Cap 6 ~ Maldito Corazón

179 16 7
                                    

∻∻Narra Takara∻∻
¿Como era posible que me gustaran dos personas? Maldito corazón,¿Que estas haciendo de mi? ¿Como era posible sentírme de igual manera hacia ambos?

Mis pensamientos me enloquecian en ese momento, ni siquiera sabía cómo corresponderle en ese instante, solo veía como el ojirojo contemplaba nuestras manos.

Sabia que el quería que le correspondiera, sin embargo intentaba analizar las cosas, no tenía el control de mis palabras, ellas salian por si solas.

—Kido—murmuré titubeante, logrando que el posara su mirada en la mia.

—¿Si, Dime?—dijo con voz baja mientras apenas lograba notar sus ojos cristalizados, y a la vez me regalaba una de sus tiernas sonrisas—.

—Tu... También me Gustas—dije con la voz temblorosa.

¿Espera?¿Qué acababa de decir? Como podía ser tan sinica? y decirle algo así cuando ya se lo había dicho a alguien más?

Sin embargo, había algo que hacía quedarme a su lado.

Sin querer solté otra lágrima, ¿Porque Diablos suelto lágrimas, si no estoy triste? Estaba teniendo una lucha con mis sentimientos y mis pensamientos a la vez.

Sin darme cuenta note como el mostró una cara de felicidad, al poner esa curva tan preciosa en sus labios, alcancé a ver como otra lágrima recorría su mejilla.

No entendía nada, estaba totalmente confundida. Al instante sentí como el ojirojo se acercó más hacia mi y acurruco su cabeza en mi cuello mientras su brazo rodeaba mi torso.

El verle alegre me conmovía por completo, mi corazón iba a mil.

—Takara... —Susurró en mi oído el pelicastaño.

—Kido.. —dije susurrandole a el devuelta, hable primero interrumpiendolo— debo de irme, ya es demasiado tarde— si me hubiese quedado más tiempo, no se que hubiese llegado a pasar, mis emociones y mi mente explotarian seguro.

—Esta bien— murmuró suavemente, se medio levanto—solo dejame grabar tu imagen en mi mente—esas palabras causaron qué me sonrojara frente de el, agregando que estábamos demasiado cerca como para sentir su respiración.

Sentía como sus manos acariciaban mi mejilla, con delicadeza, tenía sus ojos cristalizados, se alcanzaba a ver a través de sus googles de lo cerca qué estábamos.

Estuvo unos segundos así hasta que esté se levantó, me ofreció su mano para ayudarme de igual forma.

Al levantarme. Me rodeo con sus brazos acorralando los míos, me beso en un cachete, provocó que me sonrojara. Seguido de eso, me beso en la otra mejilla dulcemente.

Por último acarició mi rostro, se acercó de repente y me beso en la frente. No pude evitar ponerme nerviosa.

—¿Estas nerviosa? — Se había dado cuenta —

—Si, bueno.. es que... Nadie había sido así de dulce conmigo antes — Le confesé.

—Pues conmigo es diferente — afirmó el pelicastaño — Además, se que no has dado tu primer beso todavía — dijo con una sonrisa pícara.

Juguemos Al Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora