⊰ᴏɴᴇ⊱

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-Jaebeom no!- el grito del Chino hizo que todos los presentes se sobresalten.

El grupo de los chicos rudos estaban intimidando y burlándose de uno de los pequeños que comenzaban su primer año de Universidad. Pero esta vez Jackson se vió alterado al ver que golpeaban a él; a su pequeño y adorable deseo; el mismísimo Mark Tuan que ni siquiera sabía de la existencia de Wang, pero aún así, este último jamás había podido quitarse al menor de su cabeza.

-¿Acaso eres estúpido?- Cuestionó enojado tomando con firmeza la muñeca de su amigo de la infancia que estaba a punto de volver a golpear la cara del pequeño Tuan.

-¿Qué sucede contigo ahora?- atacó Im.

Ohh, buena pregunta. Wang ¿qué sucede contigo? ¿No que eras el chico frio sin sentimientos que golpea a los demás sin argumentos y solo por diversión? ¿Acaso no te parece gracioso que golpeen a un niño de primer año? ¿no? ¿estás seguro? ¿Qué te pasa?

-Solo..- pensó alguna buena excusa. -Deja de golpearlo, pronto tocará el receso y algún directivo podría verte, puedes golpearlo a la salida, nadie se enterará.- habló.

Diablos Jackson, ¿Por qué haces esto? ¿Acaso te avergüenza sentir pena por un niño con cara de angel? ¿Acaso te avergüenza que tus amigos sepan que no te gusta esto de golpear y maltratar a otros? ¿Eh? Hombre..haz cambiado.

El pequeño Tuan aprovechó la situación para salir corriendo del lugar; tenía cortes en su labio inferior y varios moretones en su cuerpo debido a los golpes que le había ocasionado Jaebeom con sus pies. Otro corte sobre su ceja izquierda y mejilla; de sus ojos no caía lágrima alguna; estaba acostumbrado; acostumbrado a ser golpeado, intimidado, y cosas peores; Tuan se sorprendió de la repentina acción de Jackson; al principio creyó que había sentido compasión por él, pero luego su mente se encargó de confirmarle que en realidad solo temía a que algún profesor los viera y fuesen castigados.

Con su camiseta blanca rota y sucia, sus pantalones rasgados gracias a Jaebeom y su mochila hecha trizas, el pequeño Mark caminaba en dirección a su casa, quería huír de aquel lugar, quería alejarse lo más pronto posible de la Universidad puesto a que se esperaba otra buena paliza de parte de esos idiotas.

Una mano tapó su boca y otra tomó su brazo arrastrando al delgado hacia un pequeño callejón, intentó gritar para pedir ayuda pero esa mano ejerció más presión en su boca impidiendo hablar o gritar.
Estaba atardeciendo, realmente era peligroso andar solo por las calles a esta hora, pero Mark no tenía miedo, bueno, ahora sí. El agarre de la mano de esa persona hizo doler aún más los cortes que Mark tenía en su piel.

-Solo...no grites cuando quite mi mano ¿entendido?.-

Mark reconoció esa voz enseguida y abrió sus ojos para encontrarse con la mirada de Jackson fija en la suya, estaba serio y no mostraba rastro de lastima o algo por el estilo. Tuan se limitó a asentir como respuesta y el mayor poco a poco liberó su agarre dejandolo respirar nuevamente con un poco de dificultad.

-¿Te duele algo?- cuestionó el castaño observando al menor de pies a cabeza.

Mark dudó en responder o no; sabía, joder! Sabía que estaba siendo muy estúpido al entablar conversación alguna con ese tipo, ni siquiera sabía su nombre pero reconocía su voz debido a que varias veces se habían cruzado, y, el mayor, lo había defendido de Jaebeom y sus amigos. Debía agradecerle por eso pero no estaba seguro de si sea algún tipo de truco o algo entre ellos.
Asintió como respuesta y el mayor soltó un suspiro.

-¿Dónde?- preguntó frío. Mark guardó silencio. -¿No tienes lengua o qué?- Jackson perdía facilmente su paciencia. -¿Dónde te duele, tonto?- cuestionó entre dientes.

Tuan tragó saliva y dirigió su mirada al suelo, si mantenía su mirada en los ojos de Jackson, probablemente saldría corriendo del susto debido a que los ojos del castaño eran tan intimidantes.

-¿Te duele algo o no?- bufó. -Mira, no estoy para perder mi tiempo, dime si te duele algo o no y dónde, no me hagas perder la paciencia y golpearte de nuevo.-

-Lo siento...- se disculpó el menor.

¡Dios santo! Su voz tan angelical hizo que la piel de Jackson se erizara, jamás lo había escuchado hablar, y se sentía extraño, era raro para Jackson tener compasión por un chico de primer año, era raro querer protegerlo, era raro todo.

Wang levantó una ceja indicándole que le dijera de una vez qué le dolía.

-A..aquí..- murmuró Mark señalando sus costillas del lado derecho.
Jackson intentó levantar su camiseta pero el menor repentinamente se asustó y se alejó rapidamente.

-Solo quiero ver si es grave.- el Chino rodó sus ojos. -Déjame ver.- insistió. Mark levantó su camiseta rota un poco desconfiado, y ¡vaya Dios! Se sorprendió bastante al ver su pálida piel marcada por varios moretones. Tragó saliva y cerró sus ojos deseando que todo eso sea solo una maldita pesadilla.

-Mmnh..- murmuró Jackson. -Quédate quieto, no quiero hacerte más daño.- habló mientras buscaba un pequeño pomo de una crema en el bolsillo de su chaqueta de cuero.

Mark se estremeció al sentir la fría sensación de la crema rozar su piel, la mano de Jackson actuaba por sí sola exparciendo el producto en la piel del menor.

Wang había ido a comprar esa crema minutos antes de correr tras Mark para ayudarlo. En verdad Jackson se desconocía a sí mismo, jamás había actuado de esa forma por alguien, pero joder desde el día que vió al pequeño Tuan, su vida y pensamientos giraban en torno a él, Mark, Mark y solo Mark.

¿cuatro meses? ¿cinco? No estaba seguro, pero desde hacía bastante tiempo observaba al rubio en los recreos y cada vez que Jaebeom y sus amigos querían mandarse las suyas con él, Jackson intervenía.

-Gracias..- murmuró Mark.

-De nada, supongo.- se encogió de hombros y acomodó la camiseta del menor. Lo observó un par de segundos y negó con su cabeza. -No...-
Mark no entendía absolutamente nada, podría pensar que su mayor estaba medio loco.

-Usa esto.- agregó Jackson quitándose su propia camiseta y quitando también la de Mark para hacer un intercambio.

-No es necesario...- habló el pequeño un poco asustado mientras que el castaño acomodaba su ropa.

-Si lo es.- caminó hacia fuera del callejón y miró hacia ambos lados. -Vete ahora, ellos no tardarán en venir.- habló frío. -¡Vete!- gritó un poco molesto.

-Gracias, en serio..- dijo Mark con su suave voz para comenzar a alejarse caminando del lugar.

-Espera!- volteó y vió que el castaño se acercaba a él. -¿Tu..tu nombre?- preguntó.

¡Bien Wang! Por fin haces algo bien, primero lo rescatas, lo ayudas y ahora por fin te dignas a preguntar su nombre; espero tengas los huevos suficientes para dejar de fingir frente a tus amigos.

-Mark...Mark Tuan.- el menor sonrió levemente.

Jackson se quedó en silencio, casi no se dió cuenta de que sus amigos se acercaban por la esquina.

-Mark corre.- dijo rapidamente, el menor obedeció y comenzó a correr en dirección a su casa.

Jackson agradeció al cielo que sus amigos se crean cualquier excusa, de esa forma había estado safando y justificando el por qué defendía tanto a ese estudiante de primer año.
Pero, había una cosa que lo traía muy confundido ¿le gustaba? ¿ese niño con cabellera rubia le gustaba? No le incomodaba el hecho de que ambos sean hombres, para nada, lo que se sentía extraño para él era que jamás se había sentido así por alguien.
Querer protegerlo, cuidarlo y amarlo...Realmente todo eso era nuevo para Wang.

you; marksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora