ya que fue la que me creó. —Respondió Carol encogida de hombros.

—Bueno, una vez que la gema del alma este destruida, Thanos muerto y su gente encarcelada, buscaremos la forma de destruir el resto de gemas. —Informó el capitán—. ¿Bueno, estamos todos de acuerdo con el plan? —Todos los vengadores asintieron.

—Vamos a necesitar más gente para ganar a Thanos. —Informó Carol viendo a su alrededor la poca gente que había.

—Es hora de reclutar a más gente. —Dijo Steve.

***

Tony y Nebula se encontraban ya subidos a la nave.

—Bueno, allá vamos. —Dijo Nebula justo antes de que Tony encendiera la nave.

—A ver si funciona. —Tony encendió la nave pero no funcionó. No pudo evitar ponerse algo nervioso. Después de todo este tiempo trabajando en la nave. Probó una segunda vez y en esta ocasión el sonido fue diferente.

—¡Lo has conseguido Stark! —Dijo Nebula emocionada y eufórica. Tony sonrió. Por fin la esperanza volvió.

—Es hora de irse a casa. —Pronunció Tony.

Colocaron las coordenadas de la tierra y se dirigieron en camino hacia allí. Ambos estaban muy felices, la comida se estaba terminando y no tenían demasiado oxigeno tan solo en necesario para llegar a la tierra.

Por un momento la mirada de Tony se nubló en seco. —¿Qué es eso? —Preguntó el hombre al contemplar una nave aproximándose a ellos.

—Esa nave me suena de algo. —Respondió Nebula—. ¡Mierda, son piratas! —Exclamó Nebula—. Tenemos que irnos ya.

—Tony giró la nave para tratar de huir de ellos. —No tenemos armas, solo arreglé la nave. ¿Cómo nos defendemos de un ataque?

—Se están acercando. Tienes que despistarles.

—¡Qué crees que estoy haciendo! —Exclamó Tony subiendo el tono de su voz.

La nave de piratas se estaba acercando cada vez más rápido.

—Nos tienen a tiro. —Dijo Nebula con el temor dibujado en su rostro.

La nave rival disparó con sus cañones alcanzando a su objetivo.

—¡Mierda! —La nave parecía aguantar pero el golpe había sido duro. La nave seguía disparando hasta que uno de los disparos alcanzó a la reserva de combustible.

—¡NO! —Gritó Nebula—. Han dado al combustible. Tony se dio la vuelta perdido.

—¡TONY! —Insistió Nebula mientras su compañero se daba la vuelta.

—¡Tenemos que hacer algo!

—Qué quieres hacer, a la mierda el combustible, no podemos llegar a la tierra. Y estos tipos van a matarnos.

—Tony no te rindas. Piensa en Pepper. Necesitamos a tu cabeza, piensa. ¿Qué podemos hacer? —Tony permaneció unos segundos tratando de reflexionar.

—¡Apaga el motor, las maquinas, todo! —Ordenó Tony.

—¿Que tramas?

—Tengo un plan.

La nave rival vio como todos los motores se apagaban y dejaron de disparar. La nave se fue acercando y procedieron a entrar en la nave de Tony y Nebula.

Al entrar se llevaron una buena sorpresa. Tony con lo que quedaba de su traje les atacó con las pocas armas y disparos que le faltaban y acabaron con todos.

—¡Bien hecho! —Dijo Nebula.

—Reza por que tengas combustible suficiente en su nave. —Ambos se aproximaron a la nave de los piratas y entraron para revisar lo que tenían.

—No me lo creo. —Dijo Tony mientras golpeaba la pared—. Nada de nada. Esta gente no tiene ni combustible para conducir más de media hora. Por eso nos atacaron. Nos vieron y pensaron: "Porque no robar el combustible a estos pringados". Pues muy bien, tienen razón, somos unos pringados a la deriva.

—Tony...

—¡Que! —Gritó el hombre—. ¿Se te ocurre algún plan? —Nebula permaneció en silencio—. Eso pensaba... Bueno volvamos a nuestra nave a esperar nuestra muerte. —Tony no pudo evitar soltar una lágrima.

Continuará...

Nota del autor: Bueno, que tal os parece?